lunes, 14 de abril de 2008

Ronaldinho, el Barcelona y una historia que se repite (Yahoo)

Todo indica que por fin comienza a formalizarse la inminente salida de Ronaldinho del Barcelona, si es por las claras declaraciones de su hermano, Roberto Assís, acerca de lo fácil que sería para el astro brasileño, acudir al reglamento de FIFA y escapar en base a una cifra muy baja en euros hacia otro destino, que hasta incluso podría ser el mismísimo Real Madrid, si bien suena improbable.
En verdad, la crisis entre Ronaldinho y el Barcelona lleva su buen tiempo, casi desde que el ex vicepresidente Sandro Rosell, hombre ligado históricamente a la empresa Nike y quien trajo a la mayoría de los brasileños del actual plantel, renunciara a su cargo enfrentado con el presidente Joan Laporta.
Desde ese momento, el vestuario del Barcelona comenzó a dividirse en dos, los que estaban con uno u otro dirigente, y si Ronaldinho representaba a los seguidores de Rosell, el camerunés Samuel Eto’o pertenecía al otro sector y eso explotó en un acto al que acudió el africano un año atrás, en el que se despachó hacia parte de sus compañeros y el propio entrenador holandés Frank Rikjaard, aunque luego intentara desmentirlo y el técnico hiciera la vista gorda para poder sobrellevar lo que quedaba de una liga pasada que fue más perdida por el Barcelona que ganada al final por el Real Madrid.

Todo indica también que el gran ciclo del Barcelona llegará a su fin porque crecientes rumores indican que Rikjaard ya ha comunicado que no continuará como entrenador (de allí los coqueteos con el portugués José Mourinho y hasta con el madrileño Rafa Benítez, ahora en el Liverpool), así como otros jugadores evidentemente se irán, entre ellos aparece con mayor nitidez el brasileño Deco (nacionalizado portugués) y no casualmente gran amigo de Ronaldinho. También es sabido que el italiano Zambrotta quiere regresar a su país y el Milan aparece como la gran opción, mientras que el francés Thierry Henry no pierde ocasión para decir que extraña a su hija en Francia, y Geovanni, que no se siente cómodo con una afición que prefiere a Bojan Krkic y no le manifiesta el mismo cariño.
Por otra parte, el desembarco del inglés Frank Lampard, de novio con una catalana y ligado futbolísticamente a Mourinho, así como los defensores centrales argentinos Ezequiel Garay (Racing de Santander) y Fabricio Coloccini (Deportivo La Coruña) están prácticamente seguros, y habrá un fuerte intento por el retorno de Cesc Fabregas (ahora representado por Dein, un hombre de estrecho vínculo con el club) y por el fichaje de la gran estrella emergente del fútbol francés, Karim Benzema, del Olympique de Lyon.
Lo que llama poderosamente la atención en el Barcelona es que parece ya un sino fatal que todas, o la mayoría de sus estrellas, comienzan con un gran esplendor, pero suelen terminar mal, incluso enfrentados con la entidad y con sus hinchas.
Un caso paradigmático de estos tiempos es el delantero argentino Javier Saviola, quien al llegar en el verano de 2001 luego de ganar y ser la estrella del Mundial sub-20 de su país y máximo goleador del certamen, no sólo arribó al aeropuerto de El Prat como la gran figura de la temporada, sino que aprovechando el tirón del fichaje espectacular que el Real Madrid había hecho con Zinedine Zidane, los medios deportivos catalanes pusieron a Saviola en el mismo plano que el francés, colocándolo en portada de sus diarios durante todos los días, y hasta siguiéndolo con sus periodistas y fotógrafos en sus cortas vacaciones en playas paradisíacas.
Apenas una temporada después, cuando ya Louis Van Gaal lo utilizó poco y fue perdiendo posiciones aún con veinte goles convertidos, ya Saviola era una pieza de recambio y muchos cuestionaban su fichaje. ¿Es que Saviola no había rendido, con veinte goles habiendo jugado poco, o es que el listón estaba demasiado alto y la comparación con Zidane, un jugador mucho mayor, ya hecho y consagrado, ante un juvenil que recién comenzaba su carrera, era inconducente? Parece mucho más lo segundo que lo primero.
Y esto suele ser muy común en el andamiaje y la estructura del Barcelona: el inicio es tan rutilante, es tanta la adrenalina puesta en el fichaje, que luego todo se va deshilachando y la sensación es que hasta las principales estrellas del mundo sufren un desgaste al verse desconsiderados al primer traspié.
No significa esto que Ronaldinho se haya comportado siempre como un superprofesional aunque debe entenderse que los jugadores son jóvenes, que tienen una vida privada, y que al ser “más que un club”, como reza el lema del Barcelona, sobre ellos hay una exigencia y una presión mediática difícil de sostener. Es claro que Ronaldinho era el niño mimado de los catalanes cuando llegó, y ni qué hablar cuando el Barcelona ganó dos ligas y la Champions League, pero en poco tiempo había pasado a ser villano, aunque nunca al punto del Judas que representó para muchos el portugués Luis Figo y su escandaloso pase directo al Real Madrid, considerado como una traición.
Pero al recordar la lista de aquellos jugadores que se fueron mal del Barcelona, aparecen desde Diego Maradona hasta Johan Cruyff, desde Luis Figo hasta Rivaldo, Ronaldo, Romario o ahora parece ser Ronaldinho, desde Bernd Schuster hasta Hristo Stoichkov o Javier Saviola. Y que parece que repetirán Ronaldinho, Henry y Deco cuando acabe esta temporada.
Y cuando todo eso pasa, hay que pensar en que muchas de las estrellas citadas pudieron tener puntos de conflictividad, pero algo pasa también con el club y con el trato que se le da a sus mejores jugadores. No basta con contratar a los mejores, sino mantenerlos y hacerlos sentir bien hasta el final. Y en esto, en algo está fallando históricamente el Barcelona.

2 comentarios:

Unknown dijo...

q hafa sacar a un jugador de los mejores solo x q no hace goles hace 3 meses si el club esta conformado x 10 jugadores mas q pueden hacer lo mismo y le hechan la culpa a un solo es injusto el club no sabe valorar a sus jugadores

Unknown dijo...

q chafa con el barsa sacar a uno de los meores jugadores solo x q no hace goles hace 3 meses pero si el equipo lo conforma 10 jugadores mas y la suplencia q puede hacer lo mismo y ganar los partidos,,,,,, malo echarle a la culpa aun solo jugador malo el club no esta valorando a los jugadores q pna q solo los valoren cuando ganan copas q mal