El Gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner está enfrentado, se sabe, al Grupo Clarín. Esto viene desde hace tiempo, y es el mayor vector hacia el intento (ahora entre nebulosas luego de los resultados de los comicios del 28 de junio pasado) de sanción de una legítima nueva Ley de Radiodifusión. Esta incluye, como uno de los grandes temas (al menos de los más publicitados por el Estado), el intento por desmonopolizar las transmisiones de fútbol por TV, un hecho que ocurre desde que en 1985 comenzaran a correr los derechos para la empresa TRISA (Tele Red Imagen Sociedad Anónima), sociedad armada entre Torneos y Competencias (TyC) y el Grupo Clarín. Lo más notable de estas transmisiones originales es que sin prisa y sin pausa, TyC se fue convirtiendo en un Estado dentro del Estado, con la mayoría de los periodistas cobrando a fin de mes en la misma ventanilla, entre los pertenecientes directos a la empresa y los que trabajan en la producción de programas que se emiten por los distintos canales de aire o de cable (Fútbol de Primera por Canal 13, transmisiones de Copa Libertadores por el mismo canal, programas de Telefé, transmisiones de TyC Sports y Fox Sports) y la mayor parte de esos periodistas trabaja además, y mezclada, en los principales programas de radio, que sumados a los que trabajan en los diarios Clarín, Olé y La Razón, y algunos medios provinciales dependientes del grupo, conforman un conglomerado impresionante de opiniones maniatadas.
No sólo eso: por años, los clubes de fútbol se fueron empobreciendo por sus pésimas (y en muy buena parte corruptas) gestiones y todo indica, según un desconocido contrato entre la AFA y TyC para el público, que cada vez más la TV se fue quedando con la parte del león sin que los dirigentes del fútbol dijeran nada. Es más: se los vio muy contentos en el Mundial 2006, con todos los gastos pagos. Tampoco ningún dirigente, desde 1985, levantó su mano para votar contra la sempiterna conducción de Grondona desde 1986 ó desde 1979, cuando asumió, hace ya treinta años.
¿Cuál sería entonces el motivo para este repentino blanqueo de la situación real, o para que tanto Grondona como los clubes estén tan de acuerdo a la hora de reclamar tan duramente más dinero de la TV y el sindicato de futbolistas, FAA, se prenda en el mismo y justiciero reclamo?
No cierra tamaño cambio de actitud, conociendo tanto a cada una de las partes. La única forma de que esto cierre tiene que ver con un hecho político que nos remite al inicio del artículo: se está tramando un cambio de timón, que pasaría por incorporar al fútbol argentino al paquete de TV que prepara el Estado por el sistema satelital, que incluiría cinco canales (esto lo adelantó el periodista Horacio Verbitsky en el diario "Página 12" del domingo), entre los cuales estarían el 7, uno de noticias, otro infantil, Telesur y uno deportivo, que sería el encargado de transmitir el fútbol, en principio, con los diez partidos de Primera A y seguramente los de ascenso. Este cambio impactante, tendría una serie de implicancias, como el abrupto corte del contrato con TRISA, cuando el mismo vence en 2014 -lo cual significaría un juicio por una suma fuerte de dinero-, pero fundamentalmente, el objetivo buscado por el Gobierno: quitarle el fútbol al Grupo Clarín. ¿Y TyC? Una interesante pregunta, cuando es la otra mitad de la sociedad con Clarín y cuando habría que preguntarse qué pasaría con la producción de esas transmisiones de los partidos a partir de ahora. Porque una cosa es la plataforma de emisión, que sería, en este caso, el nuevo sistema satelital. Y otra cosa, es la cantidad de requisitos para producir transmisiones de partidos de esta naturaleza, y allí volvería a entrar TyC, y todos contentos, menos Clarín, claro. Y Colorín colorado, este cuento parece haber terminado y una vez más, Grondona daría una pirueta supuestamente oficialista para seguir pisando fuerte.
Muchos medios, por estas horas, vociferan que Grondona juega su partido, y que no tiene un interés en los clubes: chocolate por la noticia. Pero los dirigentes de los clubes no nacieron ayer y por algo se callan la boca y nadie salta a contradecir al caudillo del "Todo pasa". Acaso por eso, Lanús, Vélez o Estudiantes no se quejan de que el resto de los clubes comparta la división con ellos aún teniendo deudas y con pésimas administraciones que en cualquier país civilizado implicarían un descenso. Por eso (y por un acercamiento al Gobierno por parte de su presidente Amor Ameal) es que Boca sostiene que no hay problemas si hay que rescindir el contrato con la TV actual. Y acaso por eso, FAA tampoco se opone a que el fútbol se pare, contra la voluntad de los jugadores y entrenadores y tanta gente que vive de la industria y necesita que el fútbol arranque. Es más: habría que ver si este conflicto nació en FAA, siempre dormido a la hora de reclamar o si esta amenaza de FAA no fue hecha a pedido de "Don Julio".
El otro tema es el futuro, es decir, 2011. ¿Qué pasaría si el oficliamismo perdiera las elecciones? ¿Qué ocurriría si un nuevo Gobierno, de otro color político-supongamos, el de Mauricio Macri- determinara que el fútbol es un enorme gasto para el Estado y decidiera privatizar este paquete digital? Todo queda en un acertijo pero se sabe: en la Argentina siempre se piensa a corto plazo. No existe ni el mediano ni el largo plazo. En esta misma semana, el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que los tiempos del Estado "no son los tiempos del fútbol", pero el Estado maniobra para quedarse con el fútbol. ¿Cómo se entiende este juego de palabras tan contradictorio? desde este extraño ajedrez y la importancia fundamental que el fútbol tiene en la sociedad argentina. Tanto, que es la presa más importante por la que hoy pelean Clarín y el Gobierno. Nada menos.
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2 comentarios:
Porqué decís que el futbol es un gasto para el Estado?
Es increíble, si es ganancia para una empresa, para el estado será gasto?
Y el hincha de Estudiantes Bombou, no se le ocurre adelantar la emisión de los partidos.
Los hinchas no hacemos política, pero esas transimisiones de radio en tv, son vergonzosas y humillantes.
También es humillante que tengamos que esperar 48 hs. o más para ver los goles de los viernes.
Los Argentinos queremos ver los goles, así de simple.
¿Por qué decis que digo que el fútbol es un gasto para el Estado? en ningún momento digo eso. Es más, no me referí nunca a si es conveniente o no para el Estado (creo que lo es), sino qué pasó y en todo caso te debés confundir con que planteo lo que podría pasar en 2011 si, por ejemplo, ganara Macri y replanteara lo de seguir transmitiendo fútbol desde un canal estatal. Pero eson ya es otra cosa.
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