Los octavos de final de la Copa Libertadores de América, que comienzan el próximo miércoles, reúnen diez equipos de los dieciséis entre argentinos y brasileños, en una nueva demostración del poderío futbolístico de estos dos países en el continente y a la vez, la enorme distancia que hay entre éstos y los de Chile, Perú, Paraguay, Bolivia y Venezuela, que no han logrado pasar de la primera fase.
Brasil ha logrado clasificar a sus cinco representantes, San Pablo, Cruzeiro, Santos, Flamengo y Fluminense, mientras que Argentina ha colocado a cinco de sus seis equipos en la misma instancia de octavos de final, al actual campeón, Boca Juniors, junto con River Plate, San Lorenzo, Estudiantes y Lanús, mientras que sólo Arsenal, actual campeón de la Copa Sudamericana, se ha quedado eliminado.
De los restantes seis equipos, Colombia ha logrado clasificar a dos, Deportivo Cúcuta, semifinalista de la edición anterior, que deberá medirse con el Santos de Leao, que ha sufrido hasta el minuto 88 del último partido para clasificarse, mientras que el otro representante colombiano, el Atlético Nacional de Medellín, deberá medirse con el Fluminense de Río de Janeiro.
Una de las sorpresas es la Liga Deportiva de Quito, que tendrá un muy difícil compromiso ante Estudiantes de La Plata, tricampeón de la Copa en la década del sesenta, y Nacional de Montevideo, único exponente uruguayo y también tricampeón (1971, 1980 y 1988), que se medirá al San Pablo, también tricampeón pero más reciente (1992, 1993 y 2005), y que cuenta con el delantero Adriano, cedido por el Inter italiano hasta junio próximo.
También México, animador tradicional de las últimas temporadas, ha logrado clasificar a dos equipos para los octavos de final. Por un lado, el América, de gran crisis en el torneo local, deberá jugar ante el Flamengo de Brasil, mientras que en un compromiso que asoma como parejo, el Atlas de Guadalajara deberá jugar ante el Lanús, último campeón argentino.
Los dos choques más duros y parejos son los que enfrentarán a Boca Juniors, clasificado también de manera angustiosa en el final (aunque en 2007 ocurrió lo mismo y fue campeón, también de la mano de Juan Román Riquelme, aunque el entrenador de entonces era Miguel Russo y ahora es Carlos Ischia), y Cruzeiro, bicampeón de la Copa, y que ya jugara ante Boca una final, en 1977, ganada por los argentinos desde los penales. Y también el que enfrentará a dos clásicos del fútbol argentino como San Lorenzo y River Plate.
Este clásico entre San Lorenzo y River tendrá el agregado de que como entrenador de San Lorenzo se encuentra Ramón Díaz, muy identificado con River aunque enfrentado a su dirigencia, que lo echó cuando había ganado varios campeonatos, y que volvió a buscarlo para esta temporada pero su respuesta fue que estaba comprometido con su actual club, en el que ha fichado a varios ex jugadores de River con los que ganó un torneo local en 2007.
San Lorenzo, por su parte, se encuentra abocado a la conquista de uno de los torneos que se le niegan desde que fue fundado hace cien años y pretende ganarlo justo en el especial año de su Centenario, por lo que decidió gastar una fortuna en importantes refuerzos del nivel de D’alessandro, Bilos, Bergessio o Romeo.
River, ahora dirigido por Diego Simeone, se encuentra en el primer lugar en el campeonato argentino, y también necesita urgentemente retornar a los primeros planos internacionales debido a que su última Copa Libertadores fue conseguida en 1996 y en la última década se ha alejado mucho de su rival más fuerte, Boca.
Por el lado de los equipos brasileños, aparecen como más fuertes el San Pablo, de gran tradición copera y con una base de muy buenos jugadores como Adriano, o su arquero Rogerio Ceni, autor de muchos goles de penal y tiro libre, pero también el Fluminense , que lleva ya dos años en la élite.
Los equipos mexicanos no parecen ser tan fuertes en esta temporada pero sus buenas figuraciones en los últimos años abren un signo de interrogación, al igual que el Santos y los colombianos.
El ganador de esta edición de la Copa Libertadores jugará en diciembre como representante del continente sudamericano en el Mundial de Clubes de Japón.
Por lo general, hay una coincidencia entre los más importantes analistas sudamericanos acerca de que los octavos de final de esta Copa son los más fuertes y parejos de los últimos tiempos, con no menos de diez candidatos en condiciones de ganar el torneo, que finaliza el 2 de julio y será el último con este formato.
El cambio de sponsor, del Banco Santander español por Toyota de Japón, abrió las puertas para pasar a que se juegue desde la edición 2009 una sola final, con sede en Miami, Estados Unidos, y muy posiblemente en poco tiempo, la Confederación Sudamericana (Conmebol) aceptaría la entrada en la Copa Libertadores de dos representantes de la Major Ligue Soccer de los Estados Unidos, tal como ocurriera en los años noventa con los mexicanos.
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