En el libro "Fútbol, pasión de multitudes y de élites" de Ariel Scher y Héctor Palomino, se cita un muy interesante hecho ocurrido en 1985 durante la fiesta organizada por el Círculo de Periodistas Acreditados en la AFA (CEPA). En ese acto, cuando le tocó hablar al presidente Raúl Alfonsín, éste, harto de los pedidos del presidente de la AFA (claro, el mismo de hoy, 24 años después), Julio Grondona, dijo que trataría de ayudar a los clubes y declaró: "Pensaba que me iba a salvar del mangazo, pero es como un sino fatal".Dos décadas y media después, y los lógicos cambios sociales, tecnológicos y con notables aumentos en los ingresos de los clubes que participan en los principales torneos profesionales de fútbol en la Argentina, que recaudan en buena parte en euros y gastan en pesos, la situación no es menos dramática y Grondona, una vez más, recurre a "papá Estado" y en esta oportunidad, el PRODE bancado, para tratar de salvar las papas, mientras en sus narices los dirigentes siguen vendiendo mal, los pases federativos no se corresponden un ápice con los pases económicos, y los que deben dinero a sus propios jugadores, y a Dios y a María santísima, siguen intentando contratar nuevos jugadores y no están inhibidos para seguir. Apenas si, ya contra la pared, Grondona advirtió a los siete clubes que deben 25 millones de pesos en total, que no aceptará habilitaciones provisorias en la Justicia (¡¡guarda con ir a la Justicia, la única justicia es la de los viejos dirigentes sentados en una mesa!!!). Es lo único que le interesa a la AFA.Es notable: siete clubes están en una situación muy complicada y sus jugadores les reclaman pagos atrasados y hasta Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) amenaza con no comenzar la nueva temporada 2009/10. Pero nadie, ni la AFA, ni FAA, se preocupan por tratar entonces de sacar más dinero de la mayor estafa sufrida en estos años: el dinero correspondiente a la TV, que se lo queda TRISA (Clarín y los Torneos sin Competencia). Eso no, pero recurrir otra vez al Estado, sí. Una más: qué casualidad lo del fixture arreglado por los clubes grandes. La ayuda a un Independiente ahora amenazado por el promedio del descenso, y club de los amores de Don Julio, aún con un Julio Comparada como presidente rebelde que no votó la continuidad del mandamás de la AFA, es descarada.La "casualidad permanente" indica que si bien en el Torneo Apertura, los rojos jugarán todos los partidos importantes como visitantes, lo que más les importa, el Clausura, que es cuando se definen los promedios, jugarán todos los clásicos como locales y en su nuevo estadio, que justamente no estará listo en el Apertura. Claro, el DT Américo Gallego se queja por lo desfavorecido en la primera parte. Pero en todo caso, es un tema personal, que pasa por darse cuenta de que será seguramente otro DT el que usufructuará los beneficios, seguramente tras su desgaste de resultados en condiciones menos faviorables. Pero habla por sí mismo, no tanto por Independiente. Los rojos cuentan con el mismo beneficio por el que alguna vez, la AFA dispuso los promedios del descenso para evitar que nada menos que River descendiera en 1983. Ahora le toca a Independiente. Pasado mañana, quién lo sabe.
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