jueves, 28 de octubre de 2010

El fútbol español, entre la brillantez y los negociados (Jornada)



Por estos días, los medios deportivos españoles no tienen paz, ya sea por la enorme cantidad de páginas escritas sobre la brillantez de sus dos mejores jugadores (Lionel Messi y Cristiano Ronaldo) y de tres de sus equipos,
el Barcelona, el Real Madrid y el Villarreal, como por la increíble sumatoria de negociados a su alrededor, entre los que se cuenta nada menos que la propia candidatura del país a organizar el Mundial 2018 junto a Portugal.

Desde el punto de vista futbolístico, y tal como todos imaginaban, apenas se jugaron ocho fechas de las treinta y ocho de la temporada de Liga y ya el Real Madrid, con 20 puntos, y el Barcelona, con 19, ocupan las dos primeras posiciones aunque se les ha sumado el “Submarino Amarillo” del Villarreal, en el mismo puesto que los catalanes y con un juego brillante por momentos, como la exhibición que brindó ante el Atlético Madrid, con una gran delantera de dos jóvenes que llevan tiempo juntos y se conocen muy bien: el italiano Giuseppe Rossi y el brasileño Nilmar.

Pero será difícil para el Villarreal, con mucho menos presupuesto, poder seguir el tirón de los dos superpoderosos de siempre. Si se toma en cuenta que en la totalidad de la temporada el Real Madrid ha jugado once partidos y el Barcelona, han jugado trece (sumados a los tres de la fase inicial de la Liga de Campeones de Europa, dos por la Supercopa de Europa de los catalanes, y ambos se aprestaban a debutar en la Copa del Rey esta semana), sus estrellas Cristiano Ronaldo y Lionel Messi ya han convertido doce goles cada uno, cifras estremecedoras en cualquier parte del mundo. Pero fuera del campo, tanto el Barcelona como el Real Madrid tienen problemas. A los institucionales de los “blaugrana”, con la “due dilligence” del nuevo presidente Sandro Rosell sobre la gestión de siete años anteriores de Joan Laporta, que arroja un déficit de alrededor de 400 millones de euros, ahora hay que agregar la dura frase amenazante del presidente del Sevilla, José María del Nido, reclamando por un aumento del cobro de derechos de la TV para los dieciocho clubes restantes de la Liga.

“Si no hacemos un reparto más equitativo, lo mejor será que el Real Madrid y el Barcelona se vayan a jugar a la Liga de Francia y nos dejen a nosotros en la española, porque así como está hoy, no hay competitividad”, dijo, tajante, el dirigente andaluz, quien recordó que en la Champions League “el reparto entre todos los equipos es igualitario, y allí el Real Madrid y el Barcelona comparten ganancias. No entiendo por qué en España eso no pasa”.

Pero los problemas en el fútbol español apenas si han comenzado porque aún queda lo peor. Por estos días, dos dirigentes pertenecientes al Comité Ejecutivo de la FIFA, Reynald Tamarii, de Tahití, y Amos Adamu, de Nigeria, purgan una suspensión de treinta días y serán investigados por la Comisión Ética, luego de haber sido filmados por periodistas del diario “The Sunday Times”, que se hicieron pasar por agentes estadounidenses que trabajaban por la candidatura de Inglaterra para ser elegida, en diciembre próximo, sede del Mundial 2018, cuando fueron sorprendidos pidiendo, respectivamente, 1,6 millones de euros y 570.000 euros para aceptar.

No sólo eso: en otro video aparece el ex secretario general de la FIFA (y quien fuera protagonista de varias ceremonias de sorteos de Mundiales), Michael Zen-Ruffinen, afirmando que las candidaturas conjuntas de España y Portugal para 2018, y de Qatar para 2022, ya disponen de varios votos para la cita de Zurich del próximo 2 de diciembre en la que se deciden las sedes de esos dos Mundiales siguientes a Brasil 2014.

Este video, sin dudas, complica las chances de España, ilusionada en organizar su segundo Mundial tras el de 1982 aunque tendrá en Inglaterra a su más duro contrincante, tal como ocurriera cuando Londres desplazó a Madrid para organizar los Juegos Olímpicos de 2012.

Pero tampoco terminan allí los problemas. En Buenos Aires, el juez Norberto Oyarbide citó para el próximo 3 de noviembre a Alfo Forlín, el padre del defensor Juan, del Espanyol de Barcelona, así como el 17 del mismo mes a Diego Placente (hoy en San Lorenzo) y el 1 de diciembre a Juan Pablo Carrizo (hoy en River Plate) por la causa que involucra a más de doscientos futbolistas por supuesta falsificación de pasaportes para poder pasar a jugar en ligas europeas como oriundos, sin ocupar plaza de extranjeros.

Esta causa, iniciada en octubre de 2007 por la propia denuncia del cónsul italiano en la Argentina, Giancarlo María Curcio, tiene como principal imputada a María Elena Tedaldi, de la gestoría “Ciudadanía Express”, que se dedicaba a “agilizar” la entrega de pasaportes comunitarios a jugadores que como Placente (Francia), Carrizo (Italia) o Forlín (España) fueron transferidos en su momento al fútbol europeo.

En el caso de comprobarse alguna ilegalidad, la pena es de cinco a quince años de prisión y por esta misma causa, Oyarbide sobreseyó el pasado 27 de agosto al ex jugador de Lanús, y hoy en Grecia, Sebastián Leto. Pero hay muchas causas abiertas y varias pertenecen a futbolistas que militan o que lo hicieron en España.

Más allá de los goles y las exbibiciones, el fútbol español no parece estar para tirar manteca al techo.

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