martes, 15 de junio de 2010
El fútbol africano y la racionalidad occidental (Jornada)
Si observamos a los seis equipos africanos que participan en esta Copa del Mundo, advertiremos que sólo uno de ellos tiene un entrenador nacido en este continente, el de Argelia, pero los restantes son todos europeos, excepto uno brasileño, que sigue la línea europeísta.
En efecto, entre los otros cinco equipos hay dos entrenadores suecos (Sven Goran Ericksson en Costa de Marfil y Lars Lagebäck en Nigeria). Un francés (Paul Le Guen en Camerún) y un serbio (Milovan Rajevac, en Ghana) y un brasileño (Carlos Parreira en Sudáfrica). La excepción es el jeque Rabah Saadane (Argelia).
¿Tienen algo que ver estos entrenadores con los resultados del fútbol aburrido y previsible que estamos viendo durante esta Copa del Mundo? Evidentemente, porque por un lado, muchos de los jugadores que forman parte de los planteles de estos seis equipos ya participan de las grandes ligas europeas, y por otro, los entrenadores llegan con sus libritos, muy parecidos unos a otros.
Ya lo planteaba Max Webber en sus ensayos sociológicos aunque orientados a otras temáticas aunque pueden extenderse al fútbol. Si algo caracterizó a Europa y a Occidente en general, como concepto, es en el intento de “racionalización” de la cultura, cualquiera ésta sea, en el intento de que todo debe ser llevado por los carriles de lo que se considera dentro de un esquema predeterminado.
Antes, hace ya cinco décadas, le ocurrió lentamente a Sudamérica, a la que le fueron quitando aquella inventiva, esa frescura que generaba admiración y sorpresa, ahora subsumidas por los rígidos esquemas tácticos, gracias al “aporte” y los “conocimientos” de los entrenadores europeos. En la Argentina fueron los Juan Carlos Lorenzo, Helenio Herrera y Osvaldo Zubeldía.
¿Dónde están ahora los Roger Milla, los Majder, los Kanu, los Okocha, los Mido y tantos otros? Aún están, aunque parecen colocados dentro de una máquina de producir resultados, demasiado parecida a la europea, o a la sudamericana de estos tiempos sin magia, de productos en serie.
Los Eto’o, los Drogba, los Martins, los Muntari, los Pienaar tienen que estar por algún lado. Deben aparecer en algún momento.
Seguramente eso ocurrirá con más fuerza el día que se rebelen a los esquemas, que se harten de ellos. Por ahora, rige la monotonía, la fábrica, el esquema rígido, el resultado sobre el juego. Es la famosa “racionalidad occidental”, que parece haber llegado a las costas africanas.
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1 comentario:
Se rebelan, Sergio querido. O se les sale la cadena. Y quedan pagando.
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