martes, 23 de julio de 2019

Crónica de un “suicidio político” anunciado






No fuimos ningunos visionarios. Era una cuestión de sentido común cuando fuimos anticipando lo que podía pasar (http://sergiol-nimasnimenos.blogspot.com/2019/07/a-messi-lo-dejaron-solo-tuvo-que.html).  La AFA se suicidó políticamente por su propia incapacidad, por su propia impericia a la hora de resolver un conflicto que fue in crescendo con los años, desde 2017 en adelante, y ahora puede pasar lo peor para el fútbol argentino.

Lo del término “suicidio político” no es nuestro. No es algo que se nos haya ocurrido a nosotros, sino que la utilizó ante nosotros, una alta fuente de la Conmebol, es decir que es aún mucho peor.

Porque un dirigente, lo repetiremos hasta el cansancio, se destaca de la masa porque tiene una mirada superadora, una capacidad de acción diferente, un poder para anticiparse a los hechos y conocer el contexto en el que se mueve, y esto es básico para ocupar un cargo de relevancia en el mundo del fútbol en estos tiempos en los que cada detalle es fundamental.

Y si Tapia llegó tan trabajosamente a ser el representante de la Conmebol ante la FIFA en octubre de 2018, saliendo del aislamiento en el que se encontraba la AFA tras la intervención desde mediados de 2016 hasta marzo de 2017, cuando ayudado por la suerte de que fuera desplazado el saliente presidente de la AUF, Wilmar Valdez, lo dilapidó todo en apenas nueve meses, lo que dura un embarazo. En vez de dar a luz una mejor situación para el fútbol argentino, fue desplazado igual que su antecesor y ni siquiera logró terminar su mandato de transición que llegaba hasta 2020.

Hay que recordar bien el comunicado que emitió hace pocas horas la Conmebol. En él dice que no sólo Tapia fue desplazado” de su cargo de representante de la entidad ante el Consejo de la FIFA sino que se le “retiró la confianza”, por lo que, aunque pueda seguir siendo parte del Comité Ejecutivo como presidente de la AFA, ya no tendrá de dónde agarrarse a la hora de la toma de decisiones (http://conmebol.com/es/declaracion-del-consejo-de-conmebol).

Esto implica, por ejemplo, que la AFA puede licuar su escaso poder antes de la Copa América 2020, que compartirá como sede con Colombia, y la que ya le provocó un enojo porque perdió de organizar la final, a cambio de ser la sede del partido inaugural. Y también implica que peligra mucho más lo que pudiera ocurrir con Lionel Messi, a la espera de la sanción que saldrá en los próximos días, al quedar sin mucha defensa, si bien fuentes de la Conmebol aseguraron a este periodista que lo del crack del Barcelona “corre por otra vía” y se cree que sus declaraciones “fueron más producto de la calentura”, muy diferente a lo ocurrido con Tapia.

Lo del presidente de la AFA es esperpéntico por donde se lo mire. Porque su incendiaria carta a la Conmebol tras la semifinal contra Brasil en la pasada Copa América no sólo es quejosa por demás, sino que olvida que la selección argentina fue beneficiaria del VAR ante Paraguay en la primera fase, y que una asociación que tiene como antecedentes el 5-0 a Perú en 1978, La Mano de Dios en 1986 o el bidón de Branco en 1990, no está para quejarse de corrupción. Y menos, cuando se cambian a su antojo los torneos internos para beneficiar a los amigos.

Ahora viene lo más complicado. Otra vez, el fútbol argentino queda aislado del continente y acaso del mundo, y aunque la Conmebol tiene pensado organizar un Congreso Extraordinario (por ahora sin sede) entre agosto y octubre próximos para elegir al sucesor de Tapia y la AFA puede votar (incluso el mismo Tapia, como miembro del Comité Ejecutivo en tanto presidente de la AFA), no parecen ser las mejores condiciones ni para él ni para alguien que él designe, porque no terminará siendo otro que un adláter de él mismo, y por lo tanto, mal visto por la Conmebol.

Tras el disparate de aquella carta a la Conmebol, que increíblemente nadie paró, ni desde lo político ni desde lo jurídico de la AFA, llegó otra, al día siguiente, y firmada por el director de la Escuela de Árbitros, Federico Beligoy, insistiendo en que la Conmebol no respondió a la anterior cuando apenas habían pasado 24 horas, en un disparate pocas veces visto y en el que nada tenía que hacer un personaje absolutamente secundario en estas cuestiones (hasta para revalidar un título se necesita el sello de Cancillería, no sólo del Ministerio de Educación).

Pero ni siquiera pararon allí. El delirium tremens continuó sin que nadie parara a Messi en su enojo con la organización de la Copa y el arbitraje, exponiéndolo ahora a una durísima sanción (y ahora sin una defensa dirigencial), pero por si fuera poco, utilizando a los amigos y cierta prensa afín para hacer trascender, en medio de la final (acaso con la infantil idea de opacarla), que la AFA podría retirarse de la Conmebol para irse a la UEFA, rotundamente desmentido por ésta.

El último capítulo de este dislate se produjo hoy en Luque, sede de la Conmebol, cuando en la tensa reunión a la que Tapia fue citado por aquellas cartas, el presidente de la AFA no se retractó, sino que mantuvo su postura inicial, y en la que le hicieron recordar que fue él, precisamente, uno de los impulsores del VAR y que así como fue perjudicado ante Brasil o Chile, fue beneficiado ante Paraguay.

O estás en el sistema y sos parte, o no estás y te vas. No hay intermedios posibles y Tapia lo sabe mejor que nadie. Pero para ser dirigente a este nivel, hay que tener capacidad, o irse.

Y hoy fue un día clave para medir esa capacidad.


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