Fue el 10 de
mayo de 1964, hace cincuenta y cinco años y medio y cuando nadie lo podía
imaginar. En el contexto de una de sus tantas giras por el mundo, el Santos de
Pelé llegaba de jugar varios partidos amistosos en el territorio argentino, y
los había ganado todos (contra Godoy Cruz en Mendoza, contra Talleres en
Córdoba y contra Boca y Racing) cuando fue derrotado por Colón de Santa Fe 2-1
en el estadio Brigadier Estanislao López, que días más tarde, con la conmoción
mundial por el resultado, pasó a ser conocido como “El Cementerio de los
Elefantes”.
Santos era
tricampeón brasileño, y al mismo tiempo, bicampeón de América e intercontinental,
llevaba un invicto de 43 partidos, y recibió exactamente 2.597.460 pesos para
venir a jugar a Santa Fe, además de un seguro para proteger las piernas de sus
cracks. Le había ganado 3-2 a Godoy Cruz, 2-1 a Talleres, 4-3 a Boca y 2-1 a
Racing.
Colón era la
contracara del Santos. Había ascendido por decreto a la Primera B (en ese
momento, la segunda categoría del fútbol argentino) junto con otros siete
equipos, y en el contexto de los 59 años de su fundación, el entonces
presidente Pedro Ítalo Giménez decidió traer al Santos, aprovechando su gira
por el país, y al que se consideraba como el mejor equipo del mundo.
El estadio
Brigadier Estanislao López, ubicado en el Barrio Centenario, una zona de
reiteradas inundaciones, no era el de
ahora. Tenía tablones de madera y hacía unos años había cambiado el nombre
luego de que se llamara antes Eva Perón.
Ese equipo de
Colón estaba compuesto por muchos jugadores paraguayos: el arquero Juan Luis
Pérez, los defensores Juan Bareiro y Ediberto Pérez, el volante izquierdo Luis
Cabaña, el volante defensivo Cilenio López y su hermano, el centrodelantero
Fernando López.
Colón venía de
perder ante Platense 2-0 el día antes, por la primera B, en Buenos Aires, por
lo que el plantel tuvo que tomar un avión de urgencia para regresar lo más
pronto posible a Santa Fe. La comisión directiva decidió pagar el doble de
premio por ese esfuerzo y consideró como “ganado” el partido perdido ante
Platense, pese a la derrota. En esta oportunidad, se calcula que hubo unos
cinco mil espectadores más de lo que acepta la capacidad del estadio. Iba a
jugar Pelé, que además ya había ganado dos Copas del Mundo con su selección.
“Cuando nos
estábamos cambiando en el vestuario, René Romero, el arquero suplente, me dijo
“no sé para qué nos hacen jugar este
partido contra estos negros, que nos van a hacer diez goles” y yo para
embromarlo le dije que no, que les íbamos a ganar”, recordó “El Chijí”,
Norberto Serenotti a “Enganche”, de “Página 12”.
El DT de Colón
era José “Chengo” Canteli, quien les dijo a los jugadores antes de salir a la
cancha: “¿Les tienen miedo? Son 11 contra 11 pero si ellos no hacen goles y
nosotros sí, vamos a ganar” pero también les pidió que hicieran “lo
imposible para no pasar vergüenza”.
Santos comenzó
ganando con un gol de Pelé, que tuvo otra ocasión en la que remató desde la
mitad de la cancha y la pelota dio en el travesaño y con tanta potencia que
tras el rebote, salió del área de Colón. Empató Fernando López, aunque la
jugada fue de Serenotti, quien tras un par de gambetas quedó solo ante Gilmar,
pero prefirió tocar al medio para que la empujara delantero. Y a tres minutos
del final, Luis “Motoneta” López hizo una gambeta por la banda derecha y envió
un centro preciso para la cabeza de Demetrio “Ploto” Gómez, quien con un certero
y angulado cabezazo, batió a Gilmar para delirio de los hinchas “sabaleros”.
Desde ese
momento y tras la euforia del final, pitado por el árbitro argentino Miguel
Comesaña, López (falleció el pasado 2 de abril, siendo empleado del club y
llevaba siempre una camiseta que decía en su parte delantera “Yo le gané al
Santos de Pelé”) y Gómez (fallecido el 14 de septiembre de 2013), integrantes
del dúo del gol del triunfo de Colón, fueron reconocidos como héroes de la
ciudad por los hinchas. “Ese gol me cambió la vida”, llegó a manifestar López.
Cuando terminó
el partido, el arquero brasileño reconoció que “fueron ellos los que jugaron
como si fueran campeones del mundo” y con los años, en una entrevista radial,
el ex puntero Pepe reconoció que “no hay excusas y esa vez nos ganaron bien”.
El árbitro fue Miguel Comesaña.
“Justo estábamos
en una fase muy buena, en la que ganábamos todos los campeonatos y los partidos
amistosos, y perdimos en Santa Fe 2-1”, contó Pelé en diálogo con el periodista
santafesino Daniel Jovellano, en el que recordó que “Santos quiso hacer una
revancha porque en esos tiempos era factible, pero no se pudo”. Incluso, le
ofrecieron a Colón pagarle el viaje y quedarse con la recaudación, pero el
presidente Giménez se negó de plano y nunca confirmó esta oferta, acaso para
quedar como ganador ante el Santos para la posteridad.
El reconocido
periodista Pedro Eusebio cuenta que Colón había preparado un refrigerio para
después del partido pero que los jugadores de Santos no tomaron ni una sola
copa.
Pese a la
repercusión que tuvo en el mundo este triunfo, el nombre de “Cementerio de los
Elefantes” no apareció inmediatamente. Quien creó esta denominación fue el
periodista Ángel José Gutiérrez, del diario “El Litoral”, que tras este partido
siguió llamando al estadio como “Del Barrio centenario”, más allá de que ese
día, en la redacción, sonó la campanilla del “paren las rotativas” por segunda
vez en la historia. La anterior había ocurrido un año antes, cuando el
asesinato del entonces presidente de los Estados Unidos, John Kennedy.
“El Cementerio
de los Elefantes” apareció meses después en el diario porque 1964 resultó un
año excepcional para Colón. Apenas cuatro meses más tarde, el 7 de septiembre,
le ganó otro amistoso a la selección argentina (que en junio se había
consagrado campeón del torneo Cuatro Naciones en Brasil ganándoles a los
locales, con Pelé, 3-0) por 2-0. Y dos meses más tarde, el 9 de noviembre,
venció a River en otro amistoso por 2-1.
Allí fue que tras esa seguidilla, el estadio tomó el apodo con el que se
lo conoce hasta hoy.
En una de las
entradas del estadio hay una inscripción que dice “En este Cementerio no se
llora, se alienta”. Los cinco equipos grandes cayeron allí, también la
Selección y hasta Peñarol , en 1967, cuando todavía era campeón de América e
Intercontinental.
Colón formó con
Juan Luis Pérez; Carlos Larpín, Juan Bareiro, Alberto Poncio y Ediberto Pérez
(Ceballos); José Luis Broggi (Demetrio Gómez), Cilenio López, Luis Cabaña y
Norberto Serenotti (García); Luis López y Fernando López. DT: José “Chengo” Canteli.
Santos:
Gilmar; Lima, Modesto, Joel (Mauro) y
Giraldinho, Almir (Rossi) y Zito (Ismael); Peizinho (Dorval), Coutinho, Pelé y
Pepe. DT: Luis “Lula” Alonso.
Goles: 37m Pelé
(S), ST 6m F López (C), y 42m Demetrio
Gómez (C)
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