Desde Sevilla
Será un
Barcelona extraño el que enfrente mañana desde las 16 (21 de España) al
Valencia en el estadio Benito Villamarín, del Betis, por la final de la Copa
del Rey, que si bien podría significar el doblete nacional (por haber ganado
también la Liga Española), queda muy descafeinado por la durísima derrota ante
el Liverpool por la semifinal de la Champions League.
Tras cinco años
sin declarar en una conferencia de prensa, un Lionel Messi calmo pero aún
dolido (manifestado por él mismo en reiteradas ocasiones) reconoció que el
plantel del Barcelona sigue afectado por lo ocurrido en Anfield hace escasos
días, cuando con una derrota por dos goles pasaba a la gran final de la
Champions en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid., pero al caer por 4-0,
no dejó ninguna opción. “Esa noche hubo un solo equipo en la cancha y fue la
segunda vez que nos pasó en dos temporadas”, reconoció el astro argentino.-
Messi,
acompañado por el defensor catalán Gerard Piqué, dijo con mucha sinceridad que
el equipo necesita cambiar pronto las pilas para vencer mañana al Valencia
porque en la Liga no le pudo ganar ninguna de las dos veces en que se
enfrentaron y que si su rival llega mejor anímicamente, les puede hacer mucho
daño.
En condiciones
normales, el Barcelona sería amplio favorito mañana ante el Valencia, pero no
tanto en esta circunstancia porque habrá que ver cómo absorbe el golpe de
Anfield y muchos jugadores (y acaso un Ernesto Valverde que fue ratificado como
entrenador pero sabe que una derrota casi que lo saca de su cargo) podrían
estar ante su última posibilidad.
Casos como el
arquero holandés Jasper Cillessen, el marcador central belga Thomas Vermaelen,
acaso su compañero de zaga francés y campeón mundial, Samuel Umtiti, los
volantes Iván Rakitic y Rafinha, y delanteros como Kevin Boateng y Malcom
podrían cambiar de equipo en el mercado de verano, que ya se abrió y en el que
el Barcelona ya contrató al volante del Ajax Frankie de Jong y tendría chances
de traer a su compañero Matthijs, un joven y destacado marcador central (a tal
punto, que en esa posición los holandeses contrataron ya a Lisandro Martínez,
de Defensa y Justicia).
Si el Barcelona
gana la final, será su quinto doblete histórico, algo que ningún otro club ha
conseguido hasta ahora en el fútbol español, y también su trigésimo título en
una década, lo que refiere a su amplio dominio nacional, además de ser la
quinta Copa consecutiva desde la temporada 2014/15.
Pero enfrente
tendrá un muy duro Valencia, que llega a Sevilla con el deseo de culminar una
gran temporada llevándose la Copa tras haberse clasificado para la próxima
Champions League como cuarto de la Liga, y de haber llegado a semifinales de la
Europa League, donde fue eliminado por el Arsenal de su ex entrenador Unai
Emery.
El Valencia,
dirigido por Marcelino García Toral, cuenta con grandes jugadores, entre los
que se destaca el goleador (también de la selección española) Rodrigo Moreno,
pretendido por muchos equipos europeos, y el defensor argentino Ezequiel Garay,
que está en duda porque arrastra una lesión. El otro marcador central argentino
del equipo es el ex Boca Juniors Facundo Roncaglia.
El Barcelona es
el equipo con más Copas del Rey (30), mientras que el Valencia ocupa el quinto
lugar histórico, detrás del Barcelona, el Athletic de Bilbao (23), el Real
Madrid (19) y el Atlético Madrid (10).
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