Desde Río de Janeiro
Mañana a las 13 con el Alemania-Francia, el árbitro
Néstor Pitana dirigirá su cuarto partido en el Mundial, una cifra muy alta que
sólo había alcanzado Horacio Elizondo en Alemania 2006 y que le significó
llegar a pitar la recordada final de ese torneo.
Pitana no llegó con demasiadas expectativas al
Mundial, pero se fue ganando la confianza de la Comisión arbitral luego de sus
muy buenos desempeños en Rusia-Corea del Sur, Estados Unidos-Portugal y
Suiza-Honduras de la primera rueda, y salvo que la selección argentina avance,
su proyección parece muy fuerte, siempre que pueda repetir su performance en el
partido de mañana, un clásico del fútbol
mundial y con el mejor escenario posible, el del estadio Maracaná.
Si la selección argentina se clasifica semifinalista
el próximo sábado ante Bélgica, Pitana verá cortada su carrera por ser
compatriota de uno de los cuatro mejores del torneo, pero su campaña habrá sido
de las mejores del historial de los árbitros argentinos en los mundiales.
Paradójicamente, Pitana no es el único argentino que
dirigió en un Mundial un Alemania-Francia porque ya en 1958, Juan Brozzi tuvo a
su cargo el gran Francia 6 Alemania 3, con el que Just Fontaine, máximo
goleador de la historia para un solo torneo, se lanzó como máximo anotador.
El primer árbitrop argentino en un Mundial fue José
Bartolomé Macías, en Uruguay 1930, que dirigió dos partidos (Estados
Unidos-Bélgica y estados Unidos-Paraguay), y recién Brozzi en 1958 fue el
siguiente pero hubo que esperar hasta Inglaterra 1966 para que apareciera el
tercero, Roberto Goicoechea, con un solo partido, al igual que Angel Norberto
Coerezza en México 1970, aunque éste fue asistente en la final.
Luis Pestarino dirigió en Alemania 1974, Coerezza
regresó en Argentina 1978 para dirigir el partido inaugural en River Plate entre Alemania Federal y Polonia,
Arturo Ithurralde dirigió al local ante Honduras en España 1982 y carlos
Espósito, los octavos de final de México 1986 entre Italia y Francia.
A Juan Carlos Loustau le tocó un duro partido de
octavos en Italia 1990, con el duelo entre los holandeses del Milan y los
alemanes del Inter, que terminó con la expulsión de Frank Rikjaard y Rudi
Voeller, que se escupieron e insultaron al salir.
Francisco Lamolina representó a la Argentina en
Estados Unidos 1994, Javier Castrilli en Francia 1998 y Angel Sánchez fue
protagonista de un duro reclamo de los portugueses que perdieron ante los
locales de Corea en 2002.
Horacio Elizondo fue el que más lejos llegó, con la
final que los italianos ganaron por penales a los franceses en Alemania 2006,
pero la mayor repercusión fue la expulsión de Zinedine Zidane por cabecear a Materazzi.
En el Mundial de Sudáfrica 2010 dirigió Héctor Baldassi,
quien tuvo a su cargo en octavos de final el España 1 Portugal 0.
Pitana es ahora el encargado de hacer historia. Al
menos tiene uno de los mejores partidos que soñó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario