Desde Barcelona
Parece que fue en el siglo pasado pero fue hace
apenas una década. Era la fecha 36 de la Liga Española, el Real Madrid ya había
salido campeón con anterioridad con el alemán Bernard Schuster como director
técnico, y el Barcelona del holandés Frank Rikjaard, justo antes de que
asumiera Josep Guardiola en su lugar, le hizo “Pasillo” a los blancos en su
homenaje.
Allí
estaban. Cuando apareció el Real Madrid en un pletórico estadio Santiago
Berabeu, Carles Puyol, Xavi Hernández, Víctor Valdés, Eric Abidal, Yaya Touré,
Lionel Messi y Thierry Henry, aplaudiendo a los blancos flanqueándolos por el
hecho de haber sido campeones de Liga.
No
sólo eso: en el partido anterior del Barcelona ante el Valencia, tanto Deco
como Samuel Eto’o se habían hecho amonestar, les sacaron la quinta tarjeta
amarilla y evitaron estar presentes en el Pasillo y fueron señalados duramente
por su entrenador Rikjaard en la conferencia de prensa siguiente.
Ahora,
la situación es parecida. La Liga está en su jornada 36, el Barcelona ya es
campeón, se juega el Clásico contra el Real Madrid, pero ya lo dijo el director
técnico de los blancos, Zinedine Zidane: no habrá homenaje ni nada, porque,
según se explica desde el club, los azulgranas tampoco lo hicieron cuando ellos
ganaron títulos internacionales.
En
el Barcelona explican que sólo se acostumbra a hacer Pasillo cuando se agana la
misma competencia en la que ellos participan, y no era el caso porque el Real
Madrid venía de ganar el Mundial de Clubes, aunque los madrileños insisten en
que en 2006, su rival sí que le hizo pasillo al Sevilla.
Los
catalanes responden a eso que sí, que es verdad pero fue un caso “excepcional”
porque el Sevilla había sido por primera vez campeón de la Copa de la UEFA y el
Barcelona, al mismo tiempo de la Liga, y que entonces decidieron hacer un
“Doble Pasillo”, homenajeándose mutuamente.
La
“Guerra del Pasillo” fue ganando lugar en un Clásico descafeinado porque el
Barcelona no se juega nada por ser ya campeón, y tampoco el Real Madrid, ya
clasificado a las copas europeas de la temporada siguiente y camino, además, a
la final del 26 de mayo en Kiev ante el Liverpool en búsqueda de su
Decimotercera Champions League, y entonces lo que se juega es el honor, y poco
más, y es en estos casos cuando aparecen estos temas de conflicto entre ambos
clubes, enfrentados históricamente.
Así
es que afloró la otra posibilidad que fue creciendo en la semana: que el Real
Madrid y el Barcelona aprovechen para homenajear conjuntamente a Andrés
Iniesta, que ya comunicó que tras el final oficial de la temporada, acabará su
extensa carrera en el club catalán y se marchará a jugar “fuera de Europa” y
casi con seguridad en China, aunque esto no lo manifestó.
Fue
entonces que el diario “Mundo Deportivo” de Barcelona comenzó a proponer en
forma cada vez más insistente, que siendo que Iniesta es un jugador reconocido
en toda España, además no catalán sino manchego (es oriundo de Fuentealbilla,
donde tiene bodegas vitivionícolas), y autor del gol más importante de la
historia del fútbol de este país (el que kle dio el título mundial ante Holanda
en Sudáfrica 2010), los dos clubes le hagan “Pasillo” antes de comenzar el
partido, iniciativa que también fue aceptada por el diario “Marca”, de Madrid.
Así
es que proliferó en las redes sociales el hashtag #PasilloAIniestaEnElClasico.
La
historia de los “Pasillos” comenzó en 1970, cuando el Athletic de Bilbao reconoció
en el viejo estadio San Mamés al Atlético de Madrid en un partido de Copa del
Rey porque el club de la capital española había ganado la Liga y entonces
fueron homenajeados, al salir a la cancha, jugadores de la talla de Iribar,
Clemente, Luis Aragonés o el argentino Gárate.
El
primer “Pasillo” en un Clásico fue en 1988, cuando el Real Madrid fue recibido
de pie por el Camp Nou y entre aplausos por sus rivales que lo flanquearon,
aunque luego en el partido, se impuso aquel Barcelona del “Lobo” Carrasco y del
inglés Gary Lineker.
Tres
años más tarde, la situación se revirtió y fueron los jugadores del Real Madrid
los que homenajearon a sus rivales en el Santiago Bernabeu, pero al final se
impusieron los blancos con gol de Aldana.
Los
tiempos cambiaron y ya se acepta de ambos lados del mostrador que el Pasillo
“es algo discrecional. Es bonito pero es ya decisión de cada uno y nadie está
obligado”, como dijo el presidente del Barcelona Josep María Bartomeu días
pasados.
Para
la mayoría de los protagonistas de este tiempo de mayor enfrentamiento entre
catalanes y madrileños, el que debe realizar el Pasillo lo vive como “una
humillación” y busca evitarlo por todos los medios.
Acaso
Iniesta sea la excusa perfecta para que algo cambie esta vez, aunque ya aparecieron
muchos hinchas del Barcelona mostrándose en desacuerdo en que sus jugadores
compartan cualquier actividad con los del Real Madrid.
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