Por estas horas, el mundo del fútbol se relame. Si no hay en el planeta ningún partido comparable, por rivalidad y por el momento que viven hoy los dos equipos, al que enfrenta al Barcelona y el Real Madrid, el hecho de que en menos de un mes nos puedan regalar cuatro oportunidades de vivirlo, desde cualquier lugar gracias a la tecnología, lo convierten en un hecho casi sin precedentes en cuanto a la expectativa en el nivel de clubes.
Estos cuatro partidos tienen además, la rara particularidad por la que en todos ellos hay muchísimo en juego. Y hasta el azar de la distribución en el tiempo de los cuatro hizo que la expectativa vaya creciendo en orden de importancia porque el primero será por la Liga, y allí los blancos, aunque juegan como locales, cuentan con escasas chances ya de arrebatarles el tercer título consecutivo a los azulgranas.
En cambio, el próximo miércoles, en Mestalla (Valencia), ambos se jugarán la Copa del Rey en un partido único del que deberá salir un ganador, aunque éste resulte de un empate en los noventa minutos, y en posteriores hipotéticos treinta más de alargue, y con la consiguiente ejecución de penales.
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