El conflicto de Malvinas y varios recuerdos futboleros

Este artículo está escrito por un cronista que bien podría estar ahora contando historias de una guerra absurda, como fue la de las Islas Malvinas en 1982, comenzada por un delincuente borracho y sin la menor idea de la política, con la increíble idea de que en un conflicto con Inglaterra, Estados Unidos estaría del lado argentino, y con otra, más loca aún, acerca de que tomando el archipiélago tantos años reclamado, borraría con el codo las crecientes protestas sociales en todo el país, contra una dictadura que no se sostenía.
Pero no. Este cronista tuvo la inmensa suerte de no entrar en la Colimba (por aquello de “corre, limpia, barre”) y se salvó, justo en ese año, de ser llamado, tal vez, a ser carne de cañón como tantos ex combatientes dejados en soledad por uniformados profesionales sin un mínimo valor.
Sin embargo, y como el fútbol muchas veces encierra tanta simbología , como por ejemplo, la sublimación de la guerra por otros medios (y no al revés, como inescrupulosamente sostuvo un reconocido periodista de “Policiales” de un semanario “de izquierda” hace pocos días), este cronista sí vivió episodios futboleros, in situ, que cree que merecen ser recordados.