Desde Barcelona
Se esperaba un
Cabildo Abierto en el Camp Nou, al que asistimos para ver el Barcelona-Getafe,
en el que, paradójicamente, el que más se jugaba era el equipo de la comunidad de
Madrid, y un estadio semivacío fue la primera clara expresión del desinterés
del público azulgrana luego de la durísima eliminación de la Champions League
de la semana ante el Liverpool.
Apenas 57 mil
personas silbaron tenuemente el ingreso del equipo, al director técnico Ernesto
Valverde, ruidosamente al brasileño Phillipe Coutinho, y de manera intermitente
a un jugador surgido de la casa y ex campeón mundial como Sergio Busquets. Sólo
tres jugadores fueron claramente ovacionados y fuera de cualquier discusión:
Lionel Messi, el arquero alemán Marc Ter Stegen-ausente, reemplazado por
Cillessen-, y, sorpresivamente, al volante chileno Arturo Vidal, una manera de
querer demostrar que a la afición le preocupa que quienes defienden su camiseta
hagan todo el esfuerzo posible.
Con el correr de
los minutos, y el aceptable partido del Barcelona, las aguas se calmaron y los
locales, ya campeones de Liga, ganaron 2-0 sin despeinarse demasiado y dejaron
a su rival casi fuera de la próxima Champions, porque al perder fue alcanzado
en el cuarto puesto por el Valencia, que debe, además, jugar la final de la
Copa del Rey ante los catalanes el próximo 25 de mayo, en el estadio Benito
Villamarín del Betis.
Esta, que
termina el próximo sábado (con todos los partidos a la misma hora) fue una Liga
muy rara. El Barcelona nunca vio peligrar el título ante un Real Madrid que
está de vacaciones desde hace casi dos meses, sin objetivos, y con un insípido
tercer puesto, mientras que el Atlético Madrid consiguió el subcampeonato apenas
respirando, sin demasiado esfuerzo al no tener ninguna presión blanca.
Sin lucha por
los dos primeros lugares, el Atlético Madrid de Diego Simeone vivió ayer, en el
Wanda Metropoitano, la despedida del marcador central uruguayo Diego Godín, que
ya anunció su marcha al Inter italiano, y con el interrogante sobre si Antoine
Griezmann, ahora sí, se irá a jugar al Barcelona porque su ficha, desde el 1 de
julio, con la nueva temporada, baja de 200 a 120 millones de euros, aunque una
encuesta realizada al borde del Camp Nou por la revista “France Football” con
hinchas azulgranas dio como resultado que el cien por ciento se niega a que el
delantero llegue al club luego de que se negara a hacerlo en la temporada
pasada, cuando la expectativa era mucho mayor.
Si el Atlético
Madrid apenas pudo empatar ante un Sevilla que aún conserva chances (lejanas)
de llegar a la Champions que viene, el Real Madrid, directamente, piensa en la
temporada 2019/20 desde hace dos meses. Eliminado por un rotundo 1-4 ante el
Ajax en el Santiago Bernabeu en los octavos de final de la Champions, fuera de
la Copa del Rey ante el Barcelona, y muy lejos de la punta en la Liga, lo único
que parece interesar es que el DT Zinedine Zidane (que volvió nueve meses
después de haber renunciado) haga una criba y cambie medio plantel para
renovarlo con miras al futuro.
La prensa
española da por hecho que saldrán del equipo el galés Gareth Bale, y los
volantes Diego Ceballos y Marcos Llorente, mientras que hay dudas con Marcelo
(que muchas versiones colocan en la Juventus con su amigo Cristiano Ronaldo),
Toni Kroos y el arquero belga Thibaut Courtois, porque Zidane ya ha dicho que
confía en el costarricense Keylor Navas, con el que ha ganado tres Champions
consecutivas.
En cambio, es
espera que en los próximos días se finiquite la llegada de Eden Hazard
(Chelsea), ya se formalizó la de Rodrygo (Santos) y no se descarta la de Neymar
(PSG), Paul Pogba (Manchester United) y hasta la de Sadio Mané (Liverpool).
Si esto ocurre
con el Real Madrid, el Barcelona necesita un revulsivo luego de la inesperada
derrota de 4-0 ante un Liverpool con tres suplentes y el marcador central
Virgil Van Dijk, y los fichajes para tapar la tragedia ya están a la orden del
día. Desde el ya anunciado del volante del Ajax Frankie De Jong hasta el
posible de su compañero, el joven marcador central Mathhijs De Ligt, o el
citado de Griezmann, aunque para eso deberán salir algunos como Iván Rakitic
(al Inter), Coutinho (¿Chelsea?), y suplentes como Murillo, Vermaelen o Kevin
Boateng.
Ya sin chances
de discutirle (al menos por ahora) el primer lugar entre las ligas del mundo al
fútbol inglés (que metió a los dos finalistas de la Champions, los dos de la
Europa League, fue cuarto en el Mundial pasado, finalista de la nueva Copa de
las Naciones y campeón mundial sub-20 y sub-17), España sólo piensa en que las
vacaciones lleguen lo antes posible para recapitular e intentarlo de nuevo.
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