DESDE SANTIAGO DE CHILE
Cuando el lector de Jornada retome el diario, el
próximo lunes, ya habrá campeón de América. La expectativa que hay en esta
ciudad y en todo Chile por esta final es tremenda. Pocas veces este cronista,
que cubre esta Copa por décima vez (la segunda en este territorio), vivió una
sensación semejante.
Por el lado de los locales, tras el entrenamiento
habitual en el complejo Pinto Durán en la mañana de ayer, el arquero del Barcelona,
Claudio Bravo, trató de tomar distancia de sus compañeros de equipo pero
rivales de mañana al recordar que Javier Mascherano “es el corazón” y que a
Lionel Messi “hay que rodearlo bien” pero que no se puede detener en un jugador
argentino sino “en el rendimiento colectivo”.
Bravo dijo que la selección chilena “respeta a todos
los rivales pero no le tiene miedo a nadie”, lo cual es una frase interesante
porque en las últimas cuarenta y ocho horas, inmediatamente después de la
goleada de Argentina sobre Paraguay 6-1 en Concepción, los medios ya hablaron
de “temor” y buscaron por todos los modos tratar de mostrar distintas formas
para contener a los rivales en el Estadio Nacional.
Por el lado del equipo argentino, el entrenamiento
se produjo por la parte en el predio de la Universidad Católica, cerca de la
zona del hotel, en Vitacura, y la única duda para la final sigue siendo
Ezequiel Garay, que tras el cólico que tuvo antes de la semifinal está siendo
cuidado con la intención de que pueda ser titular, pero de no llegar, será
reemplazado, igual que ante Paraguay en Concepción, por Martín Demichelis.
El resto del equipo será el mismo que viene jugando
como titular en la Copa, es decir con Sergio Romero; Pablo Zabaleta, Nicolás
Otamendi, Marcos Rojo; Lucas Biglia, Javier Mascherano, Javier Pastore, Lionel
Messi, Sergio Agüero y Angel Di María.
El más buscado de los jugadores argentinos fue
Pastore, en su función de doble eje junto a Messi, que lo está llevando a
convertirse en uno de los más destacados del torneo, en un excelente nivel, y
en la gran justificación del cambio táctico de la selección respecto del
Mundial 2014.
De cualquier forma, el entorno de la selección sigue
tomando distancia de la mayoría de los medios, con escasas chances de dialogar
con los jugadores, muy concentrados en la final.
Desde la concentración chilena, en cambio, se
desmintió que uno de los grandes cracks, Alexis Sánchez, tenga algún tipo de
lesión que le impida estar presente en la final, mientras circulan distintos
rumores sobre que Arturo Vidal. Hoy jugador de la Juventus, podría convertirse
pronto en compañero de Sánchez en el Arsenal inglés.
En cuanto a las entradas, se calcula que de las
47.347 que se pusieron en venta para la final de mañana, apenas 6000 como
máximo podrían estar en manos de hinchas argentinos, luego de saberse que la
AFA recibió poco más de 2000 y que una segunda tanda se vendió para residentes
argentinos en Chile, y otra, más pequeña, vino a través de acuerdos con
empresas y agencias de turismo.
Se calcula que habrá un diez a un doce por ciento de
argentinos en el estadio en el momento de comenzar el partido, para entradas
que se están revendiendo a un valor de 1500 a 6000 dólares, de acuerdo con la
ubicación.
También se supo que el reconocido actor estadounidense
Al Pacino, de novio con una argentina, grabó un video de aliento a la selección
nacional, en el que dice que “ama” la forma de jugar del equipo y da a entender
que le gustaría conocer a los integrantes del plantel.
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