domingo, 4 de octubre de 2009

Una final de Champions entre Real Madrid y Barcelona ya no es sólo un sueño (Yahoo)


Tras jugarse dos de las seis fechas de la primera fase de la Champions League europea, ya no hay demasiadas dudas y la posibilidad, solamente soñada hace meses, de que Real Madrid y Barcelona choquen en una posible final en mayo próximo en el estadio Santiago Bernabeu, pasa a ser tomada como real.

En verdad, si bien falta mucho para mayo y todo puede suceder, es claro que dos de los equipos que aparecen en el escenario europeo con mayor solidez son los dos grandes españoles, que por plantel, historia y resultados, se encuentran entre los máximos candidatos a ganar el trofeo europeo.

Pero la idea no se basa solamente en sus rendimientos hasta el momento, sino en que tampoco son muchos los contrincantes posibles a la hora de entrar en los cruces de octavos de final en adelante. El Inter, otro de los grandes europeos con excelente plantel y un entrenador competitivo como el portugués José Mourinho, sigue sin haber podido mostrar en Champions su real valor, algo que le viene ocurriendo tradicionalmente y que le sigue impidiendo su proyección internacional pese a tener un claro y absoluto dominio del calcio.

Si el plantel defensivo de Mourinho como local en el San Siro ante el Barcelona sorprendió a muchos, no fue muy distinto lo hecho por el equipo italiano que casi no cuenta con jugadores de su país ante el más modesto e inexperto en torneos europeos, Rubín Kazán, que llegó a complicarlo mucho y casi termina ganándole.

Por su parte, el Milan tampoco hace pie (en este caso, en todas las competiciones), y desde la venta de Kaká al Real Madrid, no ha encontrado un esquema ni jugadores que puedan guiar al equipo hacia la senda de éxitos pasados, y el propio entrenador brasileño Leonardo hace agua y ya se habla de su reemplazo por el ex jugador de los rojinegros, el holandés Marco Van Basten.

Esta situación del Inter y del Milan ha facilitado enormemente el desempeño del Barcelona y el Real Madrid en sus grupos, en los que marchan con relativa comodidad, y dando la idea de que no parecen tener rivales de fuste, con excepción de los ingleses, que también comienzan a ejercer dominios en sus grupos, y acaso del potencial del Bayern Munich y algo que pueda hacer esta Juventus renovada, pero poco más en el horizonte.

El Barcelona, aún ganando 2-0 al Dínamo de Kiev, sigue mostrando todavía cierto déficit en la finalización de sus ataques, en comparación con la temporada pasada, en la que su eficacia goleadora era superior, pero hay que aceptar también que aún se está reacomodando el sueco Zlatan Ibrahimovic, un jugador potente y de gran técnica pero muy distinto al goleador camerunés Samuel Eto’o, que jugara por cinco temporadas en la entidad.

Sumado a ello, la ausencia por mucho tiempo de Andrés Iniesta, que aún no ha encontrado la forma en su retorno, que el extremo izquierdo Thierry Henry padece de reiteradas lesiones, y que su gran estrella Lionel Messi tiene cierto aire tristón por los malos desempeños de la selección argentina que ponen en riesgo su participación en el Mundial 2010, también son factores a tener en cuenta, y aún así, el Barcelona no tiene goles en contra e impone una absoluta superioridad sobre sus rivales en el dominio territorial y en el control de la pelota.

Por su parte, el Real Madrid sigue sin ser un equipo homogéneo, y como dice su excepcional arquero Iker Casillas, sigue cometiendo errores de principiante en defensa, pero es muy claro también que le bastan pocos minutos para triturar cualquier adversario debido a la enorme calidad de sus delanteros, y esto ocurrió contra el Zurich y contra el Olympique de Marsella, que realiz{o un excelente planteo en el Santiago Bernabeu pero que aún así, se llevó un 3-0 en contra de Madrid.

Los ocho goles en dos partidos del Real Madrid, muestran a las claras que sin lograr jugar bien y con un equipo más preparado para el contragolpe que para atacar, gana de cualquier modo y de manera holgada.

Por esta razón es que decimos que una final entre los dos grandes de España no parece una quimera y le daría a esta Champions un aditamento de impacto, especialmente porque la final de este año está prevista nada menos que en el estadio Santiago Bernabeu, y porque el Barcelona es el campeón vigente.

¿Podrá ocurrir semejante final? ¿será como dicen los medios locales acerca de que el Real Madrid está a once partidos de la gloria? El tiempo lo dirá.




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