Desde Brasil
El cimbronazo de
la detención del ex estelar futbolista francés Michel Platini por “presuntos
actos de soborno activo y pasivo” relacionados con la supuesta compra de votos
para que Qatar consiguiera la organización del Mundial 2022, pone en jaque al
país asiático y deja cada vez más grande el signo de pregunta sobre si todo
proseguirá su curso o si, por fin la FIFA decidirá abrir nuevamente una
compulsa por la próxima gran cita futbolística.
Platini fue
detenido hoy detenido bajo “custodia técnica” y está alojado en la Oficina
Central de la Lucha contra la Corrupción y los Delitos Financieros y Fiscales
(OCLCIFF) de Nanterre, en el noroeste de París, en calidad de testigo, al igual
que una ex asesora del gobierno francés de Nicolás Sarkozy, Sophie Dion.
Tanto Platini,
como Dion participaron de un trascendental almuerzo del 23 de noviembre de
2010, a apenas nueve días de la votación en Zurich de la sede de los Mundiales
2018 y 2022, en el Palacio del Elíseo,
sede de la residencia del Presidente de la República, junto con Sarkozy, el
emir de Qatar Tamim Ben Hamad Al Thani,
el entonces jeque Hamad Ben Jassem, y el ex secretario general de la
Presidencia, Claude Guéant –fue citado a declarar pero en la carátula figura
como “sospechoso libre”.
Fue en ese
encuentro en el que Qatar hizo efectiva la intención de comprar el PSG –club
del que es fanático Sarkozy- y con Bein Sports hacerse de los derechos
televisivos de la Ligue 1 pero todo a cambio de que Platini, a través de su
influencia en la UEFA por ser el presidente de esa entidad, consiguiera el
apoyo de las federaciones europeas, según el diario Le Monde.
También en esa
comida se cerraron acuerdos comerciales como la compra por parte de Qatar
Airways de 50 aviones A-320 a la fabrica que Airbus tiene en Toulouse en una
operación valorada en los 19.000 millones de dólares.
Tres años atrás,
en una entrevista con The Times, Blatter, en un intento por defender al ex
futbolista francés, dijo que Sarkozy había obligado a Platini a votar por Qatar
cuando había un acuerdo “diplomático” para votar a Rusia en 2018 y a Estados
Unidos en 2022.
Platini y
Blatter arrastran una suspensión del Comite Ético de la FIFA por 8 años (luego
reducidos a 4) en 2015 por un pago sin justificar de 2 millones de francos
suizos (1,8 millones de euros) en febrero de 2011, por lo que el francés
quedará habilitado otra vez como dirigente de fútbol en octubre próximo, pero
ahora deberá enfrentar los cargos en la Justicia por la corrupción en la
votación de la candidatura de Qatar 2022, en otro capítulo del FIFA-Gate,
colateral del que se lleva a cabo en los Estados Unidos con los ex dirigentes
sudamericanos de las distintas federaciones que componen la Conmebol, cuyo
cargo es el soborno desde consorcios mediáticos para obtención de derechos de
transmisión de distintos torneos hasta la Copa América de Ecuador (que iba a
jugarse en 2023 y será postergada hasta 2024).
En la votación
en la sede de la FIFA, en Zurich, Qatar obtuvo 14 votos contra 8 de los Estados
Unidos en la cuarta ronda, tras caer eliminadas las otras candidaturas para
2022 y desde entonces se hizo oficial el lema de los organizadores, “Mostrar lo
increíble”. Al poco tiempo, el ex secretario general de la FIFA, Jerome Valcke,
despedido por Blatter tras el Mundial de Brasil 2014, llegó a decir que El ex
secretario gral de la FIFA, Jerome Valcke, llegó a decir que Qatar “compró su
Mundial de fútbol” pero cuando lo apuraron dijo que no se refería a sobornos
sino al “esfuerzo económico” para ganar la candidatura.
El caso de
Platini se suma a las críticas internacionales a Qatar desde que financia a
organizaciones terroristas, el trato a los trabajadores inmigrantes (hay 1,7
millones, la mayoría indios, que tienen a su familia a mucha distancia, vive en
campamentos, en una atmósfera de sumisión y no pueden pasear por zonas muy
turísticas, se les retiene el pasaporte y no se les concede la residencia y hay
ya varios muertos en obras de construcción de estadios) y es bloqueada por
muchos de sus vecinos poderosos del emirato, como Arabia Saudita, Bahrein,
Emiratos Árabes Unidos y Egipto.
Pero desde que
lanzó su candidatura al Mundial 2022, Qatar, desde sus petrodólares, fue
estableciendo una relación cada vez más fuerte con los dos continentes con
tradición más futbolera, Europa (a través de la UEFA) y Sudamérica (desde la
Conmebol). La publicidad estática de Qatar Airways abunda en todos los partidos
de Copa Libertadores y Copa Sudamericana, así como la publicidad televisiva
como patrocinador antes, durante y después de cada encuentro de los torneos
continentales, igual que en la Copa América (organizada por la Conmebol) y en
los torneos internacionales de la FIFA.
Llamativamente,
a fines de 2018, fue la Conmebol la que propuso que la idea de la FIFA de 48
participantes desde el Mundial 2026 que organizarán Canadá, Estados Unidos y
México, se adelantara para Qatar 2022, un país demasiado pequeño para albergar
a tantos participantes y que, sin embargo, no sólo no se negó sino que propuso
realizar un estudio de factibilidad.
El presidente de
la FIFA, Gianni Infantino, recibió la idea “con interés” porque, adujo, esto
podría generar que Qatar tuviera que coorganizar el torneo con países con los
que tiene una mala relación, pero la idea no prosperó y no parecía nada fácil:
cuando Qatar se consagró campeón de Asia, meses atrás, en Emiratos Árabes
Unidos, al día siguiente, un periódico local tituló “Japón no pudo ser campeón”
para no mencionar al equipo que consiguió serlo.
El panorama de
la alianza de Qatar con Sudamérica se completa con la cada vez más estrecha
relación entre el consorcio mediático catalán Mediapro (cuyo principal
accionista es el independentista Jaume Roures), que anunció en abril de 2015 la
alianza con Al-Jazeera (gigante televisivo fundado por el gobierno qatarí en
1996) y fruto de ese acuerdo, lanzaron en España Bein Sports que ofrece Liga,
Champions y Europa League. Mediapro tiene una de sus sedes en Qatar y cada vez
se afianza más en sus lazos con la Conmebol, al punto de haberse quedado con
varias licitaciones de derechos de transmisión de los torneos continentales de
equipos.
En el ámbito
argentino, Boca Juniors firmo un contrato con Qatar Airways como Main Sponsor
del club por 4 años a 6.075.000 dólares por temporada por gestiones hechas a
través de una empresa cercana a Gaston Gaudio.
Una de las
grandes críticas a Qatar, desde el fútbol, es que a partir de sus recursos
económicos incurrió en el llamado “Doping Financiero” por el que desde el Estado,
se patrocina a distintos clubes o entidades con la excusa de que se trata de
publicidad de empresas.
Ya cuando Sandro
Rosell (quien acaba de dejar la cárcel
tras haber sido involucrado en hechos de corrupción con partidos de la
selección brasileña) se hizo cargo del Barcelona como presidente, trajo un
enorme contrato de patrocinio con QSI (Qatar Sports Investments) y el equipo
lució la publicidad de Qatar Airways, que pagó 171 millones de euros por cinco
temporadas.
Rosell había
trabajado como asesor para la candidatura de Qatar. De gran relación con el
emir, fue uno de los máximos responsables del proyecto Aspire Football Dreams,
por el que miles de chicos africanos y árabes pudieron acercarse para jugar al
fútbol.
En febrero de
2010, Josep Guardiola fue presentado
como embajador de la candidatura de Qatar. Jugó allí en 2003 en Al Ahli, con 32
años y cuando fue DT del Bayern eligió Qatar como lugar de stage en 2014. Luego
fue el turno de Xavi Hernández en el Al Saad, donde está instalado con toda su
familia (mujer, hija, padres, hermanos y entró en el staff técnico de la
selección que dirige el español Félix Sánchez y que juega esta Copa América).
Otro club que
estrechó los lazos con Qatar es el Bayern Munich. Además de stages en Doha,
firmó contratos de patrocinio de empresas qataríes por camisetas de
entrenamiento por valor de 15 millones de euros de euros por temporada, y se
incluye que técnicos del Bayern vayan a asesorar a Qatar. El Bayer lleva el
logo del aeropuerto internacional de Doha (HIA) y no el de Qatar Airways porque
el Bayern tiene un acuerdo con Lufthansa y al terminar este convenio, ya podrá
lucirlo.
También Qatar
cerró patrocinios con la Roma pero el caso más emblemático es el del PSG en el
que el jeque Nasser Al Khelaiffi es propietario y presidente y hoy, uno de los
dos representantes de la poderosa ECA (Asociación de Clubes Europeos) ante la
UEFA, además de presidente de BeIn Sports.
El inicio del
Mundial está previsto para el 21/11/2022
con siete estadios construidos desde cero y con refrigeración exterior,
en tanto la final es esperada para el 18 de diciembre en Doha.
Se calcula que
para este torneo, se dispone de un presupuesto de entre 8000 y 10.000 millones
de dólares más otros 200.000 en infraestructura como la construcción de una
amplia red de metro y se espera una afluencia de 1,5 millones de turistas.
En Qatar, la
homosexualidad es ilegal y se exige “ropa discreta” para asistir a los partidos
de futbol según el protocolo, en especial para las mujeres y está prohibido beber
alcohol en los espacios públicos y solo algunos bares y hoteles tienen un
permiso especial.
Sin embargo,
nada pudo bajar hasta ahora la candidatura mundialista de Qatar. ¿Podrá
lograrlo la detención de Platini y la aparición de nuevos hechos de corrupción?
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