viernes, 13 de julio de 2018

Ciro Vargas, un argentino en la selección uruguaya: “Trabajar con Tabárez es como haber hecho un doctorado” (Jornada)



                                           
                                                         Desde Moscú



Acaba de quedar eliminado Uruguay en cuartos de final ante Francia en Nizhny Novgorod. Estamos en la zona mixta, pero no hay ambiente de drama. Todo muy tranquilo. Al rato, recibimos un whatsapp. Es Ciro Vargas, profesional argentino, mendocino, de excelencia, que trabaja con el cuerpo técnico celeste. Nos quiere saludar y entonces nos cuenta por dónde va a salir. Su educación es excelsa y de muy bajo perfil, pero en este riquísimo diálogo no esconde todo lo que sabe, lo que aprendió y lo que es capaz de aportar luego de muchos años de estudio y viajes. Una pena que deba ser en Uruguay, y no en su propia selección.

-          ¿Qué balance hace de la actuación de la selección uruguaya en el Mundial?
-          Creo que nos dimos cuenta del lugar en donde debemos estar. Siempre uno quiere más, es natural, pero no estamos en la misma dimensión de equipos como Francia por distintas razones, desde demográficas hasta económicas.

-          ¿Cómo fue el camino hasta llegar a la selección uruguaya y por qué, en todo caso, Uruguay y no Argentina, siendo usted argentino?
-          En Mendoza había trabajado en San Martín en el Nacional B. Arrancamos en la temporada 2001/02 en Huracán con Osvaldo Piazza, haciendo seguimiento de los jugadores rivales. Después, seguimos en el Boca Juniors de Carlos Ischia, en el Vélez Sársfield de Ricardo Gareca, que tenía jugadores como Santiago Silva, el “burrito” Juan Manuel Martínez, Ricky Álvarez, y así fuimos llegando hasta el Maestro Oscar Tabárez. Yo soy de Rivadavia, a 80 km de Mendoza capital. Me fui a los 18 años y no regresé más a vivir allí, porque me fui a estudiar a Rosario y de allí, a Madrid. Pertenece al Gran Mendoza.

-          ¿Y no extraña?
-          Claro que sí, pero viajo bastante y destaco en esto el enorme esfuerzo de mi familia, compuesta por mi esposa, que es sanjuanina aunque estudió en Mendoza y es licenciada en Nutrición e Investigación de Alimentos.

-          ¿Cómo es que desde Mendoza se inserta en el mundo del fútbol?
-          Nosotros hicimos un Máster en Ciencias del Deporte en la Universidad Autónoma de Madrid y nos fuimos dedicando a valorar la carga fisiológica del jugador en un partido, la fatiga. Lo que se hace es medir el espacio recorrido, la intensidad del esfuerzo.

-          ¿Y qué es lo que puede ir rescatando de esos estudios?
-          Creo que la variable más interesante que he descubierto para mis estudios es la llamada “de alta intensidad” en determinados momentos de un partido, que es para destacar porque correr 13 kilómetros, por ejemplo, a baja intensidad, no sirve. Pero muchas veces uno escucha o lee que se ha destacado a tal o cual jugador por lo que corre, y correr sin un sentido, no tiene un valor en sí mismo en el futbol. Es un instrumento de medición porque no todos tenemos la misma velocidad o resistencia.

-          ¿Y cómo es la metodología?
-          Yo tuve la inquietud de llevar adelante un laboratorio móvil, a partir del contacto con un argentino de Italia (llamado De Lellis) por una pasantía que hice en el laboratorio del Comité Olímpico Italiano (CONI) en Roma. De Lellis fue un visionario con este tema y así fue que a partir de su conocimiento armamos este laboratorio móvil con instrumentos de medición y en vez de esperar a que el futbolista venga para poder analizarlo, nosotros vamos a donde está el futbolista y desarrollamos tests con él.

-          Entonces, después de la carrera en distintos clubes argentinos, llega el momento de contactarse con Tabárez.
-          Sí, en 2011 nos contactó el profesor José Herrera, el histórico preparador físico de Tabárez, con el que trabajó en Peñarol, en la selección uruguaya, Boca, Milan. Es un tipo de perfil bajo, que con el Maestro ya se conocen con sólo mirarse. Ahí descubrí excelentes personas y profesionales. Lo que ocurrió en 2011 es que durante la Copa América, el equipo uruguayo pasó por Mendoza y allí pudimos conversar mucho más.
-          Pero con este laboratorio que me cuenta, seguramente varios equipos los deben estar buscando…
-          Así es. Tenemos una pequeña empresa, “Sport-Test”.  Somos 4-5 personas porque a veces nos llaman de más de un club al mismo tiempo. Nos contratan distintos equipos. Pedro Troglio y su cuerpo técnico, por ejemplo. Ahora me llamaron para desarrollar esta idea en Gimnasia y Esgrima La Plata porque el cuerpo técnico nos conoce.

-          Y en referencia a estos tests, ¿Ya hay datos de Mundiales anteriores como para compararlos con éste para conocer la evolución del fútbol en este tiempo?
-          Tenemos datos del Mundial de Brasil emitidos por la propia FIFA a través de una empresa italiana para comparar con una mayor objetividad.

-          Insisto con la pregunta: siendo usted mendocino, y con esta idea innovadora y con tanto conocimiento de su equipo de trabajo en los distintos cuerpos técnicos, ¿nunca lo llamaron desde la selección argentina?
-          No…nunca me llamaron y realmente sería un placer. Alguna vez, el profesor que trabajaba con Alejandro Sabella se acercó, pero eso fue todo…A nosotros nos preguntan mucho esto mismo, y la verdad es que no.

-          Seguramente será porque tienen a alguien haciendo un trabajo similar…
-          No me consta, al menos hasta donde conozco, no tienen a nadie haciendo esto, y creo que algo podríamos aportar.

-          ¿Y cómo trabaja con la selección uruguaya?
-          Lo que pasa es que la mayoría de los jugadores de la selección forman parte de equipos europeos y entonces están acostumbrados a la mejor tecnología. Uno lo que hace es mantener el nivel de alta calidad de la preparación física, porque ellos son jugadores de élite, tienen un nivel extraordinario.

-          ¿Y cuál es la diferencia de trabajo con las potencias europeas?
-          Bueno, ellos han sido los mentores de los seguimientos a los rivales y por el contexto socioeconómico, nos toca ir por detrás. En Uruguay se hace un esfuerzo por achicar esas diferencias. Son muy humildes y tratan de buscar por todos lados todo lo que los haga sumar. Ellos tienen en el presidente de la Asociación Uruguaya (AUF), Wilmar Valdez, a un dirigente de primer nivel y entonces hay una línea para tratar de optimizar el rendimiento de los jugadores. Y el método de trabajo en la selección ya está instalado, funciona por ósmosis porque todo está ordenado, planificado. Tabárez y su cuerpo técnico creen excesivamente en la planificación y el orden, entonces yo tengo que tener a su disposición entre 24 y 36 horas después de que me piden los informes si alguien nos consulta algo y jamás hemos sugerido algo que no nos corresponde. Están muy claros los roles de cada uno.

-          Entonces, la experiencia con la selección uruguaya fue positiva.
-          Yo tengo una admiración profundísima por el Maestro Tabárez y se lo dije y me emocioné en ese momento. Fue como haber hecho un doctorado.

Recuadro: “Riquelme fue extremadamente brillante en dosificar cuándo correr y cuándo, no”



                    Por S.L. desde Moscú
-       -  Usted se dedica a analizar e investigar los espacios recorridos, los esfuerzos. Y hay un jugador al que siempre se lo criticó mucho porque se decía que no corría, Juan Román Riquelme.
-        -  Riquelme fue extremadamente brillante en dosificar cuándo correr y cuándo, no, además de haber tenido el mapa del partido en la cabeza. Sabía exactamente cuándo correr y cuándo cambiar de ritmo. Recuerdo un artículo del diario Olé que se titulaba “Riquelme no corre, vuela”. Siempre lo destacaba el preparador físico que en un tiempo tenía Boca, Juan Manuel Alfano.

-        -  ¿Algún otro caso de jugador que supiera dosificar esfuerzos?
-        -  Juan Sebastián Verón. Por los datos que nos confirmaron, es así y por eso, fue lo que fue. Cada vez más hay que aprender a dosificar para no desgastarse sin sentido. Y el jugador lo va entendiendo.

-         - ¿Y hacia dónde vamos en esto en el futuro? Porque muchos medios y entrenadores insisten mucho con que hay que correr en los partidos.
-        -  Creo que cada vez más importante es el valor “Calidad de la alta intensidad”, la zona de espacios recorrida. Se apunta hacia una mayor y mejor calidad de la alta intensidad, los desplazamientos totales han ido cambiando con el tiempo y de los 13 kilómetros de promedio se pasó a los 9-10 kilómetros.

-         - Pero en los partidos, muchos medios suelen poner en la pantalla cuántos kilómetros corrió un jugador.
-         - Sí, lo veo y me doy cuenta de la confusión que transmiten con este concepto. Correr por sí mismo no sirve de nada.



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