El continente
sudamericano, y especialmente la Argentina, están conmovidos porque justo la
última final de Copa Libertadores a doble partido, en su edición 59 (desde 2019
habrá una sola definición, como en la Champions League, con sede en Santiago de
Chile), enfrentrará a dos clásicos e históricos rivales de Buenos Aires, Boca
Juniors y River Plate, los sábados 10 y 24 de noviembre.
Si siempre el
llamado “Superclásico” del fútbol argentino entre los dos equipos más poderosos
del país, y que concentran el 70 por ciento de los hinchas, generó ansiedad y
muchísimas conversaciones previas y posteriores a partir de una rivalidad que
comenzó a principios del siglo XX cuando eran vecinos de barrio, la final de la
Copa Libertadores entre ellos es inédita (de hecho, nunca dos equipos
argentinos llegaron a una final), y hasta el presidente del país, Mauricio
Macri (ex presidente de Boca entre 1995 y 2007), se metió en la polémica al
intentar que en ambos partidos haya público del equipo visitante, algo
prohibido desde 2013 debido a la violencia que rodea al fútbol, pero la
propuesta no prosperó.
Boca (6 Copas Libertadores, una menos que
Independiente, que tiene el récord) y River (3 Copas), son los dos clubes
argentinos con más títulos. Boca es el que reúne más entre nacionales e
internacionales (49-44), pero River es el que tiene más locales (37-36). En partidos de Copa Libertadores, se
enfrentaron 24 veces desde la primera, en 1966, con 10 triunfos de Boca, 7 de
River y 7 empates.
La paridad entre
ambos equipos es muy grande y si bien Boca viene jugando mejor en el torneo
(eliminó con claridad al Cruzeiro y al Palmeiras de Brasil), River, desde que
Marcelo Gallardo es su entrenador, ha ganado muchos títulos .eliminando a Boca
varias veces, una de ellas, este mismo año cuando en marzo disputaron la final
de la Supercopa argentina y River ganó 2-0- y además, cuenta con la ventaja del
segundo partido en su estadio, y ha ganado los tres partidos jugados entre sí
en 2018.
En Boca, la gran
noticia es la recuperación de su goleador Darío Benedetto luego de varios meses
lesionado, al que podrá asistir el extremo mundialista en 2018 Cristian Pavón,
y cuenta con la firmeza defensiva del corpulento Carlos Izquierdoz y un fuerte
volante central como el colombiano Wilmar Barrios, mientras que River cuenta
con su creativo Gonzalo Martínez, acompañado por su nueva joya, el volante
Exequiel Palacios, la seguridad de su arquero, Franco Armani, y muchos
jugadores de experiencia, como el ex Nüremberg Javier Pinola, quien cree que
“hay que ir paso a paso, porque esta final se decidirá en los detalles”.
Mientras el
entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto, pide a los hinchas que se
tranquilicen porque “el equipo dejará todo”, el de River –que no podrá estar en
los dos partidos por suspensión-, Marcelo Gallardo, tiene en claro que el que
pierda “tardará dos décadas en recuperarse”.
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