domingo, 6 de diciembre de 2015

Más de lo mismo: Angelici sigue en Boca




El holgado triunfo de Daniel Angelici en las elecciones presidenciales de Boca Juniors es apenas un botón de muestra de un resultado esperable. Con una oposición dividida entre Amor Ameal yJosé Beraldi, que no supieron encontrar los caminos para unirse, al oficialismo le resultó un poco más transitable el camino del éxito.

De todos modos, hay dos elementos fundamentales para tener en cuenta: que entre las dos listas opositoras hubo más votos que para el oficialismo, cosa que Angelici deberá atender en su próxima gestión, como que las tres listas, en un acto de sinceramiento que deberían tener, nacieron en el mismo riñón: el del macrismo.

No hay que olvidarse de que Beraldi formó parte de la conducción y que el propio Ameal surgió a la notoriedad tras la muerte de Pedro Pompilio, aunque luego su camino se bifurcó.

Lo que sorprendentemente ocurrió en Boca, y ya viene sucediendo desde hace tiempo, es que no ha logrado emerger un movimiento alternativo real, como el que por ejemplo hubo en tiempos de Antonio Alegre, Carlos  Heller y Pablo Abbatángelo, aunque bien pudo haber otras ideas distintas.

Raro es que un club con tantos socios como Boca, con tanto arraigo en todo el país, no presente listas alternativas que propongan otra relación con los socios, con la comunidad, con la dirigencia política, otro compromiso para erradicar la violencia o bien para denunciar el accionar policial y delincuencial de la zona o entablar otro tipo de relación con los vecinos y hasta con la AFA, tras el desastre de la frustrada elección pasada.

El debate presidencial se redujo a algunos medios, con periodistas “de la casa” y algunos pocos allegados, y a pocos temas como quién debe ser el Dt del equipo profesional de fútbol, si la Bombonera debe seguir o si se debe construir otro estadio, qué jugadores vendrían, y la relación con “La 12”.

De hecho, en los días previos a las elecciones, las típicas preguntas de la prensa a los tres candidatos se redujeron a no más de cinco o seis, prueba de lo que se sostiene.

El triunfo de Angelici, además, genera la inquietud sobre si el otra vez presidente de Boca podrá culminar su mandato de cuatro años o si será cooptado por el Gobierno nacional para alguna función, tal como denunció la aliada macrista en el nivel nacional Elisa Carrió, quien colocó al dirigente boquense como parte fundamental de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, desde su manejo de jueces y fiscales en Comodoro Py.

En un artículo que hemos publicado en el Diario Perfil el pasado domingo y que puede leerse en este blog, hemos dado un claro ejemplo del accionar de Angelici en el ámbito judicial, cuando consiguió quitar de las causas de “La 12” al juez Manuel De Campos, y a pocos días de que comenzara la serie de los tres Superclásicos de 2015, el del campeonato y los dos de la Copa Libertadores.

Si sumamos que como planteó Horacio Verbitsky en el diario Página 12 del mismo domingo, el jefe de Gabinete de Seguridad de la provincia de Buenos Aires será Marcelo Rochetti, quien supo ser abogado defensor de conspicuos barras bravas de Boca y de River Plate, es como para estar atentos a los próximos pases en todos los sentidos.

Se supone que en poco tiempo, Angelici llamará a un promocionado plebiscito para la construcción de un nuevo estadio que albergue a muchos miles de espectadores más y que termine con el problema estructural de los “socios adherentes”, que esperan su oportunidad en una larga lista, y que sin importar mucho el juego, sino los resultados, continue como entrenador Rodolfo Arruabarrena.

Son datos que hacen a una parte del todo, porque con Angelici es muy probable que haya una continuidad al negocio de las concesiones, las barras “oficial” y “paralela”, los extraños pases de futbolistas al exterior, en algunos casos siendo muy jóvenes y con gran futuro, para no decir que hay otras operaciones opacas como el más que promocionado regreso de Carlos Tévez por un poderoso grupo mediático (que titula con el Apache en vez de Boca en cada logro del equipo), por el que el club pagó 5 millones de dólares y los pases de jugadores con futuro como Vadalá o la prioridad por Cubas a la Juventus, cuando un año más tarde, el crack hubiera llegado gratis por quedar libre al finalizar su contrato con los italianos.

Tampoco hay acceso al documento del acuerdo de Boca con el Barcelona por el manejo del fútbol juvenil, algo que tampoco quiere mostrar el club catalán, por lo que nos dan a entender que hay algo, o varias cosas, que no quieren que sepamos.

Nos dicen que no quieren que Boca juegue como el Barcelona, pero firman convenios con ese club y quien coordina las divisiones inferiores, proviene de la estructura azulgrana como “Coqui” Raffo. Sería bueno tener una versión más coherente del tema.
Angelici parece comulgar con Macri, a quien le entregó días pasados un carnet de “Socio Honorario”, y sin embargo, es evidente que en cuanto a la presidencia de la AFA, piensan y votan lo contrario. Macri pretende que gane Marcelo Tinelli, y el presidente de Boca, Luis Segura, al punto de pretender que se eligiera a mano alzada en el predio de Ezeiza, por más que luego no prosperara.

Angelici dice representar el sentir del hincha de Boca, supuestamente enojado por el accionar de San Lorenzo en aquel partido que iba a suspenderse por la participación de la selección argentina en dos amistosos, en el que además perdió sobre la hora, pero estas estimaciones son más que dudosas. En cada encuesta mediática, los votos de los hinchas de Boca van mayoritariamente hacia Tinelli.

Angelici representa, por fin, la continuidad de un Boca “fashion”, de un club con fans, no con “fanas”, con mucho glamour, blanquitos de clase media en las tribunas, palcos carísimos con mozos sirviendo champagne, y diálogos de computación en los regresos en colectivo, lejos de aquellos que golpeaban los techos con el clásico “dale boooo”. 

Esos, sólo acceden a la Bombonera cuando hay entrada gratis, como en festejos de títulos o la extraña presentación de Tévez, con cámaras de un canal de TV cable casi asociado al club, en zonas de privilegio y posterior escándalo periodístico más que conocido.

Todo eso y mucho más es Angelici, representante de una manera de hacer política de club. Nada menos que un macrismo futbolero que hizo alianza con un sector radical (el Coti-Nosiglismo) y que maneja el Juego como pocos.


Para Angelici, es para cantar Bingo. Cuatro años más del Boca Fashion. Macrismo en la Ciudad, en la provincia, en la Argentina…y en Boca, por si faltara un polo más de poder.

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