Un nuevo tiempo parece llegar en el fútbol
sudamericano. A la obligada renovación de la Conmebol que tendrá elecciones el
próximo 26 de enero tras ser descabezada de la mayoría de los dirigentes de su
plana mayor, involucrados en los conocidos hechos de corrupción, ahora aparece
la inminente agrupación de los clubes del continente en la ACSA, la Asociación
de Clubes Sudamericanos, al estilo de lo que desde 2008 es la influyente ECA,
la Asociación de Clubes Europeos.
La idea surgió a partir de un artículo del
reconocido periodista argentino Jorge Barraza en el diario “El Tiempo” de
Bogotá acerca del destrato que vienen sufriendo los clubes por parte de la Conmebol
y del dinero que pierden sin que haya una contraprestación efectiva de la
confederación continental.
Es más, estos mismos dirigentes no tenían para pagar
los premios de la Copa América 2015 pero abonaron cifras siderales como fianza
en el FIFA-Gate.
Barraza calcula que al Bolívar, que participa casi
cada año de la Libertadores y la
Sudamericana , en los últimos 16 años le escamotearon entre 10 y 12 millones de
dólares.
Para más datos, el periodista sostiene que desde
2000, cuando los torneos comienzan a negociarse globalmente por la Conmebol, “los
derechos han sido malvendidos a propósito a un tercio de su valor” y aún así,
el reparto del dinero “ha sido malo para los clubes”. En la última Copa se
generaron 97 millones de dólares pero se repartieron 52, quedando 44 millones
para la confederación.
“Estamos
invitando a clubes para crear la ACSA porque es absolutamente indispensable
para poder decidir cosas importantes- explica Guido Loayza, titular del
Bolívar-. Vemos desde afuera cómo la Conmebol renueva contratos con Fox Sports
y otros temas que incumben a los clubes y tenemos que participar en esas
decisiones”.
“Te programan un partido entresemana a las 4 de la
tarde sin consultarte y te hacen perder 20.000 entradas”, agrega a modo de
ejemplo.
“Se juega por casi nada”, dice Germán Leguía, ex
volante mundialista con la selección peruana y hoy gerente general de
Universitario de Perú. “Nos ignoran, no saben quiénes somos, y a veces hasta
nos ponen a 50 metros de los sorteos o la entrega de premios en los actos. No
hay que ir más a los sorteos porque no tiene sentido, está todo decidido”.
“A los dirigentes de la Conmebol que dales 500
entradas VIP pero luego no tienes dónde sentarte en los estadios y en los
palcos están sus esposas con ropa y carteras carísimas”, dice Carlos Benavides,
ex arquero y ahora gerente del Sporting Cristal.
La idea de ACSA, que ya cuenta con 25 clubes de seis
países –ninguno de la Argentina por el momento, aunque Boca y Racing ya
recibieron las carpetas con los
propósitos- es desembarcar en la Conmebol entre junio y agosto de 2016 con 60 a
80 clubes fuertes del continente. Por lo pronto, el martes, durante el sorteo
de la Copa Libertadores, fue recibida por el presidente de la confederación, el
uruguayo Wilmar Valdés, a quien le pidieron participar como oyentes e invitados
en el próximo congreso del 26 de enero en Asunción.
La
ECA como ejemplo
La recién conformada ACSA se mira en el espejo de la
ECA, la influyente Asociación de Clubes Europeos, que la asesora, y que firmó
un memorándum con la UEFA el 21 de enero de 2008 y poco más de cinco meses
después participó del primer congreso de la confederación continental, entre el
7 y el 8 de julio de ese año.
Hoy la ECA, presidida por el ex futbolista y alto
dirigente del Bayern Munich, Karl Heinz Rummenigge, cuenta con 214 equipos de
los que 105 son miembros ordinarios y 109, asociados y de estos al menos uno
representa a cada una de las 53 federaciones afiliadas a la UEFA.
La cifra
exacta de miembros de cada federación queda definida cada dos años al término
de la temporada UEFA, de acuerdo al ranking. Del 1 al 3 en el ranking, 5
miembros; del 4 al 6, 4; del 7 al 15, 3; del 16 al 28, 2; y del 28 al 53, 1.
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