martes, 1 de junio de 2010

¿Podrá Argentina jugar con tres delanteros? (Yahoo)



A medida que se acerca el Mundial, un acontecimiento que vuelve locos a los argentinos al punto de que se haya resuelto un plan educativo estatal alrededor del fútbol para evitar el ausentismo en las escuelas, también aumenta la expectativa popular sobre el dilema del entrenador Diego Maradona sobre si disponer de tres atacantes o si seguir con su esquema conservador de dos líneas de cuatro jugadores y tan solo dos puntas en la vanguardia.

En esta columna nos hemos referido ya a aquel encuentro que sostuvieron Maradona y Lionel Messi en Barcelona y los deseos del jugador para que el seleccionador le permita estacionarse algo más atrás que dos delanteros, y permitir que por los dos costados le pasen los laterales como sucede en su equipo y que tantos resultados, deportivos y estéticos, le ha dado.

Si es por lo que se vio en algunos partidos durante 2009 y principios de 2010, parecía que Maradona se desdecía de aquella supuesta promesa hecha a Messi de tener en cuenta sus deseos, y continuó con el esquema 4-4-2, al punto de haber reconocido que tras el amistoso ganado 0-1 a Alemania en Munich, se decidió por defender con cuatro jugadores que originalmente son todos marcadores centrales (Nicolás Otamendi, Martín Demichelis, Walter Samuel y Gabriel Heinze), y su conformidad general era tal que parecía que ese esquema total no iba a revertirse más hasta Sudáfrica.

Sin embargo, fuentes muy cercanas a Messi insisten en que Maradona mantiene la promesa hecha al jugador sobre tratar de ser más ofensivo, especialmente en partidos en los que el rival tenga clara connotación de inferioridad inicial (como podría ser en el Mundial ante Corea del Sur o Grecia, por dar dos ejemplos), y echaría mano a otro dibujo táctico, como el realizado ante la débil Canadá el pasado 24 de mayo en la despedida del equipo albiceleste ante su público, en Buenos Aires (5-0).

Si bien para muchos, de ese partido es poco lo que puede extraerse de serio debido a la poca exigencia de un rival limitadísimo en lo técnico y en lo táctico, hay algunos hechos más que interesantes para analizar. Por ejemplo, el haber utilizado como titular a Javier Pastore, el joven que brillara hace un año en el Huracán de Angel Cappa en la liga argentina, y que también ha tenido hasta ahora un buen paso por el Palermo italiano.

Pastore es lo más parecido a Juan Román Riquelme que tiene el seleccionado argentino entre sus veintitrés jugadores que viajaron a Sudáfrica, y que Maradona recurriera a él significa que sigue confiando en un lugar en el campo de juego que requiere de manejo del equipo, pausa y pensamiento, para el pase justo en el momento indicado.

Pastore podría llegar a ser de gran ayuda para Messi, aunque Maradona decidió no colocar al genio del Barcelona para preservarlo de un golpe recibido en un entrenamiento durante la semana y de esta forma no hubo manera de verlos juntos, pero en cambio, el hecho de contar con un conductor, determinó que en la defensa se parara con apenas dos centrales (más clásico argentino), como Nicolás Burdisso y Otamendi, y que dejara el flanco derecho para que lo recorriera el volante Jonás Gutiérrez, más volcado hacia la mitad de la cancha.

Se sabe que Messi pidió a Maradona jugar lo más parecido posible a lo que hace en el Barcelona con tanto placer, y eso va más allá aún de sumar un delantero de punta a lo que el equipo argentino venía produciendo en ofensiva en el último tiempo, es decir, que Diego Milito o Carlos Tévez se sumen a Gonzalo Higuaín, para agregarse a ellos partiendo un poco más atrás, flotando.

Pero a este requisito se suma otro y es que, como sucede con Daniel Alves en el Barcelona, haya una posibilidad de otra descarga de pase por el lateral derecho, para lo cual terminó siendo imprescindible Maxi Rodríguez, por muchos meses alejado de las convocatorias.

Si es por lo que se vio ante Canadá, Rodríguez podría jugar delante de Gutiérrez como opción de ataque, dada su capacidad de remate de media distancia, y llegada al arco rival con un buen poder de definición, y eso generaría otra chance de descarga, además de los dos puntas, del propio Messi, y de lo que por izquierda podría concretar Angel Di María.

¿Quiénes se sacrificarían en esta clase de partidos? Posiblemente no sea necesario contar todo el partido con Juan Sebastián Verón, mientras que en la defensa, descansaría uno de los cuatro marcadores centrales.

¿Significa esto que Argentina prepara un sistema 3-3-2-2? (Con Pastore-Messi y dos puntas). Todo indica que puede ser cierto, como Plan B para determinados partidos, conservando el 4-4-2 para los más exigentes.

La riqueza de jugadores de su plantel lo permite. ¿se animará Maradona a concretarlo en el Mundial? Falta muy poco para comprobarlo.

1 comentario:

FI dijo...

Los hombres que integran la lista argentina permiten crear muchísimas variantes, seguramente Bilardo decidirá por Maradona y le hará cambiar de opinión con respecto a los 4 centrales.