lunes, 12 de noviembre de 2018

La solución para el Real Madrid estaba en casa (Yahoo)




Durante meses, ocupó enorme centimetraje en los periódicos, muchísimo lugar en las tertulias radiales o en los debates televisivos en materia deportiva. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, no encontraba una respuesta precisa a la pregunta sobre qué hacer con el reemplazo de Julen Lopetegui, un fichaje que comenzó de la peor manera, a dos días del Mundial de Rusia, y no podía terminar peor.

Pérez, siempre creyendo que el Real Madrid es una de sus empresas, comenzó a buscarle reemplazante en los lugares más cercanos a sus ideas, pero que muchas veces no se condicen con la tradición de juego del equipo, o la mentalidad de los jugadores de su plantilla.

Así es que Pérez se orientó primero para el lado del italiano Antonio Conte, pero allí el problema no es la capacidad de este reconocido entrenador, sino que no pareció importarle demasiado que la plantilla lo resistió y que prefería a otros, como Roberto Martínez (actualmente en la selección de Bélgica), y detestaba, en un gran porcentaje, una posibilidad de que José Mourinho, en crisis con el Manchester United, pudiera siquiera pensar en regresar al banquillo blanco luego de haberse ido enfrentado con muchos jugadores y de haber desquiciado la imagen del club.

Fue entonces que la dirigencia del Real Madrid optó por la típica solución de transición. Lopetegui tenía que salir de manera urgente tras la catastrófica campaña del equipo, que con los mejores delanteros de plaza estuvo horas sin marcar goles (en eso tuvo razón  Pérez cuando en su comunicado de despido sostuvo que esta plantilla con tantos premios y aspirantes a conseguirlos entre los mejores del mundo, no estaba teniendo un rendimiento acorde). Y entonces, apareció la chance de Santiago Solari, entrenador del Real Madrid B.

El argentino Solari siempre fue un tipo pensante., un personaje no muy habitual en este mundo del fútbol más allá de que provenga de una familia muy ligada a este deporte (su tío, Jorge, fue volante en los años sesenta y mundialista en Inglaterra 1966, su padre, Eduardo, fue volante por muchos años en los setenta, mientras que Fernando Redondo está casado con su prima Natalia, su hermano menor, Augusto, juega en Racing Club, y otro de sus hermanos, Esteban, es entrenador de la cantera del Rosario Central).

Solari siempre prefirió vivir, en sus tiempos de jugador, en el centro de Madrid que en La Moraleja, donde se suelen alojar todos los jugadores, para poder estar cerca de los museos y poder recorrerlos, y cuando dejó el fútbol fue por años columnista del diario “El País” donde sorprendió con la distancia que pudo tomar para observar el fenómeno del fútbol, mientras que aún hoy no tiene ningún problema en mostrar su admiración por Lionel Messi, un símbolo del Barcelona.

La contratación de Solari, aunque haya sido con la idea de una transición, implica un regreso a los tiempos de Zinedine Zidane. El argentino es frío por fuera. No suele ser muy demostrativo y no cree que los montajes del show de la línea de cal hacia afuera, y tampoco en que haya que presionar a los jugadores cuando el fútbol es un deporte mucho más sencillo de lo que parece.

Solari formó parte de aquel Real Madrid manejado con maestría y mano izquierda por Vicente Del Bosque, a principios de este siglo, que ha ganado todos los títulos, y luego se convirtió en permanente contacto en los recientes tiempos de oro de Zidane, y su equipo, en los cuatro partidos que lleva jugados bajo su dirección, ya comenzó a mostrar lo que pretende: quitarse la presión, volver a apostar a un esquema simple, que jueguen los que mejor están, que tengan lugar aquellos que estaban postergados, y todos los goles que antes no salían, comenzaron a aparecer (11), y cada uno de sus jugadores fue tomando confianza (Benzema, Ramos).

Claro que además de los cuatro triunfos al hilo (2-0 al Valladolid, 0-4 al Melilla, 0-5 al Viktoria Plzen. 2-4 al Celta), se necesita una pizca de fortuna para que ayuden otros resultados y eso ocurrió inesperadamente este fin de semana en el Camp Nou, cuando el Barcelona, y con el regreso de Lionel Messi luego de una lesión, cayó ante un gran Betis por 2-4 y entonces, aunque mantiene el sexto lugar en la Liga, ahora se sitúa a sólo cuatro puntos de los azulgranas, y se volvió a meter en la lucha por el título.

A propósito del Betis, buena parte de sus aficionados habían cargado hace apenas unos pocos días contra su entrenador, Quique Setién, porque el equipo dejó escapar un triunfo como local ante el Celta en el Benito Villamarín cuando estuvo dos goles arriba, pero en el Camp Nou dio una verdadera exhibición de fútbol en una de las mejores producciones que se recuerden en los últimos años para un rival del Barcelona.

No siempre se obtienen buenos resultados jugando bien, pero con el paso de los partidos, manteniendo un buen nivel, lo más probable es que se acaben consiguiendo, en especial, con las notables actuaciones de Marc Bartra, Junior Firpo, Giovani Lo Celso, el veterano Joaquín y, especialmente, el volante portugués William Carvalho.

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