Hace días que el mercado de pases se encuentra
abierto en toda Europa y sin embargo,
alrededor de la Liga Española hay demasiados rumores y pocas transferencias
concretas de jugadores de renombre. Lo que abunda es la voluntad de fichar y de
renovar las plantillas con miras a hacerlas aún más competitivas, pero aparecen
varios factores que acaban obstaculizando grandes cambios en los principales
equipos.
Sin dudas, la pregunta que cabe para el Real Madrid
es cuál es la necesidad de fichar grandes estrellas cuando se trata de un club
que acaba de ganar no sólo dos Champions Leagues consecutivas sino que también
se quedó en la última temporada con la Liga Española, en un gran doblete que lo
coloca a la altura del mejor equipo de Europa.
Muchos sostienen que la idea de su presidente,
Florentino Pérez, es la de no dormirse y entonces potenciar aún más una
plantilla riquísima, y por eso, fue desde los primeros días de verano a la
carga por el prometedor delantero francés del Mónaco, Kyllian Mbappé, aún
teniendo en ese puesto a Karim Benzema y
a Alvaro Morata, dos jugadores de rendimiento contrastado vestidos de blanco.
Lo que sucede es que por el lado de Morata, éste no
quiere seguir en el banquillo ingresando pocos minutos cuando su cotización
está tan en alta que el entrenador del Manchester United, el ex madridista José
Mourinho, quiere llevárselo ya mismo, ofreciéndole un lugar decisivo en el
equipo de los “red devils” ingleses.
Y por el lado de Benzema, aunque parezca insólito
por sus títulos y su clase, jamás ha terminado de convencer a Pérez, quien
añora los tiempos de los “galácticos” como Ronaldo Nazario y busca un jugador
de sus características, y Mbappé aparece como el jugador ideal por su juventud
(18 años) y porque entra como un revulsivo para que la plantilla no se vaya
conformando con los éxitos conseguidos.
De todos modos, todo indica que la única forma de
que llegue Mbappé, por quien el Mónaco pide 135 millones de euros y también es
pretendido por los millones del PSG, es que el Real Madrid transfiera primero a
dos de los jugadores que han sido suplentes en la pasada temporada: el ya
citado Morata y el colombiano James Rodríguez.
El caso de James es muy particular porque luego de
haber sido para muchos el mejor jugador del pasado Mundial de Brasil 2014 (este
columnista así lo cree, al menos), no ha tenido el lugar suficiente entre los
blancos pese a que ha rendido y mostrado su clase cuando ingresó, y es
pretendido también por el Manchester United y por el PSG.
Florentino Pérez era de la idea de aprovechar este
mercado para repatriar al portero David de Gea, del Manchester United, pero se
resignó a esperar otra vez a partir del expreso pedido del entrenador, Zinedine
Zidane, para que continúe como titular el costarricense Keylor Navas, de
excelente actuación en el final de la temporada.
Que el jugador de moda de este verano sea un español
y del Betis, Dani Ceballos, tal vez sea el mejor indicio de lo que es el
mercado, al menos entre los clubes de vanguardia. Tironeado por el Real Madrid y el Barcelona, Ceballos tuvo
que pedir unos días para meditar a dónde recalar e incluso tuvo una importante
oferta de su propio club para quedarse con un suculento aumento salarial.
El Barcelona tampoco encuentra espacios para
renovarse en algunos sectores del campo como claramente el lateral derecho, en
el que apuesta por el ex canterano y ahora jugador del Arsenal Héctor Bellerin,
aunque no parece fácil su traspaso porque no cuenta con el beneplácito de su
entrenador francés Arsène Wenger y porque el club londinense considera baja la
suma de 35 millones que ofrecen los catalanes, que tampoco parecen acercarse al
volante italiano Marco Verratti.
Verratti, el preferido de Xavi Hernández para ese puesto
para ponerse la camiseta del Barcelona, tiene contrato más largo con el PSG, es
joven y el club parisino no tiene ningún apuro en venderlo y apuesta por cansar
al Barcelona como ya lo ha hecho en el pasado en otros mercados con los dos
marcadores centrales, Marquinhos y Thiago Silva.
Al no tener necesidad de vender, el PSG ni siquiera
se sienta a escuchar ofertas y así, el Barcelona ve perder el tiempo en
negociaciones que nunca se cristalizan y tal vez lo mejor sería que se
orientara ya hacia otros jugadores para ese puesto, máxime que no se sabe aún
si una de sus grandes estrellas, Andrés
Iniesta, querrá jugar mucho tiempo más de azulgrana.
Por el momento, los rumores son muy fuertes pero el
único jugador que llegó es el ex canterano Gerard Deulofeu luego de una muy
buena segunda rueda en el Milan como extremo en la pasada temporada.
Por el lado del Atlético Madrid, que comenzará a
jugar como local en el nuevo Wanda Metropolitano que reemplazará al mítico
Vicente Calderón, las cosas no podrían ser más complicadas porque se encuentra
ante la misma situación que el Barcelona hace pocas temporadas y no puede
fichar jugadores, impedido por la FIFA por cuestiones reglamentarias vinculadas
a las contrataciones de menores de edad.
De esta forma, el Atético está apostando desde ahora
para reforzar su plantilla con miras a 2018, apuntando al próximo mercado
invernal y en este sentido, ya tiene casi cerrados al internacional de la selección
española y delantero del Sevilla, Vitolo Machín, y un sensacional regreso del
gran goleador hispano brasileño Diego Costa, procedente del Chelsea, en el que
acaba de salir campeón de la Premier League en una brillante producción
individual.
Uno que no puede fichar ahora (Atlético), otro que
quiere pero no le alcanza (Barcelona) y otro que no necesita demasiado y
necesita vender primero para acercarse al costo de la estrella que pretende
(Real Madrid), es el resumen de un mercado que hace mucho ruido, pero en el que
se concreta demasiado poco.
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