jueves, 17 de mayo de 2018

El Atlético Madrid se consagra nuevamente en Lyon (Jornada)



                                                      Desde Lyon, Francia



Con dos goles del francés Antoine Griezmann en lo que parece su despedida perfecta del equipo, y otro de Gabi, de gran partido, el Atlético Madrid consiguió esta noche en Lyon su tercera Europa League, la segunda con Diego Simeone, al vencer con comodidad 3-0 al Olympique de Marsella ante unos sesenta mil espectadores.

Griezmann podría anunciar en las próximas horas que dejará el Atlético Madrid para pasar al Barcelona y estos dos goles tienen entonces un sabor especial,  sumado a que Simeone, que arrastraba una suspensión de cuatro partidos y sólo había cumplido una, no pudo estar al comando del equipo y fue sustituido por Germán Burgos, su ayudante de campo.

De esta forma, el Atlético sigue sumando títulos en el ciclo de Simeone como entrenador, con una Supercopa de Europa, dos Europa Leagues, una Copa del Rey. Una Supercopa de España y una Liga Española, además de dos finales de Champions Leagues (ambas ante el Real Madrid) perdidas en los instantes finales (una sobre la hora y la otra, por penales).

No fue un buen partido el primer tiempo porque todo aquello que insinuó el Olympique de Marsella en el inicio, cuando Dimitri Payet  con maestría, habilitó a Germain para dejarlo solo ante Oblak, aunque el delantero equivocó el remate final, se quedó solo en eso.

Los franceses siempre tuvieron más la pelota, la quisieron jugar con cierta estética, pero a los diez minutos ya el Atlético Madrid y su eterno oficio lo fue sacando de su campo, lo fue alejando del arco de Jan Oblak, y con más maña que fútbol, con más orden táctico que con juego, todo se fue equilibrando.

Para colmo, a los 21 minutos, una mala salida desde el arco de Mandanda facilitó que Gabi habilitara a  Griezmann, acaso en el que puede ser su último partido vestido de rojiblanco antes de recalar en el Barcelona, y éste facturara.

Se sabe que una vez que el Atlético se pone en ventaja, aunque esta vez su director técnico Diego Simeone ni siquiera está del otro lado de la línea de cal sino su ayudante Germán Burgos, ya resulta muy difícil empatarle para cualquier equipo, incluso de mucho más calibre que este Olympique, pero si además se le lesiona su mejor jugador, que ya estaba en duda para la final, Payet, la cosa se empezó a complicar demasiado para los franceses.

De a poco, el Atlético fue bloqueando el partido, haciéndolo jugar en las zonas de las que siempre habla Simeone, lejos de su arco, en todo caso en lugares neutros, esos en los que no hay molestia alguna, y de esta manera tampoco pudimos ver en acción al reemplazante de Payet, Maxime López, quien está en la mira de Zinedine Zidane (un ex jugador del Marsella) para el Real Madrid.

Por si fuera poco, el Atlético remató a los 3 minutos del segundo tiempo cuando aprovechó otro error en la marca, y Koke alcanzó a tocar hacia adentro del área para que una vez más, Griezmann alcanzara a tocar a la red a la salida de Mandanda para establecer el 2-0.

Desde allí, el Marsella sintió el golpe, porque ya no era lo mismo estar a tiro del resultado que a dos goles de distancia, y ya los españoles manejaron el partido casi a voluntad, y durante un cuarto de hora, en campo rival.

Ya con en 2-0 el Atlético justificó plenamente el triunfo por oficio y por dominio psicológico del partido, sin padecer un solo problema en su propio arco. Solamente Maxime López apareció con rebeldía para tratar de cambiar el resultado, pero sus compañeros chocaban una y otra vez con la valla interpuesta por los entusiastas rojiblancos.

Desde la mitad del segundo tiempo, todas las fichas parecían jugadas. Tanto, que por momentos parecía un partido de esos de la Liga Española en los que el Atlético domina táctica, futbolística y anímicamente a sus rivales.

El único sobresalto para el Atlético llegó a diez minutos del final cuando el Olympique se tuvo que adelantar en el campo y Mitroglou, que había ingresado por el delantero Germain, alcanzó a anticipar de cabeza y la pelota pegó en el palo derecho tras superar a Oblak.

Cuando ya no quedaba tiempo para más, Diego Costa desde la izquierda pudo pasar limpiamente a Koke, quien a su vez habilitó a Gabi y éste, de gran partido, sacó un remate angulado para convertir el tercero para el Atlético en medio de una fiesta total rojiblanca que se amplió con el simbólico cambio final de Fernando Torres (un ídolo del club que ya anunció su salida) por Griezmann, otro que probablemente se vaya.

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