Parece que todo lo ocurrido en los noventa no fueron
suficiente escarmiento para los dirigentes del fútbol argentino, que otra vez
cayeron en la misma trampa, la de entregarle el gran negocio de la televisión a
parte de los mismos que lo esquilmaron, le ocultaron información y lo
aprovecharon para armar un monopolio y como si eso fuera poco, formaron parte
de un modelo de corrupción internacional en el FIFA-Gate.
Se repitió hasta el cansancio que el hecho decisivo
para que la alianza Fox-Turner ganara la compulsa por los derechos del fútbol
argentino, que consiste en 4200 millones de pesos al año (una llave de 1200 y
luego el pago en veces de los otros 3000), fue una difundida carta de la
empresa TRISA (Torneos más Grupo Clarín) en la que sólo se le garantizaba a la
alianza ganadora que se desistiría del juicio con la AFA por la rescisión
unilateral de contrato en 2009, cinco años antes del final, para que la TV
pasara a manos del Estado con el programa “Fútbol Para Todos”.
Sin embargo, esa carta (que todavía habría que
estudiar si tiene visos de legalidad y no representa algo extorsivo y de
posición dominante) es apenas una gran excusa.
Lo cierto es que Fox-Turner no habían hecho la mejor
presentación de su sobre pero aún así, la AFA le dio tiempo para corregirlo
pese a que el plazo había vencido, con la consecuente bronca de sus
competidores ESPN y Mediapro, y tampoco parece que importe la ética y que
Torneos sea la empresa que suele producir todo para Fox Sports, cuando tiene
directa relación con el FIFA Gate, es decir, el pago de coimas a dirigentes de
la Conmebol para quedarse con los derechos de varias Copas América hasta 2023.
Claro que si Fox Sports siguió transmitiendo tanto
la Copa Libertadores como la Sudamericana en una Conmebol supuestamente
renovada con la presidencia del paraguayo Alejandro Domínguez, ¿qué queda para
esta AFA caótica y absolutamente sumida a los intereses políticos y económicos?
¿O acaso no fue el periodista Fernando Niembro, tan
ligado al PRO y al presidente Mauricio Macri, la cara más visible de la cadena
Fox Sports Latinoamérica en un pasado reciente? ¿O acaso no es el ex CEO de
Torneos, Alejandro Burzaco, involucrado
directamente en el FIFA-Gate, hermano de Eugenio, el secretario de Seguridad de
la Nación?
Sin embargo, aún con datos tan contundentes, la
historia de la obtención de estos derechos de TV no comenzó ahora sino que
viene desde hace nueve meses, cuando el mismo pacto de estos días entre el
moyanismo y el tinellismo (“te doy la AFA pero dame la Superliga”), estaba a
punto de cerrar a la perfección, pero
hubo una bajada de pulgar desde la cima del poder político porque faltaba el
actor principal.
El acuerdo, hasta ese momento, era que Turner se encargaría de transmitir el fútbol
grande de la Argentina, y que la plataforma sería AFA TV, un viejo proyecto que
incluía a todas las categorías y que se emitiría por todos los soportes. Pero desde
lo más alto del poder se le aconsejó a la empresa norteamericana, que
nunca había transmitido fútbol en el país, que arreglara con el grupo más
poderoso, y eso es lo que fue ocurriendo en estos años.
Así es que el círculo se fue cerrando y Turner
acordó con la “empresa amiga”, Fox Sports, cuya sede central, Fox Pan American,
había comprado en 2015 el 50 por ciento de T&T Sports Marketing ( Traffic y
Torneos, ambas empresas involucradas en el FIFA Gate), y con el gran grupo
mediático argentino, para convertirse entonces en el caballo del comisario, pasara
lo que pasara.
Los mismos dirigentes que ahora dan a entender que
la carta que TRISA le envió a Fox-Turner renunciando al juicio a la AFA sólo en
el caso de que ganara esta alianza, parecen olvidar que a mediados de 2016
llegó a la sede de Viamonte 1366 de Buenos Aires una muy buena oferta de la
empresa estadounidense Cárdenas Marketing Network (CMN) para quedarse con los
derechos de TV del paquete compuesto por el Nacional B, Primera B, Copa
Argentina y partidos de la selección argentina, y esos mismos dirigentes
corrieron a ofrecerle a TRISA la posibilidad de empardar la oferta y quedarse
con todo.
La excusa de aquel momento fue que así conseguirían
que TRISA desistiera del juicio aquel de 2009 por la rescisión del contrato que
duraba hasta 2014, pero parece que no ocurrió lo que pensaban. ¿Y entonces? ¿Por qué entregaron semejante
negocio, a un malo tan conocido en vez de un ignoto por conocer?
También los dirigentes podrían argumentar que el
éxito de este negocio pasa por haber recaudado 267,5 millones de dólares
anuales por unos derechos que en 2009 TRISA pagaba nada más que 55, pero nunca
supieron (ni Julio Grondona lo consiguió) que les dijeran la verdad sobre la
cantidad de abonados a la TV cable y ahora se sabe que al menos hasta febrero
pasado, había en el país 111.045.1155 según la consultora Business Bureau.
Entonces, el cálculo es claro: si el abono costará
20 dólares, y si de esos 11 millones de abonados pagaran solamente 4 (es decir,
el 36,36 por ciento), la recaudación mensual sería de 80 millones de dólares, y
a cinco meses de 2017 (porque comenzará a regir desde agosto con la nueva
temporada 2017/18), se podría llegar a
los 400 millones de dólares, y sin contar la torta publicitaria. Un negocio
brillante.
Y eso no es todo: la alianza ganadora va también por
la ley de “interés público” que permite al canal estatal a transmitir cualquier
acontecimiento deportivo de una selección nacional o una final de campeonato o
cualquier hecho deportivo que se considere transcendente.
Estos dirigentes firmaron sin mirar. Como ya lo
hicieron en el cuarto de siglo de aquellos torneos sin competencia, como lo
hicieron en 2016 cuando le pusieron el gancho a la Superliga, aunque la mayoría
de ellos no sabía bien lo que firmaba, como llegó a decir el presidente de la
Liga Rosarina, Mario Gianmaría. Quien luego anunció: “Hoy es un día de luto
para el fútbol argentino. Se creó una nueva figura jurídica, la del suicidio en
defensa propia”.
Es decir que aquel pacto abortado hace nueve meses
entre moyanistas y tinellistas ahora tuvo el pulgar hacia arriba por la
incorporación de dos actores fundamentales: Daniel Angelici, como comisario
político, y el grupo Clarín como gran ganador entre bambalinas, porque su
plataforma sigue intacta y porque la producción queda en manos de sus socios.
Algo así como cuando le preguntaron a Oscar “Ringo”
Bonavena, en los días previos a su pelea ante Gregorio “Goyo” Peralta, en el
Luna Park, “!quién gana” el sábado, en el combate de mayor taquilla de la
historia del estadio: “Lectoure, viejo, siempre gana Lectoure”, respondió con picardía.
Otra vez entonces el pago para ver, los DT de moda
manejando fichitas en un pizarrón para aquellos que no puedan pagar, o la ñata
contra el vidrio en las ventanas de los bares, o las mesas de grupos que consumen
un café, o los que en muchas provincias, como en tiempos de Marcelo Bielsa, no
puedan ver más a la selección argentina, o la ilusión de que parece que se verá
el partido…y en el momento del saque la pantalla se vuelve gris.
El fútbol argentino volvió a tropezar con la misma
piedra, otra vez. Y siempre ganan y pierden los mismos.
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