Inter, que busca su quinto título de liga consecutivo, y la Juventus, visiblemente mejorada y ya asentada en primera división luego de ascender de la Serie B hace dos temporadas, son los claros aspirantes a ganar el próximo scudetto de la temporada 2009/10, que comienza este fin de semana.
Claramente el Inter, en la segunda temporada como entrenador del portugués José Mourinho, es el equipo más fuerte de Italia, con cuatro scudettos consecutivos y un tremendo plantel, acaso más fuerte aún que en las temporadas anteriores, al punto tal que su capitán, el veterano argentino Javier Zanetti, afirmó que éste es el mejor de todos los que él integró desde la temporada 1994/95.
Es que si bien el Inter transfirió a su máxima estrella, el sueco Zlatan Ibrahimovic, al Barcelona y por una fortuna (45 millones de euros), se benefició mucho con la llegada desde ese equipo catalán del temible goleador camerunés Samuel Eto’o, al que se le agregó, desde el Genoa, el también muy buen atacante argentino Diego Milito, así como el volante brasileño Thiago Motta y especialmente, se verá reforzado en la defensa con la incorporación del experimentado brasileño Lucio, desde el Bayern Munich, y se esperaba para último momento que se sumara también el creativo holandés Wesley Sneijder desde el Real Madrid.
Los entendidos del fútbol sólo creen que la Juventus, “La vieja señora” del calcio, está en condiciones de pelear el título al Inter, con la base de la temporada pasada, a la que se suman especialmente como creativo el brasileño Diego, procedente del Werder Bremen alemán y que brillara en el Porto y en el Santos anteriormente, mientras que en la defensa se destacan el regreso del capitán del seleccionado italiano campeón mundial en 2006, Fabio Cannavaro, y la contratación del uruguayo Martín Cáceres, del Barcelona, así como la llegada del muy buen volante de la selección brasileña, Felipe Melo, desde la Florentina.
La “Juve” estrenará entrenador con su ex defensor Ciro Ferrara, y esto representa toda una incógnita en cuanto a su rendimiento. Ferrara reemplazará a Claudio Ranieri, con lo que la familia Agnelli, dueña del club, espera un salto de calidad en el equipo mientras se encuentra sumida en problemas de sucesión.
Es tal la disputa para esta temporada entre Inter y la Juventus, que el torneo comienza con una polémica entre los entrenadores Mourinho y Marcello Lippi, porque éste último, a cargo del seleccionado italiano, se animó a decir que este scudetto será ganado por los de Torino, y por eso fue calificado de “poco inteligente” por su colega del equipo de Milán.
Pero más allá de estas dos candidaturas, sin dudas esta temporada del fútbol italiano comienza con una sensación de baja en su calidad, de quedar claramente por debajo de ligas como la inglesa y la española y con el acercamiento cada vez más notable de la liga alemana.
La explicación puede encontrarse en la escasa credibilidad de las estructuras dirigenciales del fútbol italiano por hechos de corrupción como el calciópoli, y la menor posibilidad de inversiones en jugadores de calidad, sumado a la salida de estrellas como Ibrahimovic, Aquilani, y especialmente Kaká, y el retiro de otros cracks reconocidos como Pavel Nedved o Paolo Maldini.
La caída en decadencia del tercer equipo poderoso de la liga, el Milan, también ejerce su influencia en esta sensación de baja. Además de la transferencia de Kaká al Real Madrid, de Sevchenko, y del retiro de Maldini, hay que tener en cuenta que otra de las estrellas contratadas en la temporada pasada, como Ronaldinho, no han rendido como se esperaba y el promedio de edad del plantel es demasiado alto, y tampoco cuenta ya con su entrenador de los últimos años, Carlo Ancelotti, emigrado al Chelsea, reemplazado por el inexperto Leonardo, ex jugador y últimamente, director deportivo de la entidad.
Las incorporaciones del brasileño Thiago Silva, en la defensa, y del goleador holandés del Real Madrid, Klaas Huntelaar, son los dos más destacados de los rojinegros, pero no parece alcanzar para pelear el título esta vez.
El otro equipo que parece en baja, y que anteriormente animó los campeonatos es la Roma, siempre conducido por Luciano Spaletti y con la base de un plantel que hace pocas temporadas generó satisfacción entre sus hinchas. La expectativa se centra como siempre en lo que genere su capitán y máxima estrella, Francesco Tutti, y el atacante Vucinic, y parece interesante la contratación del joven Guberti, pero generan dudas las salidas de Aquilani y Panucci.
La Roma se encuentra, además, en un proceso de negociación que podría contemplar la venta de su paquete accionario, la próxima semana, de la familia Sensi al magnate ruso Mijael Prójorov, actualmente la fortuna más grande de Rusia con 9500 millones de dólares, y quien cuenta con el aval del primer ministro, Vladimir Putin, para adquirir la sociedad italiana en 330 millones de euros.
En cambio, asoman con fuerza equipos que anteriormente ocupaban posiciones de mitad de tabla y que podrían beneficiarse eventualmente con la participación de los equipos más grandes en los torneos europeos. Desde el Udinese, con la base de jugadores chilenos (Alexis Sánchez, Fabián Orellana y Mauricio Isla), la Fiorentina, la Sampdoria, la Lazio, con la contratación del delantero argentino Julio Cruz y el brasileño Eliseu, y que acaba de ganarle la Supercopa italiana al Inter en Pekín (2-1), hasta el Nápoli, con la llegada de Qiagliarella, Cigarini y Zuñiga. Y el Genoa, que ha contratado a nueve jugadores entre los que se destacan los atacantes argentinos Rodrigo Palacio y Hernán Crespo.
Más allá de los nombres, el hecho de que cada uno de los equipos animadores parece querer contar con un jugador creativo (Totti, Diego, Ronaldinho, Sneijder, Alexis Sánchez, Cassano) es auspicioso en búsqueda de recuperar un lugar que el fútbol italiano fue perdiendo en los últimos años.
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