Desde Kazán
No es muy difícil
reconocer a Junior (Leovigildo Lins da Gama). Los mismos bigotes que cuando
deslumbraba en el Flamengo o en la selección brasileña en los ochenta, aunque
ya canosos, aunque el pelo ya no sea enrulado ni morocho sino blanco. Hoy es
comentarista de TV Globo y tuvimos la chance de dialogar con él.
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¿Qué balance se puede hacer de los
partidos que se han jugado en la Copa Confederaciones?
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Por ahora, la calidad de los partidos no
fue la que se esperaba. Creo que a partir de las semifinales, cuando las
selecciones sepan bien lo que necesitan para llegar a la final, tendremos
mejores partidos, con equipos más ofensivos. En la primera ronda, los equipos
estuvieron más preocupados por no perder para tener posibilidades de
seguir. La selección portuguesa quedó en
deuda con el juego y tal vez la selección chilena es la que haya jugado más
positivamente.
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¿Puede tener relación con que la
selección chilena tiene más tiempo de trabajo y los jugadores se conocen mejor?
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Sin duda esa es una cosa que puede
influir favorablemente pero en compensación, tiene una media de edad muy alta y
eso puede influir en la parte final de la competencia porque se trata de muchos
jugadores mayores de 30 años, pero son
jugadores de calidad como Alexis Sánchez o Arturo Vidal.
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¿Quiénes son para usted los candidatos a
ganar la Copa?
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Agrego a Portugal y a Chile a la
selección alemana, que si bien es muy
nueva. Tiene muy buenos jugadores aunque no sé si está a la altura de
Chile o Portugal. Pero esas son las tres selecciones de mayor calidad y
difícilmente salga de ahí. La sorpresa fue la selección mexicana, que tiene
buenos jugadores, presiona bien y juega sin esa gran responsabilidad de ganar y
entonces va camino de hacer una buena Copa.
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¿Hacia dónde va el fútbol mundial si
compara con los tiempos en los que usted jugó, en los años ochenta?
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El fútbol ha cambiado mucho en la
preparación física, en la agresividad, en la marcación. En nuestro tiempo predominaba la calidad
técnica porque usted tenía muchos jugadores que podían disfrutar de esa
calidad. Hoy esa calidad disminuyó y hoy mismo en la Copa Confederaciones usted
puede tener como máximo cuatro jugadores por equipo que pueden hacer una diferencia.
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Brasil no hizo un Mundial muy bueno como
local en 2014 pero vuelve a estar otra vez en los primeros planos con Tité y
parece estar encaminado a jugar bien.
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Yo creo que para felicidad de la FIFA,
Brasil está jugando el fútbol que se espera de su selección (risas). Es otro
equipo, con un entrenador que llegó con otros métodos, otras ideas y transformó
a la selección a un nivel que nadie esperaba. Fue muy por encima de las
expectativas generales. Un fútbol agresivo,
de mucha marca pero sin dejar las raíces brasileñas que están relacionadas con
la técnica. Si la Copa del Mundo fuese ahora, Brasil ciertamente estaría entre
los favoritos.
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La gente pedía la tecnología en el
fútbol, pero ahora hay goles que se gritan 4 minutos después de producidos.
¿Qué es mejor, la justicia o la espontaneidad?
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Yo prefiero la justicia. Creo que
trabajar durante todo un tiempo en entrenamientos y perder por un error
arbitral o un incidente, no es justo. Pero la gente se va a tener que
acostumbrar a eso. Es mejor tener a veces la ayuda del VAR para decidir
situaciones que el árbitro no puede ver durante los partidos.
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