Osvaldo
Pangrazio, el director del departamento médico de la Conmebol, se encuentra en
el ojo de la tormenta. Boca Juniors le apunta por haber documentado que sus
jugadores estaban en condiciones de disputar el Superclásico del Monumental
pese a las lesiones por el ataque al micro, y junto con otros colegas de la
entidad fue denunciado por falsificación, estafa y ejercicio ilegal de la
medicina.
Detrás de estos
hechos, Pangrazio tiene una larga historia vinculada al fútbol y a la medicina
desde que debutó en el humilde club
Presidente Hayes, ante Olimpia, en 1976, con el equipo ya descendido. Lo
suelen describir como un centrodelantero “inconstante, certero con la cabeza,
duro en el choque, y hombre de área”, con 1,88 metro de estatura y 82 kilos de
peso.
Tras dos años,
pasó al Nacional de Asunción y en 1980 fue transferido al Veracruz de México y
al año siguiente, al Deportivo Pereira de Colombia, pero tuvo que regresar a
Paraguay para finalizar sus estudios de medicina. Jugó en Guaraní en 1981 para
pasar al club de sus sueños, Olimpia, en 1982 y hasta 1987. En 1988 no tuvo
problemas en fichar para Cerro porteño, su máximo rival, “por seis meses y para
poder jugar la Copa Libertadores”.
La Copa
Libertadores parece haberlo marcado mucho. Suele decir que su mejor gol fue el
que le hizo en 1983 a América de Cali en el último minuto, con Olimpia. Y que
los dos mejores equipos en los que jugó fueron el Olimpia de 1982 (con Luis
Cubilla de DT) y el de 1983 (con otro uruguayo, Sergio Markarián). “Allí
encontré lo que quería como futbolista. Tuve la fortuna de ganar cuatro
campeonatos y participar de la Copa Libertadores”, sostiene.
Pero Osvaldo
Pangrazio Kullak (nacido el 7 de noviembre de 1957 en Asunción) nunca descuidó
la medicina. Estudió Ciencias Médicas en la Univ Católica de Asunción y se
especializó en Alemania, a donde se fue en 1988 (se graduó en 1986). Se
especializó en Traumatología y Ortopedia en Bochum. Volvió en enero de 1997 y
se acopló al plantel de Olimpia (1997-99) y ya luego, por la vía privada.
Su objetivo era
viajar a especializarse en Alemania pero lo ayudó el azar. “En 1987 llegó a Paraguay una selección de
jugadores senior que recorría América del Sur. Llegaron con el dueño de una
fábrica, que también jugaba, y enfrentaron a Olimpia y Cerro Porteño. El ex
jugador Hugo Talavera, en una cena de ellos con Olimpia, me dijo que hablara
con el médico de la delegación porque yo ya estaba estudiando alemán porque ya
pensaba en irme para especializarme. Nos hicimos amigos y me terminaron
invitando y así me fui a estudiar allá”, relata.
En Alemania se
casó con Patricia Sticker, con dos hijas Ana Valentina, nacida en Alemania, y
Ana Catalina, nacida en Asunción.
Según relata el
ex arquero de la selección paraguaya José Luis Chilavert, Pangrazio “es
pariente de Juan Ángel Napout-condenado a nueve años de prisión en el FIFA-Gate
por el Tribunal de Nueva York en agosto pasado, por los cargos de fraude y
asociación ilícita” y que con este dirigente en ascenso (llegó a la presidencia
de la Federación Paraguaya en 2003), “no hubo control antidoping cuando Olimpia
fue campeón de América en 2002, y
Pangrazio era el médico del plantel”.
En el expediente
que tiene el Tribunal de Nueva York por el caso Napout en el FIFA-Gate, aparece
Pangrazio junto con él mostrando un fajo de dólares. Quienes lo conocen desde
hace años lo recuerdan como “el chico de los mandados de Napout, el que le
llevaba y traía cosas de una ciudad a otra”.
“Pangrazio es
traumatólogo y no oftalmólogo para chequear los ojos de los jugadores de Boca.
Es un felpudo de Dominguez y antes, de Napout. Vergüenza mundial”, llegó a
twittear Chilavert en su cuenta. “Vergüenza mundial de la Corrupbol, el jefe
Infantino y su director financiero Dominguez. Dan prioridad al dinero por
encima de la salud de los jugadores de Boca. Así matan al fútbol”, insistió el
ex arquero.
Pero para
Pangrazio, los problemas no terminaron sino que todavía tienen un recorrido
desde que El 27 de noviembre pasado, los cuatro médicos de la Conmebol (los
otros son Francisco Mateu, Jorge Pagura y José Veloso) fueron denunciados de
oficio por falsificación, estafa y ejercicio ilegal de la medicina por lo
ocurrido con los jugadores de Boca en el Monumental.
La causa quedó
radicada en la Fiscalía 30 del Juzgado en lo Criminal y Correccional 7. El
motivo es que estos profesionales declararon el domingo 24 que “desde el punto
de vista médico no existe una causal para la suspensión del encuentro” luego de
visitar al plantel de Boca en el vestuario, aunque los mismos médicos
reconocieron que no revisaron ni a Pablo Pérez ni a Gonzalo Lamardo.
Jorge Batista,
médico de Boca, puso en duda la disposición y el trabajo de los médicos de
Conmebol que ingresaron al vestuario. Según relató, Pangrazio y Mateu
ingresaron al vestuario y le pidieron que anotara los nombres de los jugadores
de Boca lesionados y que después “me dijeron que podían hacer una excepción de
uso de medicamentos terapéuticos por la situación que estaban pasando los
jugadores y ahí me pidieron que hiciera una nota”
“Teníamos a
Fernando Gago con los ojos y labios hinchados, es muy alérgico, Agustín
Almendra no podía respirar, Cristian Pavón estaba vomitando y Esteban Andrada
estaba abombado y acostado en una camilla. “Cuando los médicos de la Conmebol
me dijeron que anotara lo hice en una hoja de cuaderno y cuando vuelvo del sanatorio
Otamendi me entero de lo que había pasado, que los médicos no lo revisaron y
que afirmaban que podían jugar”, relató.
En el Sanatorio
Otamendi, PP8 úlcera en la córnea por una astilla de vidrio, atendido por el Dr
Alejandro Weremczuk, quien confirmó que el volante sufrió “una conjuntivitis
química, erosión conjuntival inferior”, y que se encontraba “molesto”
“Es una
vergüenza. Yo estaba en el hospital y el partido se estaba por jugar. Guillermo
Barros Schelotto me llamó y me dijo que fuera porque se jugaba y yo iba a jugar
igual.
No conozco al médico de la Conmebol. Es una vergüenza que diga que
estaba en condiciones. Nunca fue solidario con nosotros”, se quejó amargamente
Pablo Pérez, quien ya recibió el alta médica luego de concurrir varios días al
hospital para seguir siendo examinado.
En 2016,
Pangrazio había sido designado “Hijo dilecto de la ciudad de Asunción” por la Junta Municipal” por su trayectoria
deportiva. “Es un ejemplo vivo para los jóvenes porque jugando al fútbol y
estudiando a la vez pudo cristalizar los dos sueños”, resaltó el concejal
Ireneo Román.
Pangrazio, que
se presenta en su cuenta de Twitter @opangrazio como “Médico, traumatólogo y
ortopedista. Director de la Comisión Médica de la Conmebol”, seguramente
viajará a Madrid para la final del 9 de diciembre tratando de que por una vez
las aguas se calmen y deje de estar, al menos por un tiempo, en el ojo de la
tormenta.
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