Desde Belo Horizonte
Cuando todo el
equipo argentino se lamentaba por la mejor ocasión de gol perdida tras un cabezazo
de Lautaro Martínez al travesaño, un penal otorgado por el árbitro brasileño
Wilton Sampaio al comenzar el segundo tiempo a través del VAR le permitió a
Lionel Messi empatar el partido 1-1 ante Paraguay, que a su vez inmediatamente
después tuvo otro penal que Franco Armani le contuvo a Derlis González.
Este empate deja
un sabor más amargo que dulce al equipo argentino, que por ahora queda tercero
junto a Qatar en el Grupo B, un punto debajo de Paraguay, en tanto Colombia ya
consiguió el pase a los cuartos de final en la primera posición.
La selección
argentina, que comenzó esta vez con un sistema táctico distinto al del debut
contra Colombia, ahora con un 4-4-2, no pasó de una gris actuación, que deja
una preocupante proyección para el último partido del grupo, en Porto Alegre.
Para el segundo
tiempo, y con la necesidad imperiosa de revertir el resultado adverso, ingresó
Sergio Agüero por Roberto Pereyra y de esta manera, la selección argentina
quedaba plantada con un sistema 4-3-3 mucho más arriesgado por la superioridad
que podía establecer Paraguay en el medio con sus cuatro volantes.
A los 5 minutos
del segundo tiempo, pareció reaccionar, por fin, la selección argentina. Lo
tuvo primero Lautaro, pero su remate estrelló la pelota en el travesaño, el
rebote lo recogió Messi pero su fuerte remate fue desviado por una gran
estirada del arquero Fernández.
Sin embargo, el
juego se detuvo y tras varios minutos de desconcierto, el árbitro Sampaio
otorgó un penal a la selección argentina por mano de Gómez tras el cabezazo de
Martínez, a través del VAR, que Messi convirtió con un remate potente.
Sin embargo, el
ímpetu por el empate le duró apenas segundos
al equipo argentino porque Otamendi le cometió una infracción dentro del
área a Derlis González y éste se encargó de ejecutar el penal con un remate
hacia la izquierda, que Armani pudo rechazar, dándole un respiro a los
albicelestes.
Scaloni hizo
ingresar entonces a Angel Di María por Lautaro Martínez, volviendo entonces al
4-4-2 inicial, pero ahora con De Paul y Di María en las bandas, y Messi y
Agüero en el ataque.
La salida de
Lautaro Martínez pareció planchar otra vez a un equipo argentino que salía de
su depresión y por fin se lanzaba de a poco al ataque.
El partido, muy
cortado por infracciones y pases imprecisos, se iba yendo sin que la selección
argentina mostrara demasiados progresos respecto del debut ante Colombia.
En los minutos
finales, Paraguay se fue metiendo cada vez más atrás, e incluso su entrenador
Eduardo Berizzo sacó de la cancha a Almirón y a Derlis González para colocar a
Celso Ortiz y Juan Escobar, para ayudar cada vez más en la marca, ante un
equipo argentino que fue otra vez a buscar el triunfo pero sin muchas luces ni
ideas.
La selección
argentina volvió a decepcionar con su juego y cae 1-0 ante Paraguay al término
de un primer tiempo, que la mostró con ímpetu pero descontrolada y sin nociones
tácticas, por lo que nunca le generó peligro a la defensa albirroja, que se
impone con un gol del volante Richard Sánchez promediando la etapa.
De caer esta
noche, la selección argentina sólo podría aspirar a ser uno de los dos mejores
terceros entre los tres grupos para poder llegar a los cuartos de final de la
Copa América.
Los primeros
minutos transcurrieron sin un dominador neto. La selección argentina parecía un
poco más acomodada al partido en una lucha clara por hacerse de la pelota entre
las dos líneas de cuatro en la mitad de la cancha. De Paul, Paredes, Lo Celso y
Pereyra por el lado albiceleste, y Derlis González, Richard Sánchez, Rodrigo
Rojas y Matías Rojas, por el albirrojo.
Pero por más que
el equipo argentino retenía la pelota más tiempo, le costaba mucho pasar la
segunda línea defensiva paraguaya, muy bien asentada, especialmente en el juego
aéreo.
Sin embargo,
tampoco Paraguay lograba acercarse a Armani porque no conseguía pasar la mitad
de la cancha con pelota dominada y porque Otamendi le ganaba a Santander en los
escasos centros ofensivos guaraníes.
El problema de
la selección argentina, de fondo, seguía siendo el mismo que ante Colombia en
lo estructural, más allá de pasar de un 4-3-1-2 a un clásico 4-4-2, y es su
falta de profundidad, porque Lautaro Martínez estaba tan solo arriba como
Sergio Agüero ante Colombia.
La jugada más
clara la tuvo Paraguay a los 27 minutos, cuando por fin un pelotazo hacia
Derlis González pudo quebrar al mal parado mediocampo argentino, el volante
derecho se fue en velocidad y sacó un remate cruzado que superó a Armani pero
en el camino rebotó en un defensor argentino y se fue al córner. Lo ejecutó
Matías Rojas desde la izquierda, cabeceó Junior Alonso hacia el otro palo y
Gustavo Gómez, que llegaba solo para concretar, también conectó de cabeza pero
sin puntería, y la pelota se fue por encima del travesaño.
Inmediatamente
después, la selección argentina tuvo una oportunidad gracias a un tiro libre
recto al arco por una dura falta a Lautaro Martínez, pero Messi remató hacia
las manos del arquero Roberto Fernández.
A los 37
minutos, aquellos tibios amagues de contragolpe de Paraguay se tradujeron en
gol cuando se escapó por la izquierda Almirón, y antes de que se le fuera por
la línea de fondo, sacó un centro desde la izquierda, que conectó muy bien por
el medio Richard Sánchez, que llegaba sin marca.
Desde ese
momento, el equipo argentino pareció desmoronarse. Paraguay, confiado, comenzó
a administrar mejor la pelota, unos metros más adelante, y tuvo otra ocasión
clara cuando Almirón, con mucho criterio, abrió a la derecha hacia Santander,
sólo porque los otros jugadores guaraníes se llevaron las marcas, pero el
robusto delantero prefirió tirar un centro antes que rematar al arco.
Era tal el
descalabro del equipo argentino, sin noción táctica, que hasta Franco Armani
tuvo que hacerle falta a Derlis González muy lejos de su arco, y fue amonestado
por el árbitro brasileño Wilton Sampaio, cuando la mayoría de jugadores
paraguayos reclamaba su expulsión como último hombre.
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