Desde París
La selección
argentina de fútbol femenino consiguió un histórico empate 0-0 ante Japón, el
subcampeón del mundo, en su debut mundialista en Francia por el Grupo D, en el
estadio Parque de los Príncipes ante 25.000 espectadoras, y además, es el
primer punto que consiguen las albicelestes porque en los dos torneos
anteriores en los que habían participado, no habían podido lograrlo.
En Estados
Unidos 2003 y en China 2007, las anteriores dos participaciones argentinas en
los Mundiales, el equipo argentino había jugado los tres partidos de las
respectivas fases de grupo, y en todos los casos, había sido derrotada.
El equipo
argentino tuvo un gran debut en el Mundial, demostrando una enorme solidez
defensiva, con un entendible planteo de su entrenador, Carlos Borello, con una
línea de cuatro defensoras y cinco volantes, dejando arriba solamente a Soledad
Jaimes, para contener a un conjunto nipón a priori muy peligroso.
La selección
argentina salió con un planteo correcto, teniendo en cuenta la capacidad de su
rival, nada menos que la subcampeona del mundo.Por eso, su director técnico
Carlos Borello dispuso un 4-5-1, dejando arriba, acaso demasiado sola, a
Soledad Jaimes.
La línea de
cinco volantes (Mayorga, Benítez y Bravo, y más adelante Bonsegundo y Banini)
logró contener en la mayor parte del partido a las creativas japonesas, que
acabaron tratando de buscar algún agujero por donde pasar a la nutrida barrera
albiceleste porque en el caso de acercarse al área, las esperaba todavía una
fuerte línea de cuatro (Gómez, Barroso, Cometti y Stábile).
El partido no
era divertido porque el equipo japonés no le encontraba la vuelta y el
argentino se conformaba con un empate que cotizaba en oro, especialmente en el
debut.
Por eso no hubo
una sola situación de gol. La llegada más clara la tuvo Japón a los 10 minutos,
aunque con un remate muy desviado de derecha a izquierda porque la lateral
izquierda Stábile quedó enganchada, habilitando a sus rivales, que de todos
modos, definieron mal.
A los 40
minutos, una buena maniobra de Stefanía Banini provocó una falta y la tarjeta
amarilla para Shimizu. Al equipo argentino le faltó una cuota más de ataque,
pero prefirió un planteo más cauteloso, incluso sin salir a presionar y esperar
con mucha gente en su propio campo para no dejar espacio a las japonesas.
El segundo
tiempo comenzó igual, como si no hubiera existido el descanso, aunque con el
correr de los minutos, la pelota se llegó a jugar ya hasta casi tres cuartos
del campo argentino porque Japón fue metiendo atrás, de a poco, al conjunto
nacional.
A los 9 minutos,
un remate de media distancia de Yokoyama, esquinado, dio lugar a una buena
estirada de la arquera Vanina Correa, y el rebote no pudo ser capitalizado por
la delantera Sugasawa.
Ya el equipo
argentino comenzaba a padecer al japonés, cada vez con mayor posesión de pelota
y parado decididamente en el campo albiceleste.
A los 14 minutos
casi llega el primer gol para Japón, cuando Shimizu ganó por fin el uno contra
uno por la derecha, tiró un centro atrás, la defensa argentina quedó mal parada
y Hasegawa, acaso la mejor jugadora nipona, remató apenas desviado muy cerca
del área chica. Inmediatamente desúés de esa jugada, la entrenadora japonesa
Asako Taskakura hizo ingresar a Iwabuchi por
Yokoyama, que no tuvo un buen funcionamiento en el ataque.
A los 18
minutos, Borello decidió el ingreso de Vanesa Santana por Ruth “Chule” Bravo
para reforzar la mitad de la cancha, y acaso por ese ímpetu, segundos más
tarde, Argentina tuvo la primera jugada de peligro cuando Estefanía Banini
logró, por fin, salir del cerco japonés y la pelota le quedó justa a Soledad
Jaimes para rematar al gol, pero fue bien bloqueada por las marcadoras centrales.
Decididamente,
el partido se puso más entretenido porque Japón comenzó a quemar las naves en
búsqueda de un gol, pero a su vez ya no quedaba tan bien parada atrás y las
llegadas ya eran más frecuentes, al punto que a los 28 minutos, la lateral
Gómez se fue por la derecha, tiró un centro bajo que no pudo rematar al gol
Florencia Bonsegundo, en la llegada más clara del partido para las
albicelestes.
A los 77
minutos, Borello generó el segundo cambio argentino, al hacer ingresar a
Mariana Larroquette por una desgastada Bonsegundo, de enorme despliegue E
inmediamente, Mariela Coronel entró por Lorena Benítez, para dar aire a la
mitad de la cancha.
En los minutos
finales, la selección japonesa trató de llegar con más profundidad pero la marca
de las jugadoras argentinas fue férrea a partir del aire que les dieron los
cambios, y el tiempo jugaba a favor de las albicelestes, que se fueron
acomodando en la cancha, hasta con alguna chance de llegar hasta el arco
adversario, lo que no había sucedido en el primer tiempo.
En el último
minuto, y cuando el empate parecía sellado, Japón tuvo una inmejorable chance
en una corrida por la derecha pero Vanina Correa alcanzó a rechazar con los
pies en el momento justo.
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