Desde Munich:
Con una alineación con pocos cambios, manteniendo su esquema conservador de los últimos tiempos, el seleccionado argentino deberá sortear su último examen de gran dureza previo al Mundial cuando en la noche de Munich enfrente al siempre complicado conjunto alemán en el hermoso estadio Allianz Arena, y en el que tal vez algunos jugadores deban luchar por un lugar en la lista definitiva de veintitrés, si tienen la chance de ingresar.
El entrenador del seleccionado nacional, Diego Maradona, apeló a la heroicidad de sus jugadores en la conferencia de prensa del lunes, único momento en el que apareció durante los días de estadía en Munich, que vive extraños días primaverales aunque sufre el frío por las noches. “Quiero héroes que reemplacen lo que hicimos en los mundiales de 1978 y 1986 Mario Kempes o yo. Es el momento de que quedemos atrás y aparezcan otros”, sostuvo el ex astro del fútbol.El clima interno en el lujoso hotel Mandarín Oriental de la distinguida zona de Marienplatz era de lo más tranquilo cuando repentinamente, en plena tarde del martes, apareció al fin Oscar Ruggeri, terminando con los rumores sobre su llegada a esta ciudad para tratar de presionar una vez más para ser aceptado como integrante del cuerpo técnico del seleccionado, y si bien se reunió de inmediato con Maradona y sus ayudantes Alejandro Mancuso y Héctor Enrique, no pudo dar con el presidente de la AFA, Julio Grondona (su principal obstáculo) ni con Carlos Bilardo, de quien sostiene que no lo ayudó como esperaba.“No pasó nada porque solamente hablamos de la selección y de la defensa, pero no de mis posibilidades en el equipo”, señaló Ruggeri quien aclaró que por el equipo argentino “soy capaz de todo, y así fue que en una oportunidad perdí de jugar en México para poder jugar por la celeste y blanca”. Ruggeri, que se encontró en el lobby del hotel con otro visitante ilustre, Claudio Paul Caniggia, seguirá revoloteando por el hotel y no se descarta algún encuentro fogoso con Grondona o Bilardo que podrían echar algún cono de sombra sobre la actualidad del equipo.El seleccionado apenas si se movió en su estadía en Munich, con ejercicios regenerativos y haciendo principal hincapié en los arqueros Sergio Romero y Mariano Andújar y en que los jugadores no hagan demasiado esfuerzo. El sorpresivo ingreso de Nicolás Otamendi como lateral derecho, pasando Gabriel Heinze como lateral izquierdo, determinará una defensa con cuatro marcadores centrales, algo atípico teniendo en cuenta que Clemente Rodríguez, lateral puro y quien se jugaría un lugar en el Mundial, quedará afuera de la formación inicial.En el resto del equipo, todo sigue como en los últimos tiempos con una formación fija: una segunda línea de cuatro, con Javier Mascherano más atrasado, y Jonás Gutiérrez, Juan Sebastián Verón y Angel Di María, mientras que en el ataque, jugarán Lionel Messi y Gonzalo Higuaín.¿Qué puede ofrecer el equipo alemán? No ha cambiado mucho de aquel que hace casi cuatro años eliminó al argentino por penales en los cuartos de final del Mundial 2006 en Berlín. A lo sumo, el ingreso del arquero René Adler por el veterano Jens Lehman (el del machete con la forma de rematar penales de los argentinos), pero la base sigue siendo la misma y un esquema en el que sólo juega como delantero de punta el goleador Miroslav Klose, acompañado siempre por Lucas Podolski, polaco nacionalizado alemán, igual que su compañero de ataque.Alemania tiene sólo un jugador capaz de generar fútbol a partir de su gran talento, el volante del Chelsea Michael Ballack, sumado a lo que puede aportar Bastian Schweinsteiger, y el resto es pura potencia y fuerza, y una enorme voluntad para salir a buscar los partidos. El gran tema para el equipo argentino será comprobar si algunos de los que se juegan un lugar en la lista definitiva, como Clemente Rodríguez, Mario Bolatti o Javier Pastore, tienen la chance de mostrarse, o si se puede llegar a alcanzar un rendimiento que ilusione por fin. Lo sabremos dentro de escasas horas.
Con una alineación con pocos cambios, manteniendo su esquema conservador de los últimos tiempos, el seleccionado argentino deberá sortear su último examen de gran dureza previo al Mundial cuando en la noche de Munich enfrente al siempre complicado conjunto alemán en el hermoso estadio Allianz Arena, y en el que tal vez algunos jugadores deban luchar por un lugar en la lista definitiva de veintitrés, si tienen la chance de ingresar.
El entrenador del seleccionado nacional, Diego Maradona, apeló a la heroicidad de sus jugadores en la conferencia de prensa del lunes, único momento en el que apareció durante los días de estadía en Munich, que vive extraños días primaverales aunque sufre el frío por las noches. “Quiero héroes que reemplacen lo que hicimos en los mundiales de 1978 y 1986 Mario Kempes o yo. Es el momento de que quedemos atrás y aparezcan otros”, sostuvo el ex astro del fútbol.El clima interno en el lujoso hotel Mandarín Oriental de la distinguida zona de Marienplatz era de lo más tranquilo cuando repentinamente, en plena tarde del martes, apareció al fin Oscar Ruggeri, terminando con los rumores sobre su llegada a esta ciudad para tratar de presionar una vez más para ser aceptado como integrante del cuerpo técnico del seleccionado, y si bien se reunió de inmediato con Maradona y sus ayudantes Alejandro Mancuso y Héctor Enrique, no pudo dar con el presidente de la AFA, Julio Grondona (su principal obstáculo) ni con Carlos Bilardo, de quien sostiene que no lo ayudó como esperaba.“No pasó nada porque solamente hablamos de la selección y de la defensa, pero no de mis posibilidades en el equipo”, señaló Ruggeri quien aclaró que por el equipo argentino “soy capaz de todo, y así fue que en una oportunidad perdí de jugar en México para poder jugar por la celeste y blanca”. Ruggeri, que se encontró en el lobby del hotel con otro visitante ilustre, Claudio Paul Caniggia, seguirá revoloteando por el hotel y no se descarta algún encuentro fogoso con Grondona o Bilardo que podrían echar algún cono de sombra sobre la actualidad del equipo.El seleccionado apenas si se movió en su estadía en Munich, con ejercicios regenerativos y haciendo principal hincapié en los arqueros Sergio Romero y Mariano Andújar y en que los jugadores no hagan demasiado esfuerzo. El sorpresivo ingreso de Nicolás Otamendi como lateral derecho, pasando Gabriel Heinze como lateral izquierdo, determinará una defensa con cuatro marcadores centrales, algo atípico teniendo en cuenta que Clemente Rodríguez, lateral puro y quien se jugaría un lugar en el Mundial, quedará afuera de la formación inicial.En el resto del equipo, todo sigue como en los últimos tiempos con una formación fija: una segunda línea de cuatro, con Javier Mascherano más atrasado, y Jonás Gutiérrez, Juan Sebastián Verón y Angel Di María, mientras que en el ataque, jugarán Lionel Messi y Gonzalo Higuaín.¿Qué puede ofrecer el equipo alemán? No ha cambiado mucho de aquel que hace casi cuatro años eliminó al argentino por penales en los cuartos de final del Mundial 2006 en Berlín. A lo sumo, el ingreso del arquero René Adler por el veterano Jens Lehman (el del machete con la forma de rematar penales de los argentinos), pero la base sigue siendo la misma y un esquema en el que sólo juega como delantero de punta el goleador Miroslav Klose, acompañado siempre por Lucas Podolski, polaco nacionalizado alemán, igual que su compañero de ataque.Alemania tiene sólo un jugador capaz de generar fútbol a partir de su gran talento, el volante del Chelsea Michael Ballack, sumado a lo que puede aportar Bastian Schweinsteiger, y el resto es pura potencia y fuerza, y una enorme voluntad para salir a buscar los partidos. El gran tema para el equipo argentino será comprobar si algunos de los que se juegan un lugar en la lista definitiva, como Clemente Rodríguez, Mario Bolatti o Javier Pastore, tienen la chance de mostrarse, o si se puede llegar a alcanzar un rendimiento que ilusione por fin. Lo sabremos dentro de escasas horas.
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