La expectativa
era tremenda porque nunca, en la historia de la Copa Libertadores Boca Juniors
y River Plate, rivales acérrimos de la Argentina, habían llegado a una final.
Se esperaba un partido áspero, con muchas infracciones, pero fue todo lo
contrario, un gran espectáculo con un empate 2-2 que deja toda la definición
para la revancha porque no cuentan, en esta instancia, los goles marcados fuera
de casa.
River se fue más
contento que Boca por varias razones: porque será local en el segundo partido
del 24 de noviembre y ante su público (por los episodios de violencia, desde
2013 en la Argentina sólo concurren los hinchas locales), porque remontó dos
veces el resultado, la primera de ellas en forma inmediata, y porque en el
minuto final, su arquero Franco Armani tapó una decisiva posibilidad de gol al
delantero Darío Benedetto, que seguramente habría cambiado todo.
En una clara
muestra de la situación psicológica de ambos equipos, el entrenador de River,
Marcelo Gallardo, quien no pudo estar en la “Bombonera” por haber sido
suspendido, apareció festejando el empate desde un balcón, y Carlos Tévez se
mostró arengando a algunos de sus compañeros en la despedida.
El empate fue
justo. River sorprendió con un planteo que sólo había hecho una vez, con cinco
defensores, con la presencia del joven Lucas Martínez Quarta como tercer
central entre los experimentados Jonathan Maidana y Javier Pinola, pero éstos sufrieron mucho para marcar
primero al delantero Ramón “Wanchope” Ábila y luego, cuando se lesionó el
extremo Cristian Pavón (mundialista en Rusia), al goleador Darío Benedetto, los
autores de los dos goles de Boca.
Tras el partido,
Pinola reconoció que su equipo “nunca practicó con ese sistema defensivo” pero
que Gallardo “confía en cada jugador, y nosotros, en lo que él propone”.
De todos modos,
River dominó en el primer tiempo. Tuvo la pelota, la hizo circular, y convirtió
en figura al arquero Agustín Rossi, discutido por los hinchas de Boca hasta
hace pocos meses. Casualmente, otro jugador discutido, el delantero Lucas
Pratto, fue el mejor jugador de River y autor del empate 1-1 en la jugada
siguiente al gol de Wanchope. Boca
mejoró en el segundo tiempo y empujó a River contra su arco.
“Aunque hayamos
hecho un gran partido, en el Monumental empezaremos de cero, pero somos
optimistas “, insistió Pinola.
En la
definición, River no podrá contar con el delantero colombiano Santos Borré,
suspendido, pero regresará el veterano volante Leonardo Ponzio, uno de sus
líderes, mientras que en Boca no podrán jugar Pavón, desgarrado, y seguramente
será reemplazado por Benedetto.
Si persiste el
empate, por cualquier resultado, habrá tiempo extra de treinta minutos, y
luego, penales.
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