miércoles, 1 de julio de 2015

Argentina, a la final con todo su poderío (Jornada)




DESDE SANTIAGO DE CHILE


Del 13 de Julio en el Maracaná, al 4 de julio en el Estadio Nacional. La selección argentina se sacó todas las mochilas, desplegó ese fútbol que los hinchas tanto pedían para semejantes jugadores que se destacan en las mejores ligas del mundo, y aquellos goles que perdió en la fase de grupos ante Paraguay, anoche entraron y los guaraníes nada pudieron hacer para evitar el contundente 6-1 para volver a jugar una final, como el año pasado en el Mundial.

El equipo argentino estará el próximo sábado ante el equipo local, Chile, en la esperada final de Copa América entre los dos mejores del torneo, y en un escenario que ya conoce y en el que ya se consagró anteriormente.

Los albicelestes, que no pierden un solo partido de Copa América en Chile desde 1926, fueron campeones cuatro veces ya en este país en el pasado y por la demostración de ayer ante Paraguay, se transforman en grandes candidatos a recuperar el trofeo, con tres grandes figuras: Lionel Messi, Javier Pastore y Angel Di María.

El equipo argentino se puso en ventaja muy pronto por intermedio de Marcos Rojo, aprovechando un rebote y un anticipo en el área paraguaya, y enseguida todo se complicó para los de Ramón Díaz, cuando se lesionaron Derlis González y Roque Santa Cruz, lesionados en un lapso menor a los cinco minutos, promediando la primera parte, para ser reemplazados por Lucas Barrios y Raúl Bobadilla.

Sin poder terminar de concentrarse, llegó entonces el 2-0 por intermedio de Javier Pastore, en una excelente combinación con Lionel Messi y parecía todo definido, incluso con total dominio territorial argentino, pero en los últimos cinco minutos, el equipo paraguayo apretó más arriba, poco más de tres cuartos de cancha, y en una mala salida de los de Martino, Barrios pudo descontar antes del descanso, generando una sensación parecida a la del partido de la fase de grupos, cuando estando 0-2, Paraguay consiguió empatar.

Sin embargo, muy poco duró la esperanza paraguaya porque de saque, Di María estableció el 3-1 y desde ese momento, la distancia se fue agrandando porque el equipo argentino fue encontrando cada vez más espacios y la gran noche de Messi, Pastore y Di María, los dos primeros triangulando y el tercero, utilizando muy bien su punta, apareció justo cuando se acerca el final del torneo y llega la final contra Chile.

Otra vez Di María, luego un centro de éste desde la izquierda terminó en un cabezazo de Sergio Agüero al ángulo izquierdo de Justo Villar, y cerró Gonzalo Higuaín, que había reemplazado justamente a Agüero, aprovechando una muy buena presión argentina en la salida paraguaya, aunque ya hacía tiempo que todo estaba definido y que el mismo rival que tanto había complicado en la primera fase a los albicelestes, ahora sabía que poco podía hacer.


El equipo argentino encontró la contundencia que es lo que le faltó en los partidos anteriores y especialmente ante este mismo rival en la fase de grupos y con un muy buen nivel en algunas individualidades, lo que genera una gran expectativa en las puertas de una nueva final para conseguir un título que se niega desde 1993.

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