La selección argentina tendrá, más pronto que lo
habitual, la chance de ganar por fin un título con esta generación que incluye
al mejor jugador del mundo, Lionel Messi, con la oportunidad de la Copa América
Extra de los Estados Unidos, apenas un año después de su frustrada final ante
los locales de Chile por penales y con 23 años sin ninguna conquista.
Pocos podían pensar, cuando Oscar Ruggeri levantó la
Copa América en Ecuador 1993, que ese sería el último trofeo oficial de la
selección absoluta argentina, con todas
las estrellas que vistieron esa camiseta posteriormente, en especial las
estrellas que en la actualidad y desde hace una década en muchos casos, son
grandes figuras del fútbol europeo.
El equipo argentino arañó el título mundial en
Brasil 2014 pero perdió en el alargue de la final ante Alemania, y empató el
partido decisivo de la Copa América 2015 ante Chile y luego cayó por penales,
en tanto que en 2004, Brasil le empató la final en el último minuto en Perú y
luego venció por penales y el mismo equipo le ganó la final de Venezuela 2007,
aunque en ese caso, con mucha mayor claridad (3-0).
La mayor amenaza para la selección argentina en esta
Copa, que se disputa en Estados Unidos para conmemorar el centenario de la
primera edición de la competencia más antigua del mundo en el nivel de
selecciones, parece ser la de México, que se ha lanzado con su mejor plantel
posible a la conquista de América y debutó ganándole bien 3-1 a Uruguay por el
Grupo C.
El conjunto celeste, siempre dirigido por Oscar
Tabárez, como en los últimos años, no pudo contar con Luis Suárez, que arrastra
una lesión, y ahora deberá jugarse el pase a cuartos de final ante Venezuela,
ganadora de la poco experta Jamaica por 1-0.
Esta Copa América cuenta con cuatro equipos más que
lo tradicional, que incluía a los diez seleccionados sudamericanos y dos
invitados, casi siempre de la Confederación del Norte y Centro América y el
Caribe (CONCACAF) pero ahora, por tratarse de una competencia especial, esta
confederación aporta seis equipos, por lo que la fase de grupos se dividió en
cuatro de cuatro conjuntos cada uno, de los que pasarán a cuartos de final los
dos primeros.
En el Grupo A, Colombia, dirigida por el argentino
José Pekerman como en el Mundial 2014, venció 2-0 a un sorprendente equipo de
Estados Unidos, que no pareció transmitir la fuerza de otras oportunidades y
que ha perdido parte del funcionamiento que se le ha conocido en el pasado
reciente.
En el segundo partido, Paraguay y Costas Rica
aburrieron mucho en un 0-0 porque los centroamericanos no se parecieron a aquel
equipo que casi llega a la semifinal en Brasil 2014 y se contentaron con el
empate, mientras que Paraguay, con mayor técnica, no tuvo cambio de ritmo y
prefirió tener la pelota pero no profundizar acercándose al área rival.
Brasil, por el Grupo B, apenas si pudo rescatar un
empate ante Ecuador. Los dirigidos por Dunga no repitieron ni un solo jugador
del bochornoso 1-7 ante Alemania en 2014, y sin Neymar, al priorizar que
participe en agosto en los Juegos Olímpicos, no tuvo demasiada fluidez en el
juego, aunque tampoco decepcionó. Simplemente, esta generación de futbolistas
está lejos del alto nivel y de las estrellas que este país tuvo hasta no hace
tanto tiempo.
En un partido algo más atractivo, Perú se las
arregló para vencer a uno de los equipos de menor tradición, Haití, gracias a
su goleador Paolo Guerrero pero no da garantías de que pueda mantener el
liderado cuando enfrente a Brasil o a Ecuador en las dos jornadas que quedan.
Por el Grupo D, el partido inaugural entre Argentina
y Chile puede ser decisivo para la tabla de posiciones finales porque estos dos
equipos suenen como mucho más fuertes que los otros dos que se enfrentan,
Bolivia y Panamá.
En el equipo argentino parece dificultoso que Messi
pueda ingresar desde el inicio debido a una molestia en la espalda que arrastra
desde hace varios días como producto de un golpe que recibió en un partido
amistoso ante Honduras, de preparación para esta Copa. En el caso de que no
pueda jugar, su reemplazante natural será Nicolás Gaitán, quien acaba de ser
transferido desde el Benfica al Atlético Madrid por 25 millones de euros.
En el conjunto chileno, que tratará de ratificar su
condición de campeón de América (representará al continente en la próxima Copa
Confederaciones de Rusia en 2017), sorprendió que su nuevo entrenador, el
también argentino Juan Antonio Pizzi, no convocara para este torneo a quien
resultó elegido mejor jugador en la Copa América del año pasado, “El Mago”
Jorge Valdivia, quien le aportaba una importante cuota de claridad en los pases
entrelíneas y el armado del juego.
La sorpresa fue mayor aún cuando su reemplazante
natural para esa posición, Matías Fernández, se lesionó y quedó marginado de la
competencia.
¿Podrá Messi, por fin, levantar una Copa con la
selección argentina absoluta? Seguramente lo sabremos el 26 de junio, cuando en
el estadio Met Life de Nueva Jersey se conozca al campeón tras la final de un
torneo que promete muchas emociones y estadios repletos.
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