Desde Bielsko.Biala, Polonia
La selección
argentina dio un gran paso para clasificarse a los octavos de final del Mundial
sub-20 al vencer, en un complicado partido, 2-0 a Portugal en la segunda fecha
de la fase de grupos, con goles de Adolfo Gaich y Nehuén Pérez.
El equipo
argentino tuvo un sólido trabajo ante un rival que lo dominó en gran parte del
partido, pero que no pudo definir las jugadas que creó, mientras que los
albicelestes fueron contundentes cuando se encontraron con posibilidades, y
luego supieron defender bien la diferencia.
Unas once mil
personas concurrieron a observar el partido en la zona montañosa de Bielsko
Biala, a unas tres horas y media de Varsovia y a una hora y media de Cracovia,
las dos ciudades más importantes de Polonia.
Fue bueno el
comienzo del partido para la selección argentina. La saludable idea de tratar de jugar la pelota y hacerlo
por abajo hizo que se mantuviera varios minutos desde el medio hacia adelante,
parado con una línea clásica de cuatro defensores, dos volantes de contención (Moreno y Vera), y
dos por los costados (Álvarez y Ursi), aunque con la posibilidad de llegar
hasta el fondo y ayudar a generar ocasiones asistiendo al tanque Adolfo Gaich,
de imponente físico.
El que flotaba,
algo más libre y por detrás de Gaich era Ezequiel Barco, el jugador con más
talento del equipo, y el que rápidamente despertó aplausos en el público, que
en un número aceptable se acercó para observar este partido.
Sin embargo,
pasados los primeros veinte minutos, Portugal, con muy buenos jugadores, pudo
salir del asedio argentino y lentamente se estableció en el campo albiceleste,
con una muy buena tarea de Jota, por la izquierda, que complicó mucho a Mura, y
del centrodelantero Rafael Leao, quien generó las mejores ocasiones de gol.
El equipo
argentino, aunque bien parado en el fondo pese a los ataques de los
portugueses, fue perdiendo iniciativa y tampoco parece estar en condiciones de
sostener por mucho tiempo una presión muy lejos del arco de Roffo, por lo que
prefirió agazaparse y esperar el momento. Y éste llegó a los 34 minutos cuando,
por fin, pudo acercarse al área rival, Álvarez aguantó la marca por la derecha,
cedió a Gaich y éste, que casi no tuvo participación en el partido, alcanzó a
definir con un remate mordido, junto al palo derecho del arquero Joao Virginia.
Al comenzar el
segundo tiempo, Portugal dio un nuevo aviso con un centro rasante de Jota que
no pudo conectar, otra vez, Rafael Leao, con la sensación de que apenas el
descanso separaba las acciones de los dos tiempos. Todo parecía seguir igual.
Sin embargo, segundos más tarde, Aníbal Moreno protagonizó una hermosa jugada
al gambetear corto a tres rivales y sacar un potente remate que terminó con la
pelota en el palo derecho de Joao Virginia. Argentina también daba la señal de
atención. No se había retirado del ataque.
Apenas segundos
más tarde, Barco aprovechó un error defensivo, se fue hacia el área y dio la
sensación de que lo tomaron del brazo en lo que pareció penal, aunque el
árbitro estadounidense Ismael Elfath hizo seguir la jugada.
Portugal siguió
atacando, y repetidamente por la derecha, sabiendo que Jota era su principal
conducto para asistir a Rafael Leao y llegar al gol, pero chocaba una y otra
vez con la sólida defensa argentina, aunque el equipo albiceleste ya estaba
jugado decididamente a la contra.
El dominio de
Portugal se hizo neto, cada vez mayor, y cuando todos imaginaban un cambio
defensivo para cuidar el resultado, el director técnico argentino decidió el
ingreso de Gonzalo Maroni por Julián Alvarez para cambiar la dinámica del
partido y tener más la pelota, algo inusual y saludable.
Y tal como
ocurriera en el primer tiempo, a los 33 minutos, Barco aprovechó uno de los
escasos errores defensivos del muy buen equipo de Portugal, habilitó a Gaich
con medio campo libre, el goleador se fue, pero esta vez el arquero Joao
Virginia alcanzó a taparle el remate final.
A los 40
minutos, Nehuén Pérez aprovechó un centro desde la izquierda para empujar la
pelota al gol, aunque fue convalidado varios minutos más tarde porque el
árbitro consultó al VAR, especialmente para ver si se trataba de un pase (en
ese caso, estaba en posición adelantada) o si había rebotado en un jugador
portugués, que fue lo que efectivamente ocurrió.
Argentina
terminó llevándose de Bielsko Biala un triunfo de notable valor por los puntos
y por la magnitud del rival.
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