No alcanzó con una clara mejoría en el juego,
especialmente en el segundo tiempo. La selección argentina volvió a sufrir los
efectos de la altura de La Paz, a 3600 metros del nivel del mar, y no sólo cayó
2-0 ante la boliviana, con muchos cambios y sin Lionel Messi, suspendido pocas
horas antes, sino que volvió a ocupar ahora un lugar en el repechaje, fuera de
los cuatro clasificados directos al Mundial de Rusia.
Lo peor fue el resultado negativo en el marcador
(con goles de Juan Carlos Arce en el primer tiempo y de Marcelo Martins, en el
segundo) y la preocupante lesión en la rodilla de Ramiro Funes Mori, el
defensor del Everton, pero puede decirse que varios jugadores albicelestes
dejaron una imagen favorable de cara a los cuatro partidos que restan para
finalizar el grupo sudamericano.
Al equipo argentino le costó mucho adaptarse a la
situación de falta de oxígeno y el seleccionado local, que había reservado
siete jugadores para este partido, llegando a disputar el anterior con
suplentes ante Colombia como visitante el pasado jueves, dominó por completo
las acciones.
La selección argentina no podía alejarse de su
arquero Sergio Romero, con dos líneas de cuatro en muy pocos metros, siempre en
campo propio, y aunque Bolivia había estado más cerca del gol siempre, de a
poco todo fue cambiando desde los 20 minutos, cuando por fin, Guido Pizarro se
fue adueñando de la pelota, la hizo jugar tanto para el medio como para
habilitar por la izquierda a Angel Di María, y cuando llegaron los mejores
minutos, en los que se fue adelantando en el campo, se desprotegió un poco
atrás y llegó el gol local por un cabezazo muy bien colocado de Arce que
encontró algo adelantado a Romero.
El equipo argentino no renunció a seguir buscando el
empate, y de hecho cada vez se fue apoderando más de la pelota y ya no sufrió
llegadas de Bolivia, pero siguió con la misma característica que durante toda
la clasificación, la falta de gol y de profundidad, y tuvo que sufrir una
primera modificación en el primer tiempo por una lesión en la rodilla de Ramiro
Funes Mori, quien fue reemplazado por Matías Caruzzo.
Ya en el segundo tiempo, la selección argentina
presionó aún más arriba, pero a los 7 minutos llegó el segundo gol boliviano a
través de Martins, quien aprovechó que no estaba marcado de frente a Romero, un
error defensivo que se fue repitiendo, el de no tener buena colocación en los
centros aéreos o cruzados o los pelotazos largos.
La selección argentina, ya dos goles abajo, optó por
volcarse de lleno en campo boliviano. Pero en vez de optar por un jugador del
talento de Paulo Dybala, Bauza se decidió por un delantero de punta como Sergio
Agüero por el insípido Angel Correa, mientras que ya Ever Banega quedó como
enlace y Di María, como extremo, para pasar de un 4-4-1-1 a un 4-2-1-3.
El dominio argentino, promediando el segundo tiempo,
era absoluto, y la cancha parecía inclinada pero al revés de lo imaginado,
aunque con el mismo problema de siempre, la falta de definición, ni siquiera
cuando sobre el final, Marcos Acuña ingresó por Enzo Pérez, y ya se colocó como
extremo izquierdo, pasando Di María a la derecha.
En suma, la selección argentina, sin Messi ni varios
de los titulares que defeccionaron ante Chile el pasado jueves en el
Monumental, perdió jugando bastante mejor, pero no le alcanzó y ya se encuentra
en la posición de repechaje a sólo cuatro fechas del final, con destino
incierto, posiblemente sin Messi y con cambios institucionales en cuestión de
horas, con la asunción de Claudio “Chiqui” Tapia en la presidencia de la AFA.
¿Seguirá Bauza? ¿Podrá disminuir la sanción a Messi
con la apelación de la AFA? Demasiadas preguntas para un equipo que no
encuentra respuestas, ni siquiera habiendo dado un par de pasos hacia adelante.
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