domingo, 11 de julio de 2010
Es para Florentino Pérez que lo mira por TV
Pase lo que pase en esta final del Mundial, hay un derrotado seguro. No es otro que Florentino Pérez, el retornado presidente del Real Madrid, que ya al final de la pasada temporada tuvo que resignarse a perder las tres competiciones (Liga, Copa del Rey y Champions League) habiendo invertido una fortuna, pero de eso ya hemos escrito en este blog.
Lo de la final de hoy tiene varias aristas que no hacen otra cosa que demostrar que el dinero no es todo en la vida y así como Román Abramovich jamás pudo conseguir una Champions para su Chelsea, las decisiones empresariales o marketineras desligadas de una idea futbolística suelen derivar en desastres o como mínimo, en graves problemas de credibilidad a futuro.
Y en esa final de Sudáfrica, estará sentado en el banco de suplentes de la selección española nada menos que Vicente Del Bosque, a quien un día de 2003, el actual presidente del Real Madrid decidió comunicarle su despido en los últimos días de la liga de la temporada 2002/03, que además, ganó el entrenador. Pero Florentino ya tenía decidido su proyecto de vender más camisetas y para eso, necesitaba más un David Beckham adentro de la cancha, y alguien con más "pinta" afuera de las mismas y entonces caía bien traer al portugués Carlos Queirós, siempre tostadito y pintón. Del Bosque, en cambio, tiene cierta pelada, una buena barriga (símbolo de salud en otros tiempos), y bigotes un tanto antiguos. Si alguien piensa que se trata de fútbol, es bueno advertirle que no lo es para todos, ya se ve que no. Así fue que Del Bosque se fue un día del Real Madrid como campeón, desplazado por un proyecto más comercial, y en silencio un día regresó, se sentó en el banco de suplentes de la selección española, y ahora está a las puertas de un título mundial.
Sin embargo, no acaba aquí la cosa. En esta final, Pérez seguramente podrá ver por la pantalla plana y con imágenes sofisticadas y en tridimensión en su LED, por el lado de los holandeses, a Arje Robbenm y a Wesley Sneijder, dos conocidos suyos, a los que ya pudo observar in situ, en el propio Santiago Bernabeu, enfrentados en mayo pasado en la final de la Champions League entre el Inter y el Bayern Munich. Y ahora los verá jugando la final contra España, y en Holanda. Ambos fueron echados sin miramientos hace una temporada, cuando el Real Madrid consideró que no eran tan necesarios y en el Inter y en el Bayer los recibieron con los brazos abiertos. Tanto, que ahora se cotizan mucho más alto. Claro, el Madrid necesitaba a Kaká y a Cristiano Ronaldo. Así son las cosas y así es este mundo del fútbol. No siempre el dinero hace a la felicidad, también la da una simple pelota, al fin y al cabo, la que tiene un monumento en la puerta de la casa de Don Alfredo Di Stéfano, al cabo, presidente de honor del Real Madrid, y con una inscripción que dice "Gracias, vieja".
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