A continuación, la segunda parte (de tres) de la conversación que mantuvimos en Munich con el sociólogo argentino-mexicano Fernando Segura Trejo acerca de la selección argentina.
Recién mencionabas a los jugadores acostumbrados a un periodismo europeo. Lo que resulta llamativo es que estos jugadores, que en un noventa por ciento participan del fútbol europeo y de otro sistema, no se junten para exigirle a la AFA un sistema como el europeo, algo similar a lo que ocurre en sus clubes: un ordenamiento, que las notas o entrevistas se pidan a través de la AFA. Acá parecería que los jugadores se distienden de alguna manera, es decir, viene un partido de la selección y entonces lo toman como un descanso y la utilización de sus propios códigos.Es así. Lo veo de esa misma manera y por eso digo que termina siendo una relación cómoda y perezosa. Y el jugador argentino descansa. Sabe que esto va a transcurrir así, que son unos días y que luego volverá a la normalidad que está representada por su clubes en Europa donde sí existe un jefe de Prensa que fija las pautas, sí existe todo un procedimiento para gestionar una entrevista, el jugador sí tiene que responder bajo un punto de vista profesional y no bajo este amiguismo en el que todo está bien y los "cómo te va Chichi, Pichi" y tantos diminutivos familiares. Vale aclarar que en la AFA parte de este problema es que no existe un marco normativo que permita al jefe de prensa acordar entrevistas. Al no existir sanciones en caso de negarse el jugador poco puede hacer el jefe de prensa. El jugador tiene todo el margen para decir sí o no según su antojo o estado de ánimo del momento. Claro a los "amigos" se les concede la nota. Quisiera aclarar que estas reflexiones y observaciones se basan en el microcosmos que se genera alrededor de la delegación argentina cuando visita Europa. Aunque este análisis pueda interpretarse para otros contextos no estoy hablando de todas las relaciones que pueden darse entre la selección y el periodismo en el sentido más amplio del término.Otra cosa interesante que ocurre en la relación con el periodismo argentino, y que recién nos comentaba con sorpresa un periodista extranjero de la agencia Reuters y que parece un sinsentido es el periodista que parece amigo pero no lo es, persiga a un jugador para preguntarle algo que ya sabe que no tiene interés para que a su vez el jugador, que ya sabe que no tendrá interés la pregunta, responda algo que tampoco tendrá interés. Y entonces todo queda en un vacío en el que todos ya saben de antemano que no tiene sentido.Sí, todo queda en un plano superficial, banal. Y finalmente tanto el jugador como el entrevistador saben que no son amigos, o no tanto, pero juegan un papel de amigos y queda todo ahí. Desde un punto de vista periodístico es lamentable. Desde un punto de vista sociológico es interesante el fenómeno porque se refleja que se están ocultando muchísimas cosas detrás de esto, y que hay un sistema que lo permite, que lo cobija. Y en la AFA no hay una política, una coherencia con respecto a la profesión periodística. Tengo la suerte de conocer cómo se maneja en Francia este tema y es muy distinto. Si bien la Federación Francesa (FFF) tiene muchas cosas que son cuestionables, el trato con el periodismo es muy distinto. Es más profesional.Otra cosa para debatir es el nivel del periodismo argentino. Cómo no parece que hubiera nadie que se anime a salirse, que diga algo que mínimamente pudiera comprometer. No es que las respuestas son duras, malas o para espantar a las preguntas. Lo que no hay son preguntas.Ahí lo que puedo leer desde un punto de vista sociológico y hay dos elementos que impiden lo que vos decís. Uno consiste en las barreras de acceso al círculo más privilegiado. Son pocos los que están ahí y se protegen mucho. Y van a poner muchísimas barreras de acceso, hasta el punto de adoctrinar al joven periodista que si quiere estar en este medio, en la cúpula del fútbol argentino, tiene que ser funcional a las reglas del juego. Y cualquier periodista que no es funcional a esas normas, que finalmente no están escritas, puede ser severamente penalizado. Y se lo penaliza excluyéndolo, no dándole acreditaciones en el peor de los casos. Si las obtiene porque hay un medio que lo respalda se lo puede bloquear de distintas maneras, generándole un entorno desfavorable. Es decir, hay dos elementos, las barreras de acceso y la penalización como mecanismo de castigo aquellos periodistas que quieren ser distintos. Estos ni siquiera llegan a estas cúpulas y en el caso de que lo intenten, hay una serie de mecanismos como la amenaza, la advertencia, que finalmente llevan a la exclusión.
En Munich hemos visto, hablando siempre de periodistas que han cubierto el partido entre Alemania y Argentina, dos o tres casos llamativos. Uno es el periodista de Reuters del que nos referíamos antes, que se sorprendía de cómo los periodistas extranjeros terminan muy excluidos, casi por no entender estos códigos, que suelen ser difíciles de entender para alguien que no convive con esto. En cambio, otro periodista argentino que vive en Londres y trabaja en la BBC, que de tanto cubrir a la selección argentina ha experimentado una transformación y en cierta forma, ya parece pertenecer a la “familia”. Es decir, él se dio cuenta de que la única forma de poder entrar es pertenecer.El juego es muchísimo más complejo de lo que parece. Aquellos periodistas que no lo entienden y que no entran, finalmente son los que están excluidos o marginados. El caso del periodista argentino que mencionas, supongo que está muy bien adaptado al sistema británico, cuando tiene que venir a trabajar con la selección argentina entiende muy bien el juego y entra en él. De otra manera, no podría hacer lo que está haciendo, porque hay castigo potencial. Es decir que hay que ser inteligente para entrar en este juego y quien no lo entiende, a un costado.Lo interesante como sociólogo para esta lectura, es que al mismo tiempo cada uno lo hace desde su lugar porque no hay nadie que te oriente. Hay que llegar y verlo y es una atmósfera que rodea. Para un extranjero esto es complejísimo porque no hay una regla clara de juego. Está en el aire. No es indeterminado orden que sí dan las federaciones europeas. Es decir, si vos ibas al hotel donde se concentró la selección alemana, había un jefe de Prensa que te decía que a tal hora el equipo hará esto o aquello, a tal hora son las entrevistas, y eso ya no se modifica. Acá no hay algo tan claro como en esos lugares.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Resulta muy interesante este diálogo, el análisis que se hace de las formas de vincularse a las Selecciones en América y en Europa.
Hay dos cuestiones claras:
1) la falta de formación, profesionalismo y seriedad crítica en muchos periodistas argentinos
2) el método del 'amiguismo' como forma de acceso a los entrevistados es perverso, pues, si bien permite que el periodista pueda estar en 'la cocina' de la información y hablar con los protagonistas, lleva a la 'obligatoriedad implícita' de la falta de críticas y de preguntas incisivas o, al menos, interesantes.
No hay que olvidarse (y aquí no se lo menciona) de que, en los últimos Mundiales (salvo con M. Bielsa), la prensa argentina fue vista como 'enemiga' de la Selección por el cuerpo técnico y los jugadores.
Así, al igual que sucede con la cúpula presidencial que gobierna el país, los periodistas son catalogados como 'amigos' o 'enemigos', de acuerdo con el grado de cercanía y el juicio crítico que tengan a la hora de informar.
Saludos.
Sergio, como estás? espero que me recuerdes, ha pasado mucho tiempo, pero tuvimos un par de entrevistas en en año 1997/98 cuando yo trabajaba en Radio Splendid, y buceando en internet encontré varias paginas con articulos tuyos, y me alegró mucho encontrarte trabajando y muy bien por lo que veo, yo estoy hace 10 años en mi Totoras natal, casado con 3 hijos, y dirigiendo un periodico regional por acá, me gustaría entrar en contacto con vos, te dejo mi mail: contacto_elexpreso@yahoo.com te mando un abrazo y espero tener noticias tuyas... Gustavo Michienzo
Publicar un comentario