¿Qué más se le puede pedir al Barcelona? No sólo acaba de llegar a su cuarta semifinal consecutiva de Champions League, eliminando sin problemas al Shakhtar Donetsk de Ucrania, al que venció en los dos partidos (el primero por goleada), sino que prácticamente tiene asegurada la tercera Liga Española seguida, y el próximo miércoles definirá con el Real Madrid, en Valencia, la Copa del Rey, como para apuntar, una vez más, al preciado Triplete de la temporada.
Pero en el Barcelona, hablar de números, de estadísticas o incluso de posibles títulos, es quedarnos demasiado cortos. Para muchos, se trata ya del mejor equipo de la historia, más por la excelencia del juego que por las conquistas aunque éstas también comienzan a ayudarlo en esta definición.
Y por si fuera poco todo lo que este gran equipo entrega, no puede soslayarse el aporte del argentino Lionel Messi, mejor jugador del mundo, y quien acaba de batir su anterior increíble récord de 47 goles, para llegar a los 48 cuando aún podría llegar a jugar otros once partidos con su equipo antes de finalizar la temporada (siete de Liga, tres de Champions y uno de Copa del Rey), con lo cual podría superar la cincuentena, una cifra que, más aún en estos tiempos, nos exime de todo comentario al respecto.
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