Por
Sergio Levinsky, desde Lyon
La bandera española con el escudo del Atlético
Madrid colocada en el centro de la plaza de la zona de Bellecour, en el centro
de Lyon dice “sufriendo existo”. Allí se concentran centenares de hinchas del
Atlético Madrid, que se calcula que esta noche a las 20,45 (15,45 de la
Argentina) llegarán a ser 10.500 para llenar la tribuna del Estadio Groupama en
otra final del equipo de Diego “Cholo” Simeone, esta vez por la Europa League
ante el ascendente Olympique de Marsella.
Así como pocos pueden entender al fútbol francés,
porque fue fundador de las principales organizaciones de este deporte en Europa
y en el mundo, también participó en la iniciativa de los grandes premios como
el del “Balón de Oro” o del “Botín de Oro” pero nunca consiguió tener dominio
en el continente pese a limitar con dos potencias como España y principalmente
Italia, el Olympique de Marsella parece haber encontrado en Rudi García, por
fin, un entrenador acorde para pelear arriba aún con más bajo presupuesto en su
propia liga en comparación con el Mónaco y con el PSG.
Pero el favorito de esta final es, sin dudas, el
Atlético Madrid pese a que Simeone no precisó con claridad si esta, en
definitiva, es o no una gran temporada para el club: quedó afuera de la Copa
del Rey, será, casi con certeza, subcampeón de Liga detrás del Barcelona (pero
por delante del Real Madrid) y se quedó fuera de la fase de grupos de la
Champions League por no poderle ganar ninguno de los dos partidos al humilde
Qarabag, dejando su plaza a la Roma y al Chelsea.
Entonces, la tercera colocación en la fase de grupos
de la Champions lo fue empujando al Atlético a la Europa League que ya ganó en
2010 y en 2012 (ésta última ya con Simeone en el banco, en su primera
temporada) y ahora se encuentra en esta final de Europa League que deja la
pregunta picándole al Cholo: ¿Qué preferís ser, cola de león o cabeza de ratón?
El DT argentino dirá que nada de nada, que sólo vive
el día a día o será lo que tenga que ser. También, aunque no lo manifieste, en
algún lugar de su corazón reserva la esperanza de una Supercopa de Europa ante
el Real Madrid en agosto en Estonia si los blancos le ganan la final de la
Champions al Liverpool el 26 en Kiev, y que su exitosísimo ciclo de casi siete
años a cargo de los rojiblancos “comenzó con la confianza que nos dio aquella
Europa League” ganada al Athletic de Bilbao de quien también supo ser DT del
Olympique de Marsella, Marcelo Bielsa.
Esta final se juega en el contexto de dos hechos
importantes en lo individual. Por un lado, Simeone no podrá estar dando
indicaciones en el césped porque está suspendido por cuatro partidos por la
UEFA por insultar al árbitro en la ida de semifinales en Londres ante el
Arsenal, por la rápida expulsión de su lateral derecho croata Vrsaljko. Por
otro, podría ser el último partido del gran delantero francés Antoine Griezmann
con la camiseta del Atlético, porque todo indica que se marchará al Barcelona
para la próxima temporada, aunque nadie quiere decir nada hasta que se acabe
este compromiso y entren todos en vacaciones.
Simeone dijo en la conferencia de prensa previa que
los dos equipos se parecen y en la intensidad y la lucha podría ser, pero el
Atlético tiene un claro 4-4-2 en el que fueron mejorando las funciones de Koke
como organizador y Saúl sumándose al ataque, pero el déficit de los españoles
sigue siendo la creatividad, el pasar al 4-3-1-2, y todo queda depositado en el
juego vertical y la definición.
En cambio, los franceses juegan con un 4-2-3-1, con
la seguridad de un arquero como Mandanda, dos centrales de jerarquía como el
brasileño Luiz Gustavo y Ramí (ex Sevilla), lo que pueda hacer un gran creativo
como Dimitri Payet, que dejó la Premier League para regresar a su país y que
genera dudas con su participación por una lesión, y la participación del ex
River Plate Lucas Ocampos, de gran rendimiento en la temporada.
La bandera colgada en la plaza con referencia al
sufrimiento, no es para nada casual. Simeone manifestó en la conferencia de
prensa que los partidos “hay que saberlos sufrir”, en una particular filosofía
que se da de bruces con el espectáculo pero que ya se hizo carne en los hinchas
colchoneros, cada vez más argentinizados, aunque no muchos conocerán el tango
“Naranjo en Flor”: “Primero hay que saber sufrir…”
Con sufrimiento o no, el Atlético Madrid va esta
tarde-noche por otro título en el ciclo Simeone. Ya ganó la Copa del Rey y nada
menos que al Real Madrid, la Liga Española, la Supercopa de Europa, la Europa
League, perdió dos Champions en los últimos segundos y ahora va por otra Europa
League que lo puede meter en la próxima Supercopa de Europa.
Simeone va otra vez para hacer historia, en una
cancha que estará colmada de hinchas adversarios porque es más fácil llegar a
Lyon desde Marsella, pero que tendrá a los locales con los españoles por una
cuestión de rivalidad. En unas horas se dilucidará el resultado.
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