Desde Salvador
La selección
argentina inició con muy mal paso su participación en la Copa América al caer
duramente por 2-0 ante Colombia, dejando una pálida imagen por una leve mejoría
en los primeros veinticinco minutos del segundo tiempo tras una primera parte
para el olvido, pero fue todo un espejismo.
Los colombianos
fueron mucho más a lo largo del partido, porque siempre tuvieron más claro a
qué jugaban, aunque los goles (especialmente el primero, de Roger Martínez)
hayan llegado en el momento en el que menos lo merecía, si bien en el balance
total del partido, la diferencia fue clara para los “cafeteros”.
Tras el gol de
Martínez, el entrenador portugués de Colombia, Carlos Queiroz, hizo ingresar al
potente Duván Zapata para jugar de contragolpe y éste convirtió apenas ingresó,
en una gran jugada colectiva.
El equipo
argentino dejó una imagen muy preocupante. Muchos jugadores intentaron suplir
individualmente la falta de una idea colectiva, y trataron de sacar adelante el
partido luego de un primer tiempo desilusionante por todos los costados, con la
sensación de que no hay conducción ni un sistema táctico trabajado.
Para el segundo
tiempo, Lionel Scaloni decidió reemplazar a Angel Di María, de muy escasa
participación en la punta izquierda, por Rodrigo De Paul para pasar a un
sistema 4-4-2 con Messi y Agüero más adelantados, lo que, al menos, generó
cierta ilusión de mejora porque no bien se reinició el partido, Guido Rodríguez
sacó un remate de media distancia que pasó muy cerca del palo derecho de
Ospina.
La nueva
disposición táctica permitió que Messi y Agüero conectaran mejor –De Paul le
dio otra fisonomía al ataque-, al punto que al rato también un oportuno taco del
delantero del Manchester City dejó al del Barcelona de cara a Ospina, y cuando
iba a rematar al gol, se interpuso Yerry Mina. En la jugada siguiente, un
potente remate por derecha de Paredes generó una gran estirada de Ospina, que
casi no había trabajado en el primer tiempo.
El segundo
tiempo no se parecía, definitivamente, al primero. Tras un córner desde la
derecha de un crecido Paredes, Agüero alcanzó a tirar un centro pasado al
segundo palo, un cabezazo de Otamendi dejó solo a Messi, pero éste, insólitamente,
desvió su remate cuando ya Ospina estaba en el suelo, vencido.
A los 32
minutos, una gran jugada desde la izquierda a la derecha en diagonal, terminó
en un disparo de Roger Martínez al ángulo inferior izquierdo que no pudo atajar
Armani. Golazo de Colombia acaso en el momento que menos lo merecía.
A los 34
minutos, Scaloni hizo entrar a Matías Suárez pero en vez de quitar a un
volante, lo sustituyó a Agüero, es decir que quedaba con la misma cantidad de
atacantes pese a estar en desventaja y con pocos minutos para el final.
Por si faltaba
algo, Queiroz hizo ingresar al “tanque” Duván Zapata por Falcao para parar un
equipo de contragolpe junto a Roger Martínez pero el equipo argentino no
encontraba la forma de acercarse seguido al arco de Ospina, a poco del final.
Y así, de
contragolpe, Colombia acabó liquidando a Argentina con una perfecta combinación
entre los dos atacantes que terminó con Duván Zapata empujando la pelota a la
red y complicando al equipo de Scaloni no sólo en este partido sino en el grupo
clasificatorio.
Con muy poco
juego, parada muy atrás y sin ideas, la selección argentina rescata, por ahora,
un punto ante una Colombia dominante en el juego aunque bien bloqueada en las
definiciones por los centrales albicelestes, que tuvieron una primera parte muy
descolorida.
Tras unos
primeros quince minutos frenéticos de ida y vuelta, el partido se amesetó, con
Colombia como dominadora absoluta y un equipo argentino perdido desde su primer
cuarto en adelante, sin una guía, y con Lionel Messi y Giovani Lo Celso
completamente absorbidos por la marca y la presión adversaria.
El partido tuvo
un comienzo frenético, con los dos equipos saliendo claramente a buscar el gol,
cada uno con sus armas. Si bien el equipo colombiano ya mostró algún lujo para
el aplauso (como una impecable bajada de James Rodríguez), la selección
argentina llegó dos veces con peligro en los primeros diez minutos, una por la
derecha, tras un centro de Lo Celso que nadie alcanzó a empujar, y un pase en
profundidad de Lionel Messi a Agüero que el delantero no pudo conectar bien
cuando Ospina salía a media agua.
A los 16
minutos, una lesión de Luis Muriel generó un primer cambio obligado en
Colombia, cuando su entrenador Carlos Queiroz hizo ingresar a Roger Martínez. Y
fue justamente éste quien perdió enseguida lo que hasta el momento fue la
situación más clara al rematar desviado, entrando por el medio, una pelota que
pudo bajar Falcao y cedérsela en el momento justo.
Colombia pasaba
a dominar el partido por ser más compacto, por tener a sus jugadores más cerca
para tocar, ante un equipo argentino demasiado largo, que cuando conseguía la
pelota, buscaba siempre a Agüero, absorbidos por la marca, con pases demasiado
largos, y varios de ellos, aéreos ante una defensa colombiana mucho más alta.
Una vez pasados
los primeros veinte minutos, ya Colombia se adueñó casi por completo de la
pelota, administrándola bien hasta el borde del área, donde Argentina resistía
como podía, aunque sin un plan claro de juego, más allá de la batalla y del
empeño.
A los 32
minutos, un desconcierto entre Armani y Otamendi, casi le cede el primer gol a
la selección colombiana porque la pelota quedó en los pies de Falcao, aunque la
defensa albiceleste se recompuso y pudo bloquear el remate final. El equipo
argentino mostraba un alarmante desconcierto táctico y era puro despliegue, sin
que aparecieran ni Messi ni Lo Celso, muy bien marcados posicionalmente en el
medio. Todo pasaba por alguna jugada individual pero nada desde lo colectivo.
Siempre
dominando el partido a voluntad, y parada en campo argentino, Colombia volvió a
tener una oportunidad a los 41 minutos cuando un desborde de Roger Martínez por
la derecha con centro atrás, dejó solo a Falcao pero su remate, una vez más,
fue bloqueado por Otamendi.
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