En una noche para el infarto, tampoco la Bombonera
resultó para una selección argentina sin ideas, dependiente de lo que un Lionel
Messi estrictamente marcado pudiera hacer, y pese a desperdiciar varias
situaciones de gol se fue apagando en el final para volver a quedar en cero, en
un empate que parecía dejarla casi fuera del Mundial cuando in extremis, la
inesperada victoria paraguaya en Colombia le dio una última posibilidad.
La selección se jugará todo el martes en Quito, ante
una Ecuador ya sin chances mundialistas, pero deberá ganar ese partido, cuando
desde noviembre de 2016 no concreta un solo gol de jugada (los dos que marcó
fueron de penal y en contra).
Si en Lima empataran Perú y Colombia, la selección
argentina podría aún conseguir su plaza mundialista y si venciera cualquiera de
los dos, ganándole a Ecuador, de todos modos podría asegurarse el Repechaje y
aún podría llegar a Rusia 2018 si Brasil le empatara o ganara como local a
Chile.
En verdad, toda esta alquimia de resultados para la
última fecha del grupo sudamericano del
martes se debe a la impotencia del equipo argentino, que tal como contra
Venezuela, salió con todo pero se fue desinflando después de desperdiciar
infinidad de situaciones de gol por falta de contundencia de sus jugadores y
por la excepcional noche del arquero peruano Pedro Gallese, la figura de la
cancha.
Así como ante Venezuela, la lesión de Angel Di María
obligó al entrenador Jorge Sampaoli a un cambio inesperado en el primer tiempo,
anoche sucedió con Fernando Gago, quien tuvo que salir a los 3 minutos de haber
ingresado por Ever Banega en el segundo tiempo, y Enzo Pérez ocupó su lugar.
La selección argentina rápidamente Salió a marcarle
la cancha a Perú y estableció una neta presión al punto de jugarse sólo en el
campo visitante.
Apenas 5 minutos y ya la selección argentina tuvo
una chance clara cuando un centro de Gabriel Mercado no pudo ser conectado por
Darío Benedetto en la boca del área.
El dominio albiceleste era total, encerrando a Perú
en su campo, con toques rápidos y buenos movimientos individuales. Sólo fallaba en la definición, producto de
cierta ansiedad.
A los 14 minutos llegó una clarísima situación de
gol cuando un córner de Di María desde la izquierda, bajo y hacia el medio,
encontró a Messi solo para sacar un
remate seco, pero se desviò en un defensor peruano cuando la pelota iba hacia
la red.
De a poco, la defensa peruana se fue acomodando y
estableció un vallado cerca de su arquero, Pedro Gallese, y el equipo argentino
se fue alejando del arco rival, aún teniendo la pelota casi todo el tiempo. A
los 21 minutos, una apilada de Messi dejó con buenas posibilidades a Benedetto
y tras un rebote y con el arco libre, Angel Di María remató muy arriba del
travesaño.
La marca escalonada hacia Messi comenzó a resultar y
aunque con mucha voluntad y posesión de pelota, a la selección argentina
comenzaron a faltarle respuestas en el área rival. Ningùn jugador tomaba la
batuta cuando el astro aparecía muy controlado.
Recién a los 33 minutos tuvo Gallese la primera
intervención tras un muy buen recorte de Alejandro Gómez, que desde la
izquierda sacó un remate que exigió que sacara la pelota por encima del
travesaño pero inmediatamente después, Jefferson Farfán desperdició una gran
ocasión frente a Sergio Romero.
Un Messi muy marcado tuvo su mejor posibilidad a los
39 minutos, cuando por fin pudo sacarse un par de jugadores de encima para
sacar su acostumbrado remate angulado, pero se luciò Gallese y pudo desviar el
remate al córner.
Sobre la hora del primer tiempo, cuando ya expiraban
las chances argentinas, llegó un excelente centro desde la derecha por parte de
Messi, y Benedetto, que entraba desde la izquierda, cabeceó apenas por arriba del
travesaño.
El comienzo del segundo tiempo fue frenético. La
selección argentina salió sabiendo que Chile le ganaba a Ecuador y que estaba
en la sexta posición, fuera de los puestos mundialistas, y salió como una
tromba. Lo tuvo Benedetto, rechazó Gallese y Messi remató al gol, pero la
pelota pegó en el palo y salió, y segundos más tarde, una monumental atajada de
Gallese evitó un golazo de Lucas Biglia de media distancia.
Otra vez Gallese tapó un mano a mano a Gòmez, que
entraba solo por izquierda ante el gran pase de Messi, quien por fin en el
segundo tiempo encontró alguna ayuda en la claridad conceptual de Emiliano
Rigoni, quien había ingresado tras el descanso por un Di María fue se había ido
apagando tras buen comienzo.
A los 14 minutos, Jorge Sampaoli dispuso el cambio
de Fernando Gago por Ever Banega, quien tampoco apareció como solución para
desequilibrar en el medio. Sin embargo, insólitamente, y en un hecho que se
recordará por años, a los 3 minutos, el volante de Boca tuvo que salir por una
lesión en su rodilla, reemplazado por Enzo Pérez.
A los 22 minutos, Gallese, que parecía imbatible,
volvió a tapar con los pies un remate a gol de Benedetto, tras excelente pase
de Messi.
La lesión de Gago, como la de Di María ante
Venezuela, pareció el retorno de una película ya vista y por unos instantes, el
equipo argentino tuvo una caída en su juego, apenas cortada por un muy buen
remate de Mascherano, muy cerca del ángulo entre el palo y el travesaño, pero
la sensación iba siendo de cada vez mayor pesimismo porque de a poco, Perú fue
saliendo de su área y equilibrando el juego, a tono con la desesperación
argentina porque los minutos iban pasando.
En el final, el equipo argentino ya fue presa de los
nervios y la impotencia y ya no tuvo más posibilidades y sólo los goles de
Paraguay en Colombia le dieron un inesperado respiro cuando parecía que toda
chance mundialista comenzaba a apagarse.
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