domingo, 10 de mayo de 2015

Derechos de autor (Un cuento de Marcelo Wío)



Por intermedio de un conocido en común, J.L.B., secretario del Juzgado de lo Mercantil Nº 3 de la ciudad de Bérgamo, Italia, me facilitó la fotocopia de una sentencia llamativa. Lo hizo, me aseguró, en el bar de un hotel de Florencia, con intención de que yo averiguara si detrás de las motivaciones de los demandantes (además de la económica, tan trillada, y potencialmente tan tramposa) existía una finalidad ulterior de índole destructiva.

El dictamen decía:

Se presentan ante mí en este Juzgado de lo Mercantil Nº 3, de la ciudad de Bérgamo, a 14 de abril de 2015, el Sr. Elogio Unzaga Asla, mayor de edad, de nacionalidad chilena; la Srta. Estroncia Unzaga Asla, mayor de edad, de nacionalidad española; quienes acreditan, mediante certificados de nacimiento – y de defunción de padres y abuelos -, ser descendientes directos del Sr. Ramón Unzaga Asla, español naturalizado chileno, con último domicilio fijo en la ciudad de Talcahuano, Chile.
Los supra mencionados  presentan, a su vez, documento legal de la Oficina Central del Registro de Derechos de Autor de Chile – con apostilla de La Haya -; al que anexan el siguiente material: libro “El fútbol a sol y a sombra”, del escritor Eduardo Galeano; libro “75 años de campeonatos profesionales del fútbol chileno”, publicado por la Asociación del Fútbol Profesional de Chile; así como una acreditación de la Asociación de Fútbol de Talcahuano.
Según consta en el documento legal de la Oficina Central de Derechos de Autor chilena – y corroboran los mencionados anexos -, Don Ramón Unzaga Asla inventó y registró, en la recién mencionada oficina – delegación Talcajuano -, con fecha 23 de enero de 1914, la jugada (o ejecución) llamada “chilena” (se adjunta a continuación esquema de dicho movimiento, tal y como figura en el documento de registro de derechos de autor):



Los supra mencionados, solicitaron a este juzgado el pago por derechos de autor al señor Germán Denis, de nacionalidad argentina, jugador del equipo de fútbol Atalanta, de esta ciudad, por la realización de la recién mencionada jugada (en adelante, “chilena”) en el partido que su combinado jugó contra el Sassuolo (y que terminara con victoria de la escuadra de esta ciudad).

En vista de los documentos presentados por los demandantes, decido que el Sr. Denis, en un plazo de quince (15) días hábiles, debe instar a los medios de comunicación a borrar los textos e imágenes que hagan referencia a la “chilena” ejecutada en dicho partido, así como a que la liga italiana anule el susodicho tanto; o que, en su lugar abone la cantidad de quinientos treinta mil Euros (€530.000) en virtud de derechos de autor. Si en el mencionado plazo no se produjera ninguna de estas disposiciones, el Sr. Denis deberá realizar, en los siguientes diez (10) días hábiles, un pago de un millón de Euros (€1.000.000) en calidad de indeminización y derechos de autor.

Firma
Juez del Juzgado de lo Mercantil Nº 3 de Bérgamo, Italia
Giuseppe Meazzinni


Evidentemente, en cuanto J.L.B. me entregó el papel, lo leí. Evidentemente, me asombre. J.L.B me miró y asintió, sin decir nada: no era una broma. Era tan cierto como que ninguno de los tres que estábamos allí teníamos ni puñetera idea de nuestra función en la danza del cosmos.

El secretario del juzgado me confió que había hecho algunas averiguaciones en el mundo judicial europeo, y que los demandantes habían iniciado – tal como había sospechado o maliciado (las ganancias de esta herencia, podían ser gigantes) – demandas similares a Rooney, Ibrahimovic, Falcao, Francescoli, Rivaldo, Messi, Cristiano Ronaldo y Hugo Sánchez, entre otros.

A través de averiguaciones posteriores inmediatas que realicé – un mero rascar la superficie del intríngulis -, he podido saber que los familiares se enteraron accidentalmente de que su antepasado había creado la destreza, y que la había registrado. Los papeles, según me comentó un colega periodista chileno (que me ha pedido el más estricto anonimato – al parecer, tiene un entredicho con su mujer sobre cuál de los dos es más chismoso), aparecieron de chiripa durante una limpieza fondo en la delegación de Talcahuano del Registro de Derechos de Autor. El empleado de la empresa de limpieza entrevió el posible negocio y buscó y (evidentemente) encontró descendientes del beneficiario de los derechos sobre la “chilena”.

Este mismo periodista, luego de realizar las consultas que le había requerido, me informó que algunas personas habían aventurado que los familiares no serían más que agentes a sueldo de federaciones y asociaciones internacionales de otros deportes, que trabajan con el objetivo de restarle vistosidad, virtuosismo al fútbol, para así terminar acaparando aficionados de este deporte. No son pocas, me dijo mi colega, las federaciones que ansían los beneficios publicitarios y de televisación del fútbol para sí…

Así pues, estoy ahondando en esta dirección. Debo decir, que lo hago con cierto temor. Sobre todo, después de que ayer, regresando a mi hogar, me dieran con una pelota de baloncesto en pleno rostro. Los niños que jugaban, parecían inocentes… Pero uno nunca sabe. Hay demasiado en juego. Y comienzo a creer que se van prefigurando dos bandos muy definidos.


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