lunes, 6 de mayo de 2019

Todas las miradas del fútbol europeo apuntan a la Champions (Jornada)




                                                      Desde Barcelona



Por estas horas, el personaje que es absoluto centro de atención europea es el delantero egipcio Mohamed Salah. Hoy, el departamento médico del Liverpool le hará una tomografía computada para determinar si está en condiciones de jugar el trascendental partido revancha de semifinal de la Champions League ante el Barcelona en Anfield, lo que para muchos puede ser decisivo para las disminuidas chances del conjunto inglés luego de perder en la ida 3-0, aunque haya sido un resultado injusto.

En lo que para muchos es una de las mejores Champions Leagues de los últimos tiempos, mañana el Liverpool deberá jugarse el todo por el todo en un estadio de Anfield a reventar, que tratará de recuperar la mística luego de tantos años sin títulos (el último europeo fue en 2005 y no ha ganado la Premier League desde que en 1992 comenzó a jugarse con este formato).

Habiendo sido incluso superior al Barcelona en el Camp Nou, con un estadio que por muchos minutos se mantuvo en silencio ante el dominio “red”, el Liverpool falló a la hora de la definición y chocó contra el indiscutido genio de Lionel Messi y contra el gran arquero de los catalanes, el alemán Marc Ter Stegen, y ahora, se encuentra condicionado no sólo porque debe marcar como mínimo tres goles, sino que en el caso de que su rival convirtiera uno, se verá obligado a marcar cinco.

A favor del Liverpool cuenta su estadio, su gente, su capacidad como local en una Champions en la que sólo recibió dos goles en su casa, y ambos en el mismo partido (el del debut en la fase de grupos ante el PSG, 2-2) y también que un gol tempranero podría obrar psicológicamente ante un Barcelona que en la temporada pasada, en cuartos de final, venció 4-1 en la ida ante la Roma, y que sin embargo se dejó estar y cayó 3-0 en la capital italiana para quedar sorpresivamente eliminado de la competición.

En contra de los ingleses cuenta la diferencia de gol en su contra, que los obliga a una gran remontada, el poco tiempo de descanso (el sábado ganó un durísimo partido como visitante ante el Newcastle por la Premier League, 2-3, sobre el final, mientras que el Barcelona, ya campeón de la Liga Española, utilizó un equipo de suplentes ante el Celta de Vigo), y las lesiones como las de Naby Keita, Roberto Firmino, y la duda sobre Salah, lo que podría quitarle hasta tres titulares para su partido más importante del año.

En el caso del otro partido semifinal por jugarse el miércoles en Amsterdam, es indudable la ventaja obtenida por un joven equipo como el Ajax, que no sólo logró imponerse en la ida al Tottenham en el nuevo estadio de White Hart Lane, en Londres (0-1) sino que pudo ser una ventaja mayor, y sin que los dirigidos por Mauricio Pochettino pudieran hacer demasiado (así es que el argentino se quejó amargamente tras el final).

La dinámica de un equipo joven como el del Ajax, sumada a la aparición de algunas importantes individualidades como el volante Frankie De Jong (ya transferido al Barcelona para la temporada que viene), el defensor Matthijs De Ligt, o el creativo serbio Dusan Tadic, lo destacan como el equipo sorpresa del torneo, dirigido por el entrenador Erik Ten Hag, quien coincidió con Josep Guardiola en el Bayern Munich, cuando se hizo cargo del equipo B.


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