martes, 15 de diciembre de 2015

Sobre las múltiples invenciones del fútbol: dos casos (Por Marcelo Wío)



1.      1.     Relata el ceramista finés Ari Virtanen, en sus crónicas de viaje por las islas de los marees de Java, Savu y Flores, que en una de las islas una manera formal de dirimir diferencias, desacuerdos, era a través de ásperos duelos poéticos que solían ocasionar asesinatos – generalmente, perpetrados por el perdedor, humillado por las punzantes insinuaciones e insultos muchas veces explícitos elaborados por el vencedor.Se estimó, pues, que la justicia era demasiado importante para dejarla a manos de la solemnidad arbitraria de los orgullos en verso: a las palabras nunca se las lleva el viento, pesan demasiado en la dignidad ajena. Así fue como se abandonaron los procesos estrofados, y se inventó el fútbol. Que pronto se reveló más propio de las divinidades y se utilizó como festejo social.

2.   

    2.   El cacique Selkam (Ona) Chohn Kran, de la Tierra del Fuego tenía, según las leyendas, unas doscientas hijas – una leyenda detractora, fomentada por una tribu rival, decía que Kran manejaba un mayúsculo lupanar. Como fuere, Kran fue casando sus hijas con miembros de la tribu que estimaba valerosos, fuertes, inteligentes y honorables (aunque no necesariamente en ese orden, claro está). Pero todos los yernos resultaron un chasco. Por ello, decidió idear una competición para evaluar la valía, la astucia, virilidad, creatividad, destreza, lealtad, compañerismo…  Tras meses y meses de cavilaciones, primero; y ensayos, después; dio con la solución: creó el fútbol.


      


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