jueves, 5 de julio de 2018

Francia-Uruguay y Brasil-Bélgica, lo mejor de cuartos en un solo día (Jornada)




                                                Desde Nizhny Novgorod


Todo en el mismo día. Hoy por la noche conoceremos a los dos semifinalistas del lado del cuadro más complicado y de mejores equipos después de que a primera hora, las 17 de aquí (11 de la Argentina) se enfrenten en Nizhny Novgorod Francia y Uruguay, y a las 21 de aquí (15 de la Argentina), en Kazán, hagan lo propio Brasil y Bélgica. Los dos ganadores jugarán entre sí en San Petersburgo por la primera semifinal del Mundial de Rusia.

El partido entre Francia y Uruguay tiene todos los condimentos. Por un lado, ambos se quejaron por la designación del argentino Néstor Pitana como árbitro. En el caso de los galos, porque es sudamericano en  un duelo entre un equipo de Conmebol y otro de la UEFA, por lo que este argumento es razonable y si nos basamos en lo que manifestara días pasados el italiano Pierluiggi Collina, del Comité de Árbitros de la FIFA, no debería ocurrir…pero ocurre.

También los medios franceses destacan que en Pitana podría haber animosidad hacia los tricolores por haber sido el equipo que eliminó a sus compatriotas del Mundial en la rueda pasada, pero no son los únicos. Oscar Tabárez, quien suele tener un bajo perfil, sostuvo que si bien es un “buen” árbitro” y “con mucha experiencia”, también es cierto que con él en la cancha “Uruguay no ganó nunca”, aunque éste parece un dato más histórico que ligado a la animosidad.

Lo cierto es que Pitana debe dirigir bien, y con la mayor ecuanimidad posible, si quiere llegar a dirigir en la gran final del domingo 15 de julio en el estadio Luzhniki de Moscú, lo que lo convertiría en el segundo argentino en haber dirigido en el mismo Mundial el partido inaugural y la final, tal como Horacio Elizondo en Alemania 2006.
Pitana es uno de los preferidos del ítalo-suizo Massimo Busacca, otro de los responsables del Comité Arbitral, y a diferencia del Mundial de Brasil 2014, cuando no pudo avanzar a las semifinales porque la selección argentina avanzó a esta instancia y obligó al regreso a su papis del juez, ahora tiene el camino expedito.

La mayor duda del partido está dada en la posibilidad, muy baja por cierto, de que juegue como titular el delantero uruguayo Edinson Cavani, fundamental para ganarle 2-1 a Portugal en octavos con dos goles suyos, pero que arrastra un edema en su pierna izquierda y ayer estuvo entrenándose de manera diferenciada.  Tabárez se enojó porque los rumores fueron tantos que desde la Asociación Uruguaya (AUF) hubo que dar dos partes médicos sobre el tema.

“Nosotros tenemos que estar preparados por si juega Cavani o por si no juega. Y si no lo hace pueden entrar Stuani o Rodríguez y son peligrosos también”, manifestó el DT Didier Deschamps, para algunos, mentalmente más italiano que francés tras años de haber jugado en la Juventus y por una línea de juego que se caracteriza mucho más por esperar y matar de contragolpe que de posesión de pelota.

En este partido se dará la particularidad de que jugarán un equipo con velocidad y que marca muchos goles como Francia, con un  punta como Oliver Giroud pero con gente que llega desde atrás como uno de los sucesos de este Mundial, el joven del PSG (compañero de Cavani) Kylian Mbappé, contra otro con un claro 4-4-2, aunque la falta de Cavani, si ocurre, podría ser fundamental porque obligaría a un juego diferente.

Otra particularidad es que habrá cuatro jugadores del Atlético Madrid, dos de cada lado. En el caso de Uruguay, lo son sus dos duros marcadores centrales, José María Giménez y Diego Godín, quienes tendrán cerca como delantero de referencia para marcar a Antoine Griezmann, compañero suyo de rojiblanco que protagonizó una de las novelas del verano en el mercado de pases porque estuvo a punto de ir al Barcelona, pero justamente sus compañeros celestes incidieron en que recapacitara y permaneciera en el conjunto madrileño.

El otro jugador del Atlético Madrid es Lucas Giménez, quien bien pudo jugar por España pero prefirió hacerlo por Francia.

Para Francia, si llega a semifinales será la primera vez desde Alemania 2006, cuando perdió la final ante Italia, mientras que Uruguay ya consiguió llegar a esa instancia en Sudáfrica 2010, cuando cayó ante Holanda.

Más tarde, en Kazán, se enfrentarán acaso las dos selecciones con más potencial, Brasil, gran candidata al título aunque fue de menor a mayor en el torneo, y Bélgica, que siente que con esta generación dorada no puede desaprovechar una oportunidad histórica, aunque zozobró ante Japón en octavos cuando perdía 2-0 en el segundo tiempo y reaccionó en el momento justo.

Brasil tiene lagunas pero también una enorme riqueza técnica desde jugadores de calidad contrastada como Neymar, Philippe Coutinho, Gabiel Jesús o volantes con despliegue como Paulinho, y de posición como el central Casemiro, y hasta se da el lujo de haber jugado en los octavos sin sus dos laterales titulares porque Daniel Alves ni siquiera viajó a Rusia, lesionado, y fue muy bien reemplazado por Fagner, y Marcelo, con molestias, dejó su lugar a Filipe Luis.

Por el lado de Bélgica, juega con un volante retrasado como Witsel y otro más adelantado como Kevin De Bruyne, ambos de muy buen pie, que alimentan a delanteros potentes y goleadores como Lukaku, o habilidosos y con cambio de ritmo como Hazard, Mertens o Ferreira Carrasco.

Para disfrutar con estos dos partidos de estilos muy diferentes.

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