Desde Barcelona
Desde que en la
madrugada de hoy (la noche argentina del martes) se divulgara en “El
Chiringuito de Jugones”, el programa deportivo más popular de la TV española,
que en el plantel del Barcelona hay varios jugadores descontentos con el
liderazgo de Lionel Messi y Luis Suárez, la situación no ha hecho más que
tensarse en el entorno del club azulgrana.
Ni Messi (quien
no asistió anoche a la fiesta de los 90 años de la Liga, en la sede del club
Espanyol y de quien dijo el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier
Tebas, que estaba “tocado” por la derrota en Anfield ante el Liverpool), ni
Suárez (recién operado de los meniscos, lo que pone en duda su presencia con la
selección uruguaya en la Copa América de Brasil) dijeron nada al respecto.
Según la versión
de “El Chiringuito”, en el que trabajan los ex arqueros argentinos Hugo Gatti y
Jorge D’Alessandro, tras la durísima goleada en contra del Barcelona ante el
Liverpool en Anfield por la Champions League (4-0) que significó la eliminación
de los catalanes al recibir la segunda remontada en dos años (la anterior en la
Roma en la temporada anterior), varios jugadores del plantel del Barcelona, por
lo bajo, consideran que los dos delanteros sudamericanos no estuvieron a la
altura en cuanto a la llegada al equipo o a la actitud tomada fuera del campo.
Mientras esto
sucede y ante el silencio de los jugadores, a menos de diez días de la final de
la Copa del Rey ante el Valencia en el Benito Villamarín de Sevilla (estadio
del Betis), el próximo 25 de mayo, los rumores no dejan de correr alrededor del
Barcelona. Aunque algunos ya confirman que el entrenador Ernesto Valverde
continuará en el cargo, otros creen que, simplemente, el club está esperando
que acabe la última competencia de la temporada para anunciar su partida.
Por otra parte,
ya la propia comisión directiva del Barcelona ya deja entrever que el único
intocable es Messi, pero que ya no lo son otros jugadores de renombre como
Jordi Alba (que tuvo dos graves errores en sendos goles en Anfield y a quien le
buscan un competidor para el puesto, que podría ser el brasileño Filipe Luis,
que saldrá del Atlético Madrid-), Sergio Busquets (de mala temporada, quien podría
ser reemplazado por Rodri, volante del Atlético Madrid), Iván Rakitic (quien
podría ser traspasado al Inter), Malcom (solicitado por varios equipos) o
Nelson Semedo (con ofertas del fútbol italiano), mientras que ya tienen casi
asegurada su salida el marcador central belga Vermaelen, el arquero holandés
Cillessen (en este caso, porque tras sus buenos desempeños, consideran que
merece una oportunidad de titular en otro club) y si se confirma la llegada del
francés Antoine Griezmann, deberían emigrar Ousmane Dembéle o Philippe
Coutinho.
En cuanto a
Griezmann, quien ayer anunció su salida del Atlético Madrid luego de cinco
temporadas con un corto video en el que agradeció a la afición, ya adelantó que
pagará la cláusula de su pase, que si hoy es de 200 millones de euros, desde el
1 de julio, día del inicio de la nueva temporada, bajará a los 120 millones, lo
que se considera muy poco para su valor de mercado.
Aunque el
Barcelona piensa pagarlos cuando comience a cotizar a este valor, corre el
riesgo de que se le adelante el PSG francés, que al recibir ayudas estatales de
Qatar, no tendría problemas en desembolsar los 200 millones ahora mismo, y que
ofrece al jugador una ficha mucho más alta que lo que pueden pagar los
catalanes, aunque éstos juegan sus cartas de ser una entidad que pelea siempre
por los títulos mientras los poderosos franceses no han podido cruzar nunca a
las semifinales de la Champions League en todo este tiempo.
Por otra parte,
el Barcelona ya se aseguró la llegada del volante del Ajax Frankie De Jong y se
encuentra en avanzadas gestiones para conseguir también al joven marcador
central Matthijs De Ligt, del mismo equipo holandés, que consiguió en su país
la Liga y la Copa, y se quedó a segundos de ser finalista de la Champions al
caer eliminado por el Tottenham.
También desde el
Ajax podría llegar el entrenador Erik Ten Hag, si tras la Copa del Rey llegara
a ser destituido Valverde (en el contrato de éste con el Barcelona, hay una
cláusula que dice que cualquiera de las dos partes puede rescindir sin tener
que abonar la cifra definitiva). Cuando le consultaron en una conferencia de
prensa en Amsterdam si piensa seguir en el club holandés, sólo atinó a decir
que “tengo contrato por un año más”, una forma de eludir cualquier respuesta
comprometedora.
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