lunes, 22 de marzo de 2010
¿Reeditarán Barcelona-Manchester la final de 2009? (Yahoo)
El sorteo de los cuartos de final de la Champions League, del pasado viernes, generó pocas sorpresas y en cambio, muchos elementos para el análisis de lo que será la parte decisiva del máximo torneo continental de clubes, con la creciente chance de que los dos mejores equipos de Europa, el Barcelona y el Manchester United, vuelvan a enfrentarse en la final del 22 de mayo en el estadio Santiago Bernabeu, en Madrid.
Sin dudas, en este último tiempo el Barcelona y el Manchester United han estado algunos escalones arriba del resto de los equipos europeos de mayor presupuesto y estrellas, aunque aparece en el camino de ambos (especialmente del Barcelona, porque puede tocarle en semifinales), el extraño Inter de José Mourinho, que sorprendió eliminando con autoridad (aunque con el típico juego conservador del entrenador portugués) al Chelsea, otro de los candidatos, ganándole los dos partidos, pero con especial valor el segundo en Stamford Bridge.
Por los cuartos de final, en principio, el Barcelona aparece como claramente favorito ante el Arsenal, si bien su excelente entrenador francés Arséne Wenger, que logra armar equipos desde la nada en cada temporada y acaba generando un hermoso fútbol desde una estructura colectiva, seguramente encontrará la vuelta para complicar a los catalanes porque el juego de los ingleses se encuentra en franco ascenso, y con el brillo de algunos jugadores como el ruso Arshavin y el paradójicamente catalán y líder del equipo, Cesc Fábregas (de quien se dice que justamente regresaría a Barcelona en la temporada que viene).
De pasar el Barcelona a semifinales, queda abierta la posibilidad de enfrentar al Inter, lo que agregaría elementos para que el partido tenga todos los condimentos. Dos estilos completamente opuestos, uno de ataque, de tenencia de pelota, el otro de contraataque, de espera y fuerte marca, y con el agregado del cambio de delanteros que se produjo a principios de temporada cuando Samuel Eto’o pasó al equipo italiano, y Zlatan Ibrahimovic, al catalán.
Ya se han enfrentado en la fase de grupos con un resultado favorable al Barcelona (0-0 en Italia y 2-0 en España), especialmente en la fase del juego mismo, pero no hay que olvidar que primero, el Inter deberá sortear el no fácil obstáculo de cuartos del CSKA de Moscú, que llega en silencio pero que ha hecho ruido al eliminar al Sevilla en el propio estadio Sánchez Pizjuán en Andalucía, si bien gracias, en buena parte, al inesperado error de un gran arquero como Palop en un tiro libre.
Por el otro lado, todo indica que el Manchester United tiene la mayoría de los boletos de los analistas para llegar a la gran final en Madrid. Acaso más duro para su camino sea la fase de cuartos de final ante un clásico rival como el Bayern Munich, que la semifinal ante el francés que se imponga del duelo entre Olympique de Lyon y Girondins de Burdeos, pero en principio, los ingleses son superiores a los tres rivales y con un Wayne Rooney pletórico, acaso el mejor delantero del mundo en este momento, y pocos se acuerdan ya de la ida al Real Madrid de Cristiano Ronaldo, muy bien reemplazado por el ecuatoriano Antonio Valencia.
El duelo entre el Manchester United y el Bayern Munich tiene también otros aditamentos, como la fuerte personalidad de sus entrenadores, el escocés Alex Ferfusson y el holandés Louis Van Gaal, y también, el hecho de que justamente las fortalezas de los alemanes (los dos extremos del ataque, como Ribéry por la derecha y Robben por la izquierda) coincidan con las debilidades de los ingleses (los dos marcadores laterales), y eso podría generar algún inconveniente en el camino de los “Red Devils” a la final.
El otro gran tema en “El camino de Santiago” como irónicamente llamó el diario “El Periódico de Barcelona” a la vía para llegar a la final en el estadio Santiago Bernabeu, en referencia al famoso camino turístico-religioso, pasa por la cada vez más cercana chance de que el Barcelona pueda estar presente el 22 de mayo en Madrid.
En el Real Madrid ya comienzan a preparar un ambiente contrario a los catalanes y acaso el rumor del fichaje de Rooney para la temporada que viene pueda tener algún vinculo con esto, como para reforzar aún más el seguro apoyo que los ingleses tendrían ante el Barcelona en el caso de una final, cuyo escenario no sería de ninguna manera neutral.
El pánico de Madrid a que el Barcelona gane su cuarta Copa de Europa en el Santiago Bernabeu tiene lógica. Aún si el Real Madrid ganara la liga (en abril juega contra el Barcelona un partido decisivo para ello), esto podría quedar tapado u oscurecido si a los pocos días los catalanes se llevan el preciado trofeo europeo.
Y aún queda el hecho de que en Madrid, el Barcelona y el Manchester United reediten aquella gran final de Roma de un año atrás, cuando los catalanes se impusieron 2-0 y se enfrentaron Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Ahora sería un enfrentamiento Messi-Rooney, en un duelo de mucha fuerza, y grandes estrellas en los dos equipos.
A propósito de Messi, su exhibición ante el Stuttgart huelga cualquier comentario sobre el merecimiento del Barcelona de pasar a cuartos. No hubo partido, y el argentino sigue demostrando, con creces, por qué es, de lejos, el mejor jugador del mundo de la actualidad.
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