lunes, 20 de mayo de 2019

Griezmann, Mbappé, Pogba y otros chicos del montón (Jornada)


       
                                                     Desde Barcelona



Toda España mira hacia Francia, y La Liga, que acaba de terminar sin grandes novedades, no puede ser la excepción. Las vedettes, por estas horas, son varios de los campeones mundiales de Rusia, cuando se abre, definitivamente, el largo mercado de pases del verano europeo.

Si muchos están pendientes de la posibilidad de que por fin Pedro Almodóvar gane la Palma de Oro con su nueva película “Dolor y Goria” en el festival de Cannes, que fue ovacionada por gran parte del público, y el actual presidente de gobierno, el socialista Pedro Sánchez aparece como alternativa de liderazgo continental como alternativa a su par francés Emmanuel Macron para el Parlamento Europeo en las elecciones del próximo 26, no son pocos los que están atentos a los jugadores galos de moda.

Por el lado de Antoine Griezmann, tal como hace un año, otra vez es noticia porque ahora sí, muy rápido, organizó un video corto para anunciar que deja el Atlético Madrid luego de cinco excelentes temporadas, provocando un enojo que al parecer ha sido consensuado con el presidente rojiblanco, Enrique Cerezo, por cierto, un empresario cinematográfico que viaja asiduamente a la Argentina.

Si en 2018 todo el barcelonismo esperaba que Griezmann comunicara su alejamiento del Atlético, éste no se produjo en ese momento y el goleador francés decidió continuar un año más en Madrid, pero ahora, con las salidas de sus amigos Diego Godín, Filipe Luis, Juanfran Torres y Lucas Hernández-éste último, transferido al Bayern Munich-, su motivación es otra, y ya comunicó que se marchará.

Sin embargo, la novela parece que será larga, acaso uno de los culebrones del verano. Resulta que su cláusula de rescisión vale 200 millones de euros, pero tiene un trato con el Atlético que pasado el 30 de junio, es decir, con el inicio de la temporada 2019/20, esta misma cláusula se rebajará a 120 millones, que aunque para la Argentina es una fortuna, para los clubes poderosos europeos es una bagatela.

Así es que el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, se entusiasmó con el fichaje, lo mismo que el DT Ernesto Valverde, pero la amenaza de tormenta parecía llegar por el lado de dos clubes con mucho más recursos que el Barcelona, el Manchester City y el PSG, que como reciben dinero de Estados por debajo de la mesa (el primero de Emiratos Árabes y el segundo desde Qatar), no tendrían problemas en pagar ahora los 200 millones, generar un gusto mucho más dulce en las arcas del Atlético, y no hacer esperar a que llegue julio.

Pero ocurrió algo impensado para Griezmann. Tanto el PSG como el Manchester City declararon oficialmente que no están interesados en Griezmann, y el vestuario del Barcelona parece resentido con su negativa a vestir de azulgrana en la temporada pasada. Y ahora el francés, que ya anunció que se va del Atlético, no tiene destino claro.

Tampoco parece que será un verano tranquilo para el brillante y joven delantero francés Kylian Mbappé, gran figura del PSG. En un acto de cierre de la temporada en París, y cuando nadie lo esperaba, declaró al pasar a recibir un premio que quisiera ahora una mayor responsabilidad en un equipo y si un primer punto de inflexión en su carrera fue cuando pasó del Mónaco a su actual equipo, ahora podría haber “otro punto de inflexión” en el PSG “o acaso en otro equipo”.

La cuestión es que inmediatamente después, ya muchos lo imaginaron de blanco y en Madrid, tomando en cuenta que el DT del Real es también francés, Zinedine Zidane, quien lleva semanas tratando de convencer a Paul Pogba para que deje el Manchester United y se traslade a la capital española.

Zidane considera imprescindible a Pogba (silbado en su último partido con el Manchester United) para su proyecto de un nuevo Real Madrid 2019/20 que trate de borrar sin dejar ninguna huella, esta nefasta temporada que acaba de finalizar, en la que acumuló 19 derrotas (no hay error en la cifra) y en la que estuvo de vacaciones, sin ningún objetivo, desde principios de marzo, lo que significa cinco meses sin jugar por nada.

Por eso, Zidane regresó antes de tiempo a la dirección técnica a nueve meses de su impactante renuncia delante del desencajado Florentino Pérez. Tenía tiempo para pensar bien un proyecto para 2019/20 pero no aguantaba más en su casa, sin una actividad concreta, y llamó para volver a sentarse en el banco, aunque bajo la promesa de un nuevo equipo más motivante, sin que pase lo que ayer en el Santiago Bernabeu: un equipo dormido, desganado, sin alma, que perdió nada más que 2-0 ante un Betis de mitad de tabla y que destituyó a su DT (Quique Setién) al terminar el partido.

Varios espectadores se levantaron y se fueron al segundo, cuando Marcelo (el mejor lateral izquierdo del mundo cuando tiene ganas de jugar, pero que ni siquiera fue convocado a la selección brasileña por la Copa América), lanzó un pase a un compañero como si lo hiciera desde el sofá de su casa.



Más que “Dolor y Gloria”, lo del Real Madrid de este año se pareció a “Pepi, Lucy y Bom, y otras chicas del montón”, la ópera prima de Almodóvar, cuando el gran director manchego recién comenzaba y todavía su cine no desplegaba el talento que aparecería más tarde y con otros recursos.

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